Netzaj de Guevurá, Persistencia en Disciplina
Existen diversos estudios en los que se encuentra que no necesariamente la gente con mayor IQ son quienes más destacan. Habrás oído hablar de gente muy inteligente que no hace nada bueno de sus vidas, o que su misma inteligencia es la mejor aliada del ego que les ayuda a justificarse de todas sus faltas de voluntad e inconstancia.
¿Cuál es el ingrediente que cómo un equivalente a la sal en la comida hace tremenda diferencia en el resultado final? La perseverancia, la persistencia, la tenacidad, el ser capaz de sostener un esfuerzo disciplinadamente en el tiempo.
Esto incluye contar con una importante dosis de tolerancia a la frustración.
Hay un famoso experimento, no el único per este es muy divulgado e interesante porque fue un estudio longitudinal, es decir, tuvo seguimiento en el tiempo.
Conocido originalmente como «The Marshmallow Test», esta prueba consistía en llevar a un niño a una habitación donde había una golosina (una nube de azúcar o Marshmallow en Inglés) y le decían que si era capaz de resistir la tentación y no comérsela durante 15 minutos, después podría tomar más de una.
Un investigador a quien el niño conocía y en quien confiaba, tras jugar un rato con el pequeño, le ofrecía jugar al «juego de la espera». Entonces el investigador le dejaba una golosina en la mesa y le explicaba que si esperaba y no se comía el dulce inmediatamente, cuando él regresara podría tener dos en vez de una. Después, el investigador salía de la habitación dejando al niño solo para observar su nivel de autocontrol. También le decían que en cualquier momento podía tocar un timbre, y el investigador regresaba inmediatamente. Para practicar, el investigador salía de la habitación, el niño tocaba el timbre y el investigador regresaba diciendo: “Mira, he vuelto. Ahora, si esperas a que regrese sin tocar el timbre y de mientras no te comes la golosina, cuando vuelva ¡podrás tener dos!”. La espera podía durar entre 15 y 20 minutos. Aproximadamente un tercio los niños fue capaz de esperar.
El tiempo que los niños fueron capaces de esperar antes de tocar la campana resultó muy variable. Mischel enfatizó que el objetivo de la investigación era identificar las estrategias cognitivas y los mecanismos mentales específicos, así como los cambios en el desarrollo, que posibilitan la demora de la gratificación, no «poner a prueba» o encasillar a los niños.
Tras catorce años de seguimiento de los niños que pasaron por el experimento, Mischel descubrió que aquellos que se mostraron más impulsivos y no fueron capaces de esperar, tenían más baja autoestima y umbrales de frustración menores, mientras que los que habían esperado eran personas socialmente más competentes y con mayor éxito académico, también eran menos propensos a mostrarse agresivos y a mostrar una reacción exagerada si se ponían ansiosos por el rechazo social.
Años más tarde, Mischel descubrió también que, curiosamente, los niños que habían sabido esperar a las dos golosinas, a parte de ser más exitosos en su lugar de trabajo, mostraban menos predisposición a la obesidad.
Pero, ¿Se puede entrenar la «capacidad de demora»? Mischel cree que sí, si entendemos cómo funciona nuestra mente. Él y sus colegas postularon la existencia de un «Hot System” y un «Cool System” en el cerebro. El Hot System (o ¡vamos!) es emocional, simple, irreflexivo, rápido y centrado en la amígdala. Se desarrolla temprano en el niño y se incrementa con el estrés. El Cool System (reflexión), por otro lado, es más cognitivo que emocional, complejo, reflexivo, lento y centrado en los lóbulos frontales y el hipocampo. Se desarrolla más tarde en el niño y se debilita por el estrés. En el Hot System, el estímulo nos controlan; en el Cool System, nosotros controlamos el estímulo.
Así funciona ¿Quién maneja a quien? Tu a la demora de comer el malvavisco o el malvavisco domina a tu voluntad.
Este es un ejemplo pequeño de una gran verdad que podemos ejercitar el día de hoy poniendo nuestra voluntad a persistir disciplinadamente.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
Fuente investigación e imagen: https://www.psicoactiva.com/blog/test-malvavisco-walter-mischel-autocontrol/