jueves, 30 de octubre de 2025

Un hombre conectado con el Cielo y con La Tierra


En esta semana estamos recorriendo la porción llamada Lej Lejá que es cuando Abraham deja la casa paterna y se va a "buscar fortuna" lejos de lo que había sido su mundo conocido. Donde el estaba no había oportunidad de más transformación ya que su padre (siempre una autoridad), a diferencia de él, era un idólatra.

La diferencia que marca Abraham dentro de la cosmogonía de aquel tiempo, es que él comprendió que Todo era resultado de una Unidad, Un solo Creador total de un Universo que se expresaba de múltiples formas, pero que no era porque hubieran muchos pequeños dioses sino una sola expresión de Creador un UNO y de ahí que de lugar a las religiones monoteístas  a diferencia de las politeístas que a cada fenómeno le adjudicaban un pequeño dios limitado a su pequeño espacio de manifestación: el de la lluvia, confinado solo a ello, el de los mares muy poderoso pero también limitado.

Abraham tenía una mirada integradora que no seccionaba a los milagros de la naturaleza a orígenes diversos, sino todo adjudicable a una multiplicidad de formas de expresión de un UNO total, Un Di.os único para toda la Creación a la que pertenecemos.

Abraham era alguien que buscaba entender profundamente, más que quedarse en los límites de lo aparentemente limitado a los sentidos.

Abraham estudiaba todo y de ahí que organizara el conocimiento que tenía de Arriba y Abajo en consonancia, es decir lo que sucede arriba y abajo conectados y de ahí que se  considere el primer astrólogo, al menos dentro del estudio de la Kabbalah, es el primer libro que explica la operación cósmica reflejada en la terrenal, el Sefer Yetsirá.

El Sefer Yetsirá, también conocido como el "Libro de la Formación" o "Libro de la Creación", es un texto fundamental en la tradición kabbalística que explica cómo Di.os creó el mundo mediante un proceso místico de emanaciones y combinaciones. Su contenido clave se organiza en torno a los 32 senderos de sabiduría, que están compuestos por las 10 Sefirot y las 22 letras del alfabeto hebreo, que se dividen en tres grupos: las 3 letras madres (אמש - aire, agua y fuego), las 7 letras dobles (asociadas a los días de la semana y principios duales) y las 12 letras simples (ligadas a los meses del año y tribus de Israel).

Las 22 letras hebreas, según la Kabbalah y el Sefer Yetsirá, se clasifican en tres grupos con funciones específicas en la creación y estructura energética del universo:

  1. Letras madres (3 letras): Alef (א), Mem (מ), y Shin (ש)

    • Representan los tres elementos primordiales: aire, agua y fuego.

    • Son la raíz elemental de la existencia y los principios que originan todo.

    • Son consideradas las fuerzas creativas fundamentales con poder de formar el cosmos a través de la creación del "respirar" (aire), el "fluir" (agua) y la "transformación" (fuego).

  2. Letras dobles (7 letras): Bet (ב), Guímel (ג), Dálet (ד), Kaf (כ), Pe (פ), Resh (ר), y Tav (ת)

    • Se llaman dobles porque tienen dos pronunciaciones (aspirada y no aspirada).

    • Estas letras representan fuerzas duales o contrarias en el universo como bien-mal, luz-oscuridad, vida-muerte.

    • Se asocian con los siete días de la semana, los planetas, los metales y los principios cósmicos y morales.

  3. Letras simples (12 letras): Hé (ה), Vav (ו), Zayin (ז), Jet (ח), Tet (ט), Yod (י), Lamed (ל), Nun (נ), Samej (ס), Ayin (ע), Tsadi (צ), Qof (ק)

    • Son unívocas en su pronunciación.

    • Se relacionan con las doce tribus de Israel, los doce meses del año y los doce signos zodiacales.

    • Simbolizan las fuerzas de manifestación y sostén en el tiempo y la naturaleza.

Funciones claves de las letras hebreas:

  • Son los "agentes creativos" divinos a través de los cuales Di.os forma el mundo, siendo la base del lenguaje, la realidad y la existencia.

  • Cada letra tiene un valor numérico (gematría) que tiene significado espiritual y energético.

  • Juntas, las letras forman palabras con poder para influir en la materia y el espíritu.

  • Reflejan la interconexión entre el macrocosmos (universo) y el microcosmos (hombre).

  • Las letras madres simbolizan la estructura básica; las dobles reflejan la dinámica dual del cosmos; las simples sostienen y ordenan el mundo tangible.

Abraham tiene una importancia suprema y por eso es el Primer Patriarca porque ordena conocimiento de lo Alto pero también tuvo mucha actividad en el mundo de la Tierra, el mundo de la acción en la que vivimos. Es una clara expresión de un hombre conectado con lo celeste pero caminando y expresándose en la tierra. Como lo que aspiramos a ser nosotros también. 😀

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Apoyo Perplexity IA

Imagen https://www.arsgravis.com/el-sefer-yetzira-y-la-alquimia/

martes, 28 de octubre de 2025

El primer kabbalista


Esta semana recorremos la porción llamada Lej Lejá, misma en la que por fin aparece el Gran Patriarca reconocido como padre de las tres grandes religiones: Judaísmo, Cristianismo, Islamismo. En esta porción, Abraham (que aún no le ponía la letra Hei a su nombre, es decir, era Abram) tiene mucho que enseñarnos, pero para tener consistencia con lo que hemos estado hablando al respecto de la astrología, me gustaría abordar su rol en el desarrollo de esta sabiduría.

Abraham, desde la perspectiva kabbalística, tiene un papel fundamental en el desarrollo de la astrología, considerado el primer kabbalista y astrólogo formal.

Según las fuentes tradicionales, Abraham poseía un conocimiento profundo de los astros y las constelaciones, pero a la vez fue enseñado por Di.os a trascender su influencia.

El Midrash y el Zohar narran que Di.os lo tomó "fuera" del alcance de las predicciones astrológicas, para mostrarle que su destino y el de su descendencia no estarían sujetos a la influencia de las estrellas sino a la promesa divina, es decir, por encima del mazal o astros.

En la Kabbalah, Abraham es reconocido como autor del "Sefer Yetzirá" o "Libro de la Formación", un texto corto que contiene códigos místicos y secretos acerca del universo, el tiempo, el espacio y el movimiento, donde la astrología cumple un papel como manifestación de fuerzas espirituales explicadas a través de letras hebreas y sus combinaciones.

Abraham visualizó el cosmos como un sistema regido por una Providencia divina unificada y entendió que el estudio y cumplimiento de la Torá anulan el poder de los astros sobre la persona, pues la vida espiritual trasciende las leyes naturales representadas por las constelaciones.

Además, el cambio en su nombre, de Abram a Abraham con la adición de la letra "hei" (que tiene un valor numérico de cinco), simboliza esta elevación y control sobre el cielo y las estrellas. Según el Zohar, esto implica que su linaje y quienes estudian la Torá verdaderamente pueden subyugar las fuerzas astrológicas y no quedar bajo su dominio.

En resumen, Abraham en la tradición kabbalística es la figura que fundó la astrología verdadera o kabbalística, una ciencia espiritual que reconoce el cosmos pero enseña a trascenderlo mediante el poder divino y la sabiduría revelada, haciendo que el ser humano no sea esclavo de su "mazal" sino libre mediante la acción consciente y la conexión con Di.os.

¿Interesante, no crees? Interesante que tiempo después, los regentes de la religión abolieran o prohibieran el estudio de la astrología porque evidentemente es más fácil dominar a seres sin mapa ni conocimiento alguno, pero sépase que fue el Patriarca Abraham, el fundador de esta disciplina del estudio del alma humana.

Feliz martes Comunidad

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en chabad.org / apoyo de Perplexity IA

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