lunes, 7 de abril de 2025

Tener versatilidad


Estamos muy cerca ya de Pesaj, es decir, de la oportunidad de liberarnos de algún tipo de esclavitud, y la preparación que hacemos al respecto es muy importante, ya que de la calidad de hallazgos que hagamos al respecto será el resultado de nuestra conexión.

Buscamos jametz, es decir, levaduras, que para fines prácticos es un código de piezas de ego que nos impiden ser libres en situaciones que deberemos enfrentar.

Lo último que queremos, es que vengan las circunstancias y nosotros no tener versatilidad para poder enfrentarlas, es decir, tener mentalidad fija, una sola manera de aproximarse a los hechos.

Últimamente se ha difundido este dicho vox populi: la ansiedad es un exceso de futuro, la depresión es un exceso de pasado.

Aunque es una generalización, es útil y en cierto sentido es verdad, varias de las desconexiones que tenemos, tienen que ver con no dejar ir en muchos sentidos, o en estar futurizando situaciones que aún no sabemos cómo van a desarrollarse, sin confiar en que el mundo tiene muchas maneras aún de sorprendernos.

Hay maneras de "no dejar ir", por ejemplo, pensando que "como ha sido, seguirá siendo" : si tienes cierto tipo de "suerte", creer que esta seguirá siendo siempre igual.

Mantener rencores es otra forma de quedarse atado en el pasado. Es posible que quien "te la hizo" ni siquiera recuerde qué pasó y tú sigas proyectando constantemente en tu mente aquel mal momento y reviviendo las emociones y los sentimientos desagradables. 

Del futuro: plantear escenarios terroríficos que podrían o no pasar es la mejor manera de constelarlos.

Hoy te diría que la búsqueda de un buen jametz, es ver dónde no vives en el aquí y ahora.

Quiero hacer la mención de que yo soy gran defensora de que sí es necesario que tengamos algo de nociones de pasado y que no dejemos de tener avistamientos del futuro: aprender de las lecciones y ser capaz de planear, pero estar tan fuera de tiempo constantemente lo que hace es volverte inadecuado para disfrutar del hoy.

¿Dónde necesitas disminuir tu dosis de pasado y dónde necesitas no adelantarte tanto a las circunstancias?

Esa es una buena búsqueda para hacer como una forma de limpiar antes de Pesaj que es el día 12 de abril por la noche.

¿Te animas a buscar?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen Pinterest



domingo, 6 de abril de 2025

Cada segundo cuenta


Una enseñanza clave de la porción de la Torá llamada Tzav  (Levítico 6:1–8:36) es el mandato de mantener un fuego perpetuo encendido sobre el altar, como se indica en el versículo: "Un fuego constante habrá sobre el altar, que no se apague" (Levítico 6:6).

Los sabios explican que este precepto no solo se refiere al altar físico, sino también al "altar interno" que cada persona tiene en su corazón. Esta llama interna nos recuerda la importancia de avivar constantemente nuestro fuego espiritual para mantener una vida rica en propósito y conexión con lo divino.

La enseñanza del fuego perpetuo invita a reflexionar sobre la necesidad de mantener una dedicación constante en nuestras vidas espirituales y emocionales, incluso en momentos de dificultad. Así como el sacerdote debía alimentar el fuego cada mañana, nosotros debemos renovar diariamente nuestro compromiso con nuestras metas espirituales y éticas.

La espiritualidad es la que nos da el sentido de valía tanto de los momentos felices como de los difíciles, sin la espiritualidad es factible que nada sea los suficientemente significativo como para dar valor a la experiencia de estar vivos encarnados en este cuerpo físico.

Ayer estuve con una persona muy jovencita, una chica de diecisiete años, a lo que le dije cuando empezó a sonar Dancing Queen: Baila con verdaderas ganas porque solo vas a tener diecisiete años una vez en esta vida y justo la canción habla de esa reina danzante que tiene esa vitalidad e ilusión que se tiene a esa edad.

Ella siguió un tanto imperturbable bailando apenas con un poquito de ganas, pero quizás ella comprenda lo que le quise decir hasta mucho después, un día cuando ya no los tenga.

Así lo pienso: siempre que tengas un momento duro o feliz, no te vuelvas de piedra, entrégate a la experiencia con la intensidad que da la llama de la espiritualidad: quizás la eternidad sea un sinfín, un infinito que no perciba demasiado el poder de un instante, pero la experiencia humana son tan solo momentos, que si dejamos pasar, difícilmente podremos recuperar y que nos causarán una añoranza de largo plazo.

La vida en las duras y en las maduras, nos pide estar dispuestos a llenarlos de energía de vida lo más posible en cada oportunidad.

Tanto si las estás pasando mal como si estás en uno de los momentos más especiales, la espiritualidad es el acento que dará un sentido de eternidad y valía a cada segundo que tengas en esta pequeñísima vida humana. No te lo pierdas en el ensueño de la indiferencia.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen https://revistapersonae.com/salud/el-tiempo-en-el-paso-de-la-vida/