domingo, 6 de abril de 2025

Cada segundo cuenta


Una enseñanza clave de la porción de la Torá llamada Tzav  (Levítico 6:1–8:36) es el mandato de mantener un fuego perpetuo encendido sobre el altar, como se indica en el versículo: "Un fuego constante habrá sobre el altar, que no se apague" (Levítico 6:6).

Los sabios explican que este precepto no solo se refiere al altar físico, sino también al "altar interno" que cada persona tiene en su corazón. Esta llama interna nos recuerda la importancia de avivar constantemente nuestro fuego espiritual para mantener una vida rica en propósito y conexión con lo divino.

La enseñanza del fuego perpetuo invita a reflexionar sobre la necesidad de mantener una dedicación constante en nuestras vidas espirituales y emocionales, incluso en momentos de dificultad. Así como el sacerdote debía alimentar el fuego cada mañana, nosotros debemos renovar diariamente nuestro compromiso con nuestras metas espirituales y éticas.

La espiritualidad es la que nos da el sentido de valía tanto de los momentos felices como de los difíciles, sin la espiritualidad es factible que nada sea los suficientemente significativo como para dar valor a la experiencia de estar vivos encarnados en este cuerpo físico.

Ayer estuve con una persona muy jovencita, una chica de diecisiete años, a lo que le dije cuando empezó a sonar Dancing Queen: Baila con verdaderas ganas porque solo vas a tener diecisiete años una vez en esta vida y justo la canción habla de esa reina danzante que tiene esa vitalidad e ilusión que se tiene a esa edad.

Ella siguió un tanto imperturbable bailando apenas con un poquito de ganas, pero quizás ella comprenda lo que le quise decir hasta mucho después, un día cuando ya no los tenga.

Así lo pienso: siempre que tengas un momento duro o feliz, no te vuelvas de piedra, entrégate a la experiencia con la intensidad que da la llama de la espiritualidad: quizás la eternidad sea un sinfín, un infinito que no perciba demasiado el poder de un instante, pero la experiencia humana son tan solo momentos, que si dejamos pasar, difícilmente podremos recuperar y que nos causarán una añoranza de largo plazo.

La vida en las duras y en las maduras, nos pide estar dispuestos a llenarlos de energía de vida lo más posible en cada oportunidad.

Tanto si las estás pasando mal como si estás en uno de los momentos más especiales, la espiritualidad es el acento que dará un sentido de eternidad y valía a cada segundo que tengas en esta pequeñísima vida humana. No te lo pierdas en el ensueño de la indiferencia.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen https://revistapersonae.com/salud/el-tiempo-en-el-paso-de-la-vida/



sábado, 5 de abril de 2025

Kapará

 


Transcribo de manera exacta lo que dice la Biblia editada por El Centro de Kabbalah en cierta parte de Vayikrá que habla como sabemos, de las ofrendas y los sacrificios que deben hacerse para "limpiar los pecados". (Entiéndase pecado como desconexión del sistema de la Luz que es el que nos lleva a compartir, a actuar con misericordia, a el vencer al ego).

Levítico 4: 27 cuando la gente peca, no es suficiente con que corrijan su acción negativa; también deben sentir el dolor de aquellos a quienes han lastimado.

Esto a veces significa que el perpetrador y la víctima tendrán que encontrarse cara a cara. Corregirnos a nosotros mismos y prometer un mejor comportamiento en el futuro debe ser complementado con la eliminación del dolor que hemos causado a otras personas mediante nuestras acciones negativas.

En Vayikrá 36: 263 el Zóhar trata el significado de “él restaurará”, diciendo que alguien que corrige su acción pecaminosa, restaurará los manantiales de agua es decir, la abundancia arriba en los reinos celestiales, a sus lugares correctos, a donde puedan surtir agua a las plantas que son las sefirot.

Aquí vemos que lo que se necesita es un cambio desde adentro, lamentablemente, en muchas ocasiones tenemos que tocar con un miedo intenso, a fin de desear cambiar la realidad con la que antes no lográbamos empatizar.

Los seres humanos tenemos distintos niveles de consciencia, algunos todavía poco evolucionados siguen pensando que el ojo por ojo y diente por diente son la única manera de restaurar el balance del mundo, pero ese mecanismo solo hace que perdure la generación de penas en muchas maneras diferentes, no solo en los individuos sino en los sistemas familiares y sociales.

Las ofrendas y los sacrificios buscan no tener que seguir infringiendo dolor en otros ni en uno mismo, sino sublimar el sentimiento elevándolo, dándole un sentido y un significado mucho más sutil sin tener que vivir en un mundo de tuertos o de desdentados que provocaría una justicia cruda y sin misericordia.

En este mundo nos cuesta trabajo aún comprender que hay otros vectores de corrección que no tendrían que ser directamente en nuestra carne, sino que podríamos corregir de otras maneras indirectas como lo indica la palabra "kapará" (plural: kaparot) que significa "rescate", "sustitución" "apaciguar".

Reflexiono: es verdad que las ofrendas y los sacrificios son un vehículo de intercambio de la suerte que se enfrenta, pero sin un cambio real, sin una teshuvá profunda, posiblemente el sistema solo logre postergar la manifestación de los efectos. Posiblemente la verdadera llave para que un sacrificio u ofrenda funcione, es hacer el cambio interior primero, y ya después sellarlo con acciones que reflejen el cambio en el mundo físico, no al revés.

¿Tu que experiencia tienes al respecto? ¿Qué reflexiones te produce en lo que estés viviendo actualmente?

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual

Apoyada con la Biblia editada por El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen https://elduendedelperchel.blogspot.com/2014/02/ojo-por-ojo-diente-por-diente.html