miércoles, 23 de julio de 2025

Somos shevatim, ramas vivas


¿Has observado que normalmente todo en esta vida oscila entre polaridades?

En realidad nada es completamente blanco o negro como concepto, sino una expresión intermedia entre ambas posibilidades, y no siempre es en la mitad matemática donde podemos encontrar lo que llamamos "el justo medio" que pacifica, sino que involucra que profundicemos con nuestro entendimiento en la situación, para poder comprender cual es el matiz que realmente pone en balance entre los puntos de vista, los acuerdos entre personas, nuestro balance entre lo que "quiero y debo", y también entre lo que se manifiesta como "destino y elección".

Matot, desde la óptica kabbalística, simboliza el enfrentamiento y la reconciliación de dos realidades opuestas fundamentales:

En la porción Matot-Masei, la Torah utiliza el término “matot” (varas, tribus), que puede interpretarse como ramas separadas de su origen, lo que alude a la experiencia humana de sentirse desconectado y endurecido por la vida.

Este concepto se contrapone al de “shevatim” (ramas vivas), que refleja momentos de mayor conexión y vitalidad espiritual. Así, la dualidad está presente en la oscilación entre sentirnos parte de algo más grande o aislados en nuestra individualidad.

La Kabbalah enseña que existen dos dimensiones: el universo perfecto (representado por el Nombre Tetragrámaton) y el universo caótico y limitado (representado por Elokim). El número 112 de los versículos en Matot simboliza la fusión de estos dos mundos (26+86=112), subrayando la coexistencia de realidades aparentemente inconciliables que pueden ser integradas.

La parashá comienza con las leyes sobre los votos y la capacidad única del ser humano de transformar la realidad mediante la palabra. Por cada promesa cumplida o incumplida se generan “ángeles” de luz o de oscuridad, ilustrando la capacidad humana de inclinarse hacia la luz (unificación) o hacia la oscuridad (dualidad, caos).

En Matot, la unificación ocurre al aceptar y transformar la dualidad.

Matot, desde la Kabbalah, enseña que:
  • La dualidad es inherente a la existencia (mente/materia, caos/orden, separación/unidad).

  • La unificación ocurre al identificar los opuestos, reconocer su función complementaria y, por medio de la consciencia, lograr integrarlos en una realidad superior donde coexistencia y armonía sean posibles.

  • Nuestra capacidad para hablar, decidir y alinear la intención son herramientas esenciales para “traer” la energía de la realidad perfecta al mundo material y así disminuir el caos en nuestra vida cotidiana.

Esta visión kabbalista invita a no rechazar la dualidad, sino a verla como el punto de partida hacia la unificación, que es el auténtico sentido de plenitud espiritual, pero para ello, debemos estar vivos y dispuestos a crecer en consciencia para ver esta panorámica en que comprendamos que al final Todo es UNO.

Prana Raquel Pascual-Psicoterapeuta Gestalt

Fuentes: kabbalah.com, Jewish Currents, Perplexity IA
Imagen https://www.diariofemenino.com/psicologia/significado-de-los-suenos/el-significado-de-sonar-con-hojas-verdes-de-los-arboles/


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