En el texto de Bamidbar/Números capítulo 33 se listan los nombres de los 42 lugares donde el pueblo acampó. Comienzan en Ramsés, en Egipto, y terminan en las llanuras de Moab, frente a Jericó, justo antes de entrar a la tierra de Israel. Aunque los nombres completos pueden encontrarse fácilmente en cualquier texto del Tanaj, su significado trasciende lo geográfico y lo histórico.
Los sabios kabbalistas enseñan que los 42 viajes corresponden al Shem Mem-Bet, el nombre místico de 42 letras, utilizado en rezos como el Ana BeKoach. Este nombre está asociado al proceso de ascenso espiritual y a la energía divina que ayuda a superar limitaciones interiores.
Como ya bien sabemos todos los que trabajamos anualmente la cuenta del Omer en este blog, las seis sefirot emocionales de Zeir Anpin, multiplicadas por las siete cualidades que engloban (Jésed, Guevurá, Tiferet, Netzaj, Hod y Yesod) suman 42 aspectos o atributos, representando etapas del desarrollo interior del alma, así que ya podemos ir dándonos cuenta de porque los israelitas en su viaje de la esclavitud a la libertad, tuvieron esas 42 estaciones 😉
Cada uno de los 42 viajes representa una fase que toda persona experimenta en su vida: desde salir de la “esclavitud” (limitaciones del ego o hábitos dañinos) hacia la libertad y la realización espiritual. El Baal Shem Tov enseñó que estos son los 42 viajes que toda alma realiza desde el nacimiento hasta la muerte...¿En cual iremos cada uno de nosotros? 😙
Las “paradas” pueden simbolizar desafíos, pruebas, momentos de estancamiento y avance en la vida de cada uno. Cada obstáculo (parada) es también una oportunidad de descubrir nuevas fuerzas internas y elevarnos, no solo individualmente sino también colectivamente. Estas etapas permiten hacer reparaciones espirituales (“tikkunim”). No huir del “meitzar” (momento de dificultad o estrechez), sino atravesarlo de forma consciente, es lo que permite la sanación y crecimiento.
En psicología profunda, estas etapas pueden entenderse como fases de autodescubrimiento, de tránsito entre crisis, aprendizajes y nuevas síntesis.
¿No le tomas algo de perspectiva a todos aquellos momentos en que has sentido que enfrentabas un capitulo desafiante y que ya no está más porque lo lograste resolver? Podemos hacer los mismo a futuro. Por supuesto n se trata de dejar que se vuelvan caóticos o dejar que aumenten de dificultad indiscriminadamente, hay que jugar con pericia y la intención de que aunque haya temas por superar, no sufrir tanto, ¡¡que los viajes tengan su disfrute de descubrimiento!!
Hay una película muy divertida, "El Gato con Botas, el último deseo", que ejemplifica un poco al respecto, es una manera amena y explícita de reflexionar en que el camino no es como tal un problema: la verdadera expresión de nuestro mapa está en cómo lo veamos cada uno de nosotros. Feliz siguiente estación Comunidad.
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual
Fuentes varias, consolidaPerplexity IA
Imagen DreamWorksAnimation
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