Cuando Iaacov terminó de encargar estas cosas a sus hijos, recogió
sus pies en la cama y expiró, y fue reunido a su pueblo. (Génesis
49:33).
La Torá no dice “murió”, y los sabios afirman: “Nuestro
padre Iaacov no murió… así como sus hijos están vivos, él también lo está”. (tomado de chabad.org)
En esta semana comenzamos la lectura de la porción Vayejí (Vayechi), en la que veremos la muerte física de Jacob y posteriormente la de Yosef. Veremos que esto marcará el fin de una era, más no corramos hacia eso, antes de entender esto.
Hoy, buscando material para compartirles al respecto de los conceptos que se nos ofrecen en esta semana, encontré algo muy interesante compartido por el Maestro Eitan Yardeni de El Centro de Kabbalah Internacional, y dice así:
Treinta
días antes de que una persona realmente muera, el alma comienza a irse del
cuerpo. Solo para explicarlo un poco:
¿Qué significa que el alma comienza a abandonar el cuerpo?
Básicamente, el Zóhar nos enseña que hay tres
aspectos del alma de un ser humano. Los
nombres en clave para ellos son Nefesh, que es la parte inferior; Ruach (Ruaj), que es
el siguiente nivel; y Neshamá, que es el nivel más alto.
Cuando una persona muere completamente, las
dos partes superiores del alma, el Ruaj y el Neshama, abandonan el cuerpo para
ir a otro reino y ya no están en la dimensión física. El Nefesh permanece con el cuerpo por un
tiempo hasta el comienzo del entierro, y luego es un proceso de once meses para
que el Nefesh se una a las otras dos partes del alma.
El
Zóhar dice que el aspecto de las dos partes superiores del alma comienza a
abandonar el cuerpo treinta días antes de que una persona muera, lo que nos
hace plantear la pregunta: ¿Una persona realmente muere a causa de un accidente
automovilístico? ¿Por un ataque al
corazón? ¿Por cáncer?
Según el Zóhar,
no.
Treinta días antes de que una
persona muera, el alma comienza a abandonar el cuerpo. Físicamente el cómo muere la persona no es
la CAUSA de la muerte, sino que es la forma en que la muerte se manifiesta.
Yo he estado observando que es la puerta por la que el alma decide salir. Muy seguramente como en todo lo que hacemos, hay alguna razón de porque se manifiesta de esa manera, y retomando el tema del Bitush, seguramente veremos que no es aleatoria aunque no siempre logremos ver el nexo con el sentido que observamos.
La realidad física es sólo el nivel del
efecto o el nivel del resultado, es como el espejo de algo que nos es apenas intuido, pero no por ello, ajeno.
Como
enseña el Zóhar, la muerte comienza cuando el Ángel de la Muerte, por alguna
razón, obtiene permiso para entrar.
Hay
diferentes razones por las que la gente muere y el por qué entra el Ángel de la Muerte no es una cosa física. El Ángel de la Muerte es una fuerza metafísica que tiene el poder y el permiso para crear separación entre el
cuerpo y el alma. Su trabajo en un
propósito mayor que es permitir la continuidad del Tikkun, de la corrección de esa
alma humana en particular.
Las
personas mueren porque en esta vida ya no tienen la oportunidad de poder
progresar más, ya que tienen demasiadas capas alrededor de su alma y ya no
tienen la oportunidad de crear realmente grandes avances; Necesitan regresar en
la próxima vida, después de un poco de limpieza entre vidas, para que tengan
más oportunidades de hacerlo.
Me parece que hablar de la muerte debiera servirnos para vivir mejor, no para asustarnos, sino para crearnos claridad y entendimiento.
Feliz 2023 Comunidad, que vivamos de verdad, cada uno de los días que tengamos oportunidad de experimentar.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta . Coach
Imagen y parte del texto https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/3551574/jewish/La-vida-nunca-termina.htm
Basado en clase de Eitan Yardeni enero 2006