El habla maliciosa o el chisme es una de las peores acciones que alguien puede realizar. Atrae negatividad a la persona que está diciendo chismes, a la persona de quien se está hablando, y a la persona que está expuesta a escuchar el chisme.
Cada vez que decimos algo negativo, creamos una entidad negativa, y estas entidades regresan a afligirnos cuando menos lo esperamos. El habla maliciosa es una de las negatividades más poderosas que podemos invocar y, por ende, es una de las más difíciles de limpiar.
Evítala lo más posible.
Yehuda Berg
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Justo ayer recordaba como en alguna ocasión hace ya varios años, tuvimos una cena de trabajo. En ella estaba un hombre que venía de Estados Unidos que en estas estructuras llamadas "matriciales" que tienen las organizaciones hoy en día, venía a ser nuestro jefe, muchos niveles superiores a mi y a todos mis compañeros presentes.
Estabamos hablando de una persona --jefe de él-- que también andaba de visita en México, de sus características como líder y de si era estricto o no etc. Total, que a mi se me ocurrió --se me hizo fácil-- decir que tenía fama de ser muy duro, y dije un mote que iba bien con esa idea de estas características, rimando perfectamente con su apellido...Eufonía perfecta, broma ideal, risas al unísono, parecía armonía perfecta... hasta ese momento
Después de la risa, pensé que la broma no habría pasado de ahí, así que nos despedimos ya que sabíamos que al día siguiente habría reunión plenaria de toda la empresa y que seguramente tendriamos muchas otras actividades.
Cual no sería mi sorpresa al día siguiente cuando este hombre --el mencionado líder de carácter fuerte del cual había hecho la broma-- al día siguiente en un evento de mil o más personas, de pronto dice en pleno escenario "Se que en México me dicen "el apodo" por mi carácter...me ha dado mucha risa saberlo..."
Por supuesto todos los presentes se rieron mucho porque era el nombre de una caricatura de Disney, no precisamente "el bueno de la película"...
...fue un chiste que de pronto hice en una mesa que parecía un medio controlado y discreto...y que de pronto me dejó congelada porque vi que en menos de doce horas, mis palabras habían tomado proporciones de Compañía...Estaba en mi asiento viendo cómo todo mundo se reía de que este hombre estuviera replicando un mote que se había dicho a sus espaldas...dicho por mi...
Y aunque no era especialmente enaltecedor, el lo tomó con estilo...pero más allá de que el comentario trascendió con cierta gracia, me di cuenta que mis palabras no tenían pies...sino alas, y que debería aprender a ser mucho más restricción aún a costa de reducir mi sociabilidad y mi sentido del humor, si este no tenía una intención clara y positiva...porque a fin de cuentas, una bomba es una bomba aunque se deposite sin demasiada saña...e hizo "boom" ante mis ojos...
No creo poder al día de hoy ligar de manera "jurada" la consecuencia de esas palabras en lo subsecuente...no se cuales fueron sus impactos de regreso hacia mi...pero tengo más o menos claro que no fue "inocuo"...y no porque el hombre tomara retaliación o revancha alguna hacia mi, la energía se encarga de lo suyo...y yose que en su momento mi propia energía lanzada se volvió un caos posteriormente en otros aspectos de mi trabajo... A eso se refiere Yehuda con crear entidades negativas que regresan a rebalancear.
Nunca puedes tirar una piedra al estanque y pensar que no escucharás el "plop" de su caída, o no verás las ondas concéntricas que se generan...Debes saber: si agregas azúcar sabrá dulce, si agregas sal, sabrá salado...así de simple, así de poderoso.
Nada de lo que hacemos deja de tener algún impacto en el Cosmos. Nos pensamos minúsculos, pero no, en realidad somos seres con mucho poder, y lo más peligroso, es no saberlo u omitirlo de nuestra consciencia.
Te voy a decir algo que también es muy importante: Nunca blasfemes ni de ti mismo.
¿Has visto que muchas veces se nos hace fácil para mostrar nuestro enojo o nuestra frustración, decirnos algo a nosotros mismos algo que nos desacredita, o descalificarnos, auto flagelarnos...? NUNCA lo hagas.
No porque la mala palabra la estés diciendo tu y hacia ti, es decir --no a las espaldas de. sino en tu propia cara--, la energía deja de tomar dirección contra ti mismo. Auto-maldecirse es de las peores prácticas que se te pueden ocurrir y muchos solemos "tontearnos a gusto" incluso para parecer modestos.
Evitate el mal rato. No lo hagas.
Corrige, date cuenta, pero "plis", no te maltrates ni te tengas conmiseración...es como dirigir la varita mágica en tu propia contra.
Ojo entonces...la boca es un centro de poder, manifestamos lo que pensamos y sentimos a través de ella, lo hacemos evidente hacia el mundo. No menosprecies su poder.
Feliz día Comunidad del Blog.
Prana Pascual
Feliz día Comunidad del Blog.
Prana Pascual