DOMINGO, 7 DE NOVIEMBRE DE 2010
Aprendamos a decir: "No sé".
Al bajar nuestra guardia y liberarnos de nuestro orgullo falso, nos permitimos ser llenados por la Luz del Creador.
Yehuda Berg
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Estudiando para hacer este post me encuentro lo siguiente.
Esta semana estamos en la porción de Vayetzé, que quiere decir "Salirse de". En el código de la Biblia lo veremos como la historia de Jacob escapando de su casa porque al haber recibido el la Bendición de primogenitura dada por Isaac, Esau pretende matarlo.
En realidad, esa es la manera de narrar la historia --que como no debemos cansarnos de decir-- es un código.
Jacob debía salir no por esa razón, sino que le era requerido irse por el trabajo que estaba destinado a hacer en (y para) el mundo.
Hay cosas en nuestra vida que debemos hacer, aún cuando no queramos, de hecho, a veces no tenemos opción, más que tomar cierta acción.
Recordando el linaje de donde el proviene, pienso que es notable que Abram (su abuelo), recibió la Schejiná (el aspecto de la Luz, más cercano a nuestro mundo material, la protección) con una Hei en su nombre: Abraham.
Isaac (su padre) no cambió su nombre, ni siquiera en una letra. Jacob por su parte tuvo que mudar por completo de nombre, dejar de ser quien había sido:
"Entonces el dijo, "Tu nombre ya no será Jacob sino Israel, porque has luchado con Di-os y con los hombres y has vencido" Génesis 32:29"
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¿Cual es un lugar muy cómodo para "vivir"? Donde sabemos hacerlo, donde podemos afirmar "yo sé" (dicho sea de paso la frase que distingue a los del signo Acuario).
Cuando Yehuda dice aprender a decir "No sé" me quedo pensando que eso significa, salirse hacia donde no sabes, es todo un reto por la gran incomodidad y riesgo que nos representa.
En la historia Jacob tiene que hacer la lucha contra el ángel y vencerle: quien se sale de su zona de confort tiene que vencer el miedo y la inseguridad que acarrea no estar donde eres el experto, pero tal como le pasó a Jacob, de no hacerlo, no logras llegar a asumir quien tienes el potencial de llegar a ser.
Un tema muy interesante que me encuentro y que curiosamente antes no había tenido ojos para ver, es el de la historia de Leah y Rachel.
Sabemos que en esta historia Jacob conoce a Rachel y se enamora de inmediato de ella. Leah por su parte, era la hermana mayor de esta y sabemos que es a quien Laban (padre de ambas) da por esposa a Jacob después de siete años de trabajo y asegurarle que eran para casarse con Rachel. Al término del plazo sucede que no le da a la que el amaba sino a Leah y le obliga entonces a trabajar otros siete años por Rachel.
Lo que yo nunca había visto antes, es el significado de esta historia: Leah, representa el mundo espiritual, por tanto, el mundo no revelado, lo que está en potencial. Rachel representa el mundo visible, el mundo material y revelado.
Se nos explica, todos amamos a Rachel -nuestra vida física en este mundo- tanto que a veces nos olvidamos de nuestro mundo espiritual. Sólo cuando amamos a Leah, tanto como a Rachel, realmente podremos revelar la Luz del Creador en este mundo.
Wow
Lo no revelado, es tu potencial. Dónde está tu potencial no es lo que ya sabes, sino en lo que apenas vas a descubrir, lo no revelado.
Amar y desear tanto lo que está por revelarse --lo que aún no sabes-- si quieres convertirte en quien puedes llegar a ser, ese es el reto.
Wow.
Lo dejo a tu reflexión.
Prana Pascual
Imagenhttp://kunststad.nl/kunstperioden/renaissance/ledah-en-de-zwaan/
Consultado en La Biblia Kabbalística editada por Kabbalah Publishing, Yehuda Berg