Domingo, 4 de octubre de 2015
Debido a que cada año comienza el 1 de enero, la mayoría de nosotros hace sus resoluciones de Año Nuevo para cumplir ciertos objetivos en los siguientes 365 días. Diligentemente hacemos una lista con docenas de cosas que definitivamente haremos; y lo decimos en serio. Sin embargo, conforme transcurre el nuevo año, vemos nuestra lista y decimos: “¡Vaya! Qué larga es. No pude hacer ninguna de estas cosas. Me quedé a mitad de camino”. Luego hacemos la misma larga lista de resoluciones para el siguiente año, y el ciclo continúa.
Por esa razón, cuando iniciamos Rosh Hashaná hace unas semanas, hice énfasis en que deberíamos concentrarnos en una sola cosa.
Por ejemplo, si hablas mucho, decide pensar antes de iniciar una conversación: piensa en cómo te quieres mostrar y estar allí. O si te das cuenta de que eres distraído la mayor parte del tiempo con tus amigos o lo que te rodea, piensa en una manera de estar más presente y estar en sintonía con el momento.
Si centras tu atención en cambiar o incluso modificar sólo una cosa de tu vida —una, no más—, te sorprenderá cómo haber logrado sólo eso puede influir en toda tu vida.
Karen Berg
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En el calendario hebreo que es lunar, estamos comenzando un nuevo año.
No perdamos de vista que el calendario solar que seguimos normalmente en nuestras vidas civiles deriva sus nombres del Imperio Romano donde Janus, Enero debe su nombre al dios de los portones y los inicios, Febrero de la palabra Februo que significa limpiarse ya que en ese entonces se llevaban a cabo ritos de pureza, Marzo que deriva su nombre de Marte, dios de la guerra que era cuando se planeaban las campañas militares del año, Abril de Aprilis Aperio, que significa abrir, debido a que es cuando las plantas empiezan a abrir y a florecer, Mayo, mes dedicado a la diosa de la primavera Maia, Junio dedicado a la diosa Juno, diosa del matrimonio, Julio ya en el calendario juliano, por Julio César (ahí, pobremente, se dedicó su mes, jaja), Augustus, para no dejar menos al emperador Augusto, Septiembre, proveniente de septem, siete, Octubre, que venía del número Ocho, Novembri, del número nueve, Decembris de Decem, diez.
Sin embargo, desde el punto de vista del Alma, nuestro calendario vital es el Lunar, ya que en realidad, siendo vasijas de la Luz, tiene todo el sentido seguir dicho calendario, más afín a nuestra naturaleza de Alma.
En el calendario hebreo, la contabilización de los días no es de 30 sino alrededor de 28 / 29 días de acuerdo a las fases de la Luna, mismas que es importante seguir con exactitud ya que de ahí podemos determinar las ventanas cósmicas con las que hacemos las conexiones como las que hemos estado haciendo durante Elul, Rosh Hashaná, Yom Kipur etc.
Los meses del calendario hebreo son Nisán (Aries), Iyar (Tauro), Siván (Géminis), Tamuz (Cáncer), Av (Leo), Elul (Virgo), Tishrei (Libra), Mar Jeshván (Escorpio), Kislev (Sagitario), Tevet (Capricornio), Shevat (Acuario), Adar (Piscis).
Tishrei es el mes en que estamos que es el séptimo, lo cual no es de extrañar ya que el cuando se creó realmente el alma humana (Adán y Javá, Eva). Antes, en los días que se mencionan en en Génesis se creó todo lo demás, pero este mes es cuando se inicia el alma humana, en ciclo de siete, como lo es Zeir Anpin y Maljut, la manifestación.
Basado en ello, nuestro inicio no es de acuerdo al calendario del sol y las estaciones climáticas, sino de acuerdo a algo que me atrevería a llamar el inicio de la humanidad consciente. El Alma del Ser Humano.
Y nos podremos preguntar...¿Consciente de qué? De nuestra relación y pertenencia con la Creación y con el Sistema de la Luz y por tanto, con nuestra identificación de poder ser a nuestra vez Creadores.
¿Qué queremos crear este año?
Fíjate bien, crear no es una palabra débil en lo absoluto, crear es generar algo nuevo de los elementos que hay disponibles en lo que parecería un caos, un desorden, pero de ahí generar un cosmos, un orden. Maravillas.
¿Qué vas a hacer en este nuevo inicio?
Hoy es la última conexión de nuestro proceso iniciado desde nuestra revisión de Elul. Simjat Torah, nos da justamente la capacidad de tener columna central y como su nombre los indica Simjat - Alegría para llevarlo a cabo. Por la noche habremos acabado lo que quizás nos ha parecido un maratón de conexiones, más sin embargo, si lo ves con cuidado, no podremos decir que no hemos tenido oportunidad de participar en co-creación de nuestro "sino".
¿Qué quieres hacer con tu posibilidad de vivir ahora en adelante?
Pues bien: Enfoquemos. Vamos a nuestras vidas con simjat, ¡¡Alegría de estar integrados al sistema de la Luz!!
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Desarrollo Humano
P.D. Ayer durante las hakafod de Simjat Torá (el baile con la Torah en círculos que se hace en Simjat Torah, un joven a quien en algún momento mentorée en la mesa de de Rosh Hashaná se me acercó y me dijo, "muchas gracias por verte tan alegre en esta conexión, llevas tantos años y te ves contenta de hacerla...gracias por eso."
Todos podemos pasar por momentos en que dudamos si lo que estamos haciendo tiene sentido, podemos estar cansados, desvelados etc. y nos puede atrapar una duda de si no carece de sentido, si no sería más rico estar comiendo palomitas en nuestro sillón, mientras hacemos zapping...
No cabe duda que este sistema es muy esforzado desde el punto de vista del 1%, con fin de estar a la par del Creador en cuanto a deseo de estar conectado. Desde mi punto de vista, estar consciente de nuestra conexión con la Creación y hacer esfuerzo dedicado para alinearnos, tiene todo el sentido del mundo. Así lo llevo visto durante ya nueve años (mis amigas me han ayudado a hacer la corrección de que no llevo ocho sino nueve años de trabajar en este camino) por lo que les repito lo que le dije al buen M. "El sistema de la Luz funciona, no necesariamente en los tiempos que nuestro Ego quisiera, pero de que funciona, funciona. Soy testigo".
Gracias por eso, me dijo el buen M. ... ¡¡Gracias a ti!!
Shaná Tova Querida Comunidad, tu esfuerzo jamás queda en el vacío. :-)
Página consultada
http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/2289882/jewish/El-mes-judo.htm