VIERNES, 26 DE NOVIEMBRE DE 2010
A veces la gente estudia Kabbalah para cubrir una necesidad, alimentar su ego o porque otra persona lo hace. La única razón verdadera para estudiar esta sabiduría es para enriquecer nuestra conexión con Dios. La forma más directa de hacer esto es al fijar una intención de forma continua y sincera. Si tu trabajo espiritual se está haciendo un poco confuso, vacía la memoria caché de tu mente y actualiza la ventana del explorador.
Yehuda Berg
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Nota:
En informática, una caché[1] es un conjunto de datos duplicados de otros originales, con la propiedad de que los datos originales son costosos de acceder, normalmente en tiempo, respecto a la copia en la caché. Cuando se accede por primera vez a un dato, se hace una copia en el caché; los accesos siguientes se realizan a dicha copia, haciendo que el tiempo de acceso medio al dato sea menor. (fuente Wikipedia).
Hoy no ha llegado la afinación del sábado, pero somos tan afortunados que ayer llegó primero la del jueves y después la del viernes, así que estamos poniendonos al corriente en buen orden ja ja y como no debemos ser cuadrados ni aferrados, ja ja entenderemos que la sabiduría no es flor de un día que se marchita y se esfuma. ; ) así que trabajaremos con la de ayer.
La frase más hermosa de la afinación me parece esta:
La única razón verdadera para estudiar esta sabiduría es para enriquecer nuestra conexión con Dios.
Me parece importante comentar que como toda buena enamorada de la Kabbalah, quizás en algún momento llegué a estar en un estado de "ansiedad de conexión". Desarrollaré este punto que no necesariamente he hablado antes así que deberá ir fluyendo para tratar de transmitirte lo que te quiero compartir.
Yehuda menciona "Si tu trabajo espiritual se está haciendo un poco confuso, vacía la memoria caché de tu mente y actualiza la ventana del explorador." haciendo una simpática analogía con el uso de la computadora, que me parece además muy aplicable.
Efectivamente, mi trabajo espiritual, con las limitaciones de quien no ha nacido dentro de la cultura del Shabbat desde niña, empezó a tratar de ser lo más perfecto posible. Impecable en la medida de lo viable. Como ven, no llego a dejar de utilizar artículos electricos ni electrónicos, si uso dinero, si me subo a un auto. Es difícil si no has nacido en ese medio hacer la transformación completa a una observación 100% del Shabbat (si se puede si alguien quiere), pero en la medida de mis posibilidades de observación empecé a adoptar cuanto más pude.
Empecé también a beber del barril de la sabiduría sin respirar, encantada de paladear el sabor de empezar a entender, a saber más de las entrañas de cada palabra cada día, cada explicación. Bellísimo.
Hasta que un día me encontré absolutamente tensa, angustiada, malhumorada y diría enfurecida de mis esfuerzos que parecían no haberme llevado a ningún lugar luminoso.
"¿¿¿¿Por qué????" " "He hecho todo, he seguido cada ayuno, he hecho teshuvá, he pedido perdón a quien me parecío haber ofendido, he moderado el diablo de la ira que llevo por dentro y ahora este parece estar tomando el trono en todo mi existir, estoy fastidada, molida, con ganas de reventar una mala respuesta a cualquiera que se atreva a interpelarme"... Invadida.
=)
Kabbalah no tiene la culpa. Nunca jamás, jamás, he culpado a la sabiduría de la Kabbalah de ese fenomeno que me pasó. Amo el camino y lo agradezco y lo aprecio cada día de mi vida. Es mi ruta hacia la verdad, lo que no lo es, es la agenda que de pronto imprimí YO, al hacerlo.
Cuando mencionamos el famoso "let go" (dejar ir, soltar, no querer controlar el resultado)...es justo eso, disfrutar del camino y no ir neceando que debes de encontrar algo en particular. No pasar la factura a Di-os a algo --que yo bromeaba después-- diciendo que mi queja era "al más puro estilo Juanito Farías" (quienes lo hayan escuchado en su canción "Caballo de Palo" se podrán reir porque entenderán a que me refiero...seguro podrán oir la canción en You Tube). Yo pensaba: "por qué yo que soy taaaan bueno" ja ja ja "que me porto como ellos siempre tengo que jugar, con este viejo caballo de palo" ja ja ja"
=) Es decir, dejé de disfrutar porque me puse a esperar. La famosa expectativa que siempre nos da la bofetada. Esperaba ver mi milagro en cualquier momento. Casi viendo el reloj pensando que el Fedex del Cielo debía estar teniendo problemas para hacer las entregas.
Pensé "Me lo merezco"
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuupppppppppsssssssssssssssssssssssssssssssssss
Craso error. Craso error. ¡¡Pe-li-gro Pe-li-gro!!
El día que empezaste a querer dictar el guión de "ya me merezco" ese día te compraste el boleto al tren del sufrimiento.
No no. Kabbalah es una belleza. La sabiduría es una belleza en si misma y tiene un orden perfecto que no está esperando que nosotros le susurremos al oido nuestros consejitos de "dame el premio a mi, ya hice suficiente trabajo" ja ja ja
El milagro de la Kabbalah, es tu consciencia despertandose más y más cada día. Y es el milagro que no sabías enunciar pero que te envuelve de una luz sutil que incluso te permite reirte con ternura después de tu inmadurez de ayer.
Kabbalah no es el tirano, ni el que promete y no cumple. Es el Satán de tu deseo de recibir para ti mismo, sentadito desde la barda, muerto de la risa de tu exhasperación.
Este camino es hermoso. está diseñado para serlo, pero si te aferras...si te aferras si vas a salir raspado.
Si tu camino en algún momento se ha oscurecido, si en algún momento te has sentido cansado, atribulado, dudoso, confuso. No es el camino. Revisa tu intención, revisa tu expectativa. Borra la memoria caché y vuelve a empezar. Reiniciar te hará ver nuevamente lo hermoso y lo bendito que es el camino de la Kabbalah.
Shabbat Shalom
Prana Pascual
Imagen
Me parece que es un blog familiar de alguien, pero esta foto me pareció hermosa, y bueno, tiene un caballito de palo muy modesto, pero el pequeñito se ve feliz igual =) y está hermooooso