JUEVES 23 DE JULIO DE 2009 Nunca sabemos lo que es nuestra relación con la persona que está junto a nosotros en un momento dado. Podemos estar sentados junto a alguien en el autobús y quizá sea la persona a quien lastimamos en una vida pasada y le debemos una disculpa, o puede ser un mensajero enviado para cambiar nuestras vidas. Nunca podemos estar seguros de cuál es la razón, pero podemos estar seguros de que hay una razón.
Hoy, sé abierto con todos los que conozcas. Mantén tu sonrisa cálida. Y saca la palabra "azar" de tu cabeza. Como dijo Einstein: Dios no juega a los dados.
Yehuda Berg
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Hace poco tuve la oportunidad de consultar a un Maestro experto en algo que se llama "Sanmeigaku". Lo traduciré mos como "Matemáticas de la Vida". Es una sabiduría japonesa que a partir de una serie de cálculos que se realizan a partir de tu fecha de nacimiento, puedes obtener una cantidad inusitada de información valiosa para el consultante, si así lo decide considerar (como en todas las sabidurías, la mesa se sirve y come quien realmente lo desea).
Esta sesión duró varias horas en las cuales este Maestro me hizo una explicación (somera porqe se ve que no podríamos entrar a toda la complejidad en tan poco tiempo) de en que se basa este conocimiento: La naturaleza. Los ciclos naturales, primavera, verano, otoño, invierno.
Te menciona ciclos de vida, personalidad, te describe un orden que es con el que naces y un orden que debiera ser con el que deberías trabajar para armonizarte y encontrar mejores resultados en tus procesos de cualquier índole, te menciona talentos y áreas en la que no te recomienda intentarlo, te habla de tus propios ciclos de vida en los que por decirlo así, más vale hibernar, que sembrar en invierno. Muy interesante, aunque confrontante cuando tu ego quiere escuchar algo distinto. =)
Así dedicamos una tarde y parte de la noche en simplemente toda esta descripción y toda la explicación de este mapa personal. El me decía, es pura matemática.
Claramente es un ser muy especial, lo conozco de tiempo antes y sé de su dominio del Tai Chi, de la capacidad de meditación hasta quedar en una linea graficable sin alteraciones, del dominio de su cuerpo que simplemente me demostró a partir de un movimiento rápido de los ojos (voluntario pero parecido al movimiento MOR que sucede durante el sueño para darles una idea de lo que hablo) que por supuesto sin un previo entrenamiento y hoooras de práctica es imposible replicar y simplemente un sonido que emitió de sus pulmones cuando me quiso demostrar parte de mi personalidad sacando un cúmulo de aire de súbito como en un aliento expirado durante la ejecución de un arte marcial. De verdad admirable.
Así, con mi simple fecha de nacimiento, tuve una sesión que una vez más me demostró, como tantas otras veces lo he visto en mi búsqueda del orden del plan infinito, que D-os no juega a los dados. Somos nosotros quienes estamos diseñados por una inteligencia superior para jugar con ellos y aprender a partir de caminar la ruta hasta empezar a comprender que hay leyes y que hay que poco a poco caminar a la sabiduría para estar cada vez más afines a ella.
Eso si, les confirmo, parece ser que no hay ni en Occidente ni en Oriente, sabiduría que no te indique que lo que tienes que hacer es trabajar contra tu propia naturaleza como parte del fortalecimiento del espíritu. Comprobado. El qe no quiera transformar me parace que yerra.
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Para concluir con el comentario de hoy a partir del de Maestro Yehuda.
El Maestro japonés, en algún momento de la sesión en la que algo de todo en la consulta me había dolido tanto que tenía lágrimas en los ojos me dijo: Es tu ego el que está hablando. No hay bueno ni malo Prana.
Yo lo sé y yo también he aprendido a respetar a los que reconozco como Maestros. Agradezco mucho este encuentro, que espero no será el último, pero fue un extraordinario mensajero que aún si sólo coincidieramos en esta ocasión, habría valido la pena.
Algo qe me dije a mi misma (y quizás te sirva a ti para tu propio proceso) cuando iba de regreso a casa: Prana, no consultes a un Maestro si no estás dispuesta a escucharle, aunque duela. Los mensajes llegan a todos los niveles, desde el e mail que te llega en tiempo, hasta los que puedan percibir la voz de un ángel. El valor inherente del mensaje ya está, la diferencia de lo útil que te será y lo oportuno lo hace el decodificador, es decir tú. Si no eres capaz de tener un nivel de reverencia y aprecio por la sabiduría, quizás más vale que no busques aún un mensaje que no quieres escuchar...o estás dispuesta a aprender. Me respondí a mi misma: Yo si. Quiero aprender, aunque duela. Y entonces volví a sonreir.
Prana Pascual
