El estímulo puede ser un salvavidas. ¿Acaso no todos hemos tenido esos momentos donde las palabras correctas dichas en el instante exacto nos han salvado de irnos por el camino equivocado?
No olvides recordarle a la gente lo que están haciendo el día de hoy. Diles: "ya estás al tanto, mantente en movimiento".
Yehuda Berg
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Últimamente he estado hablando de eso...algo de lo que a mi me hizo tanto sentido al entrar a estudiar Kabbalah "Combatir el síndrome de la insignificancia".
Esa sensación de ¿Para que lo hago? ¡Soy tan sólo un ser humano! (¿Quéeeee? "¿¿¿¿Sólo????")
Este "salto cuántico" de carrera que acabo de dar, no es un movimiento ni para arriba ni para abajo...es un salto hacia adentro. Todo lo que se lo estoy teniendo que empezar a profundizar, conectar los puntos de lo que he aprendido en algunos muchos otros lugares y momentos y te lo digo...no es sencillo guardar silencio porque en lo que logras establecer contactos entre las nuevas vías neuronales que debes instalar, hay momentos de vacío en donde "no lo tienes aún resuelto"...eso es aprender, en un momento "no ves la conexión" y al siguiente instante --si estás esforzándote--, logras ya ver la otra orilla donde está el enlace que te permite hacer la red de ideas correctas. Hágase la Luz...y se logra hacer =)
Sin embargo hubo uno de los últimos días de Elul (Virgo), que yo andaba en alguno de esos mares agrestes de búsqueda y con los embates de la teshuvá ("arrepentimiento- regresar") que vino por cortesía de la Luz hasta mi mente sin que yo necesitara ir a buscarla (ja ja...eso hoy es broma...ese día no lo era).
Ese día -- salí de una oficina de uno de los clientes y aunque el no notó nada extraño en mi-- yo iba completamente abatida por mis propios pensamientos y "penas personales".
Empiezo a caminar por ese pasillo tan poco frecuentado por mi, y de pronto escucho que alguien me llama con el cariño que espero haberme ganado y que era tan frecuente en el lugar donde he trabajado estos recientes años... "¿Pranita?"
Algo se me derritió por dentro cuando oí esa manera de decirme tan cariñosa mientras yo internamente sentía que iba combatiendo con las arenas del desierto..."Pranita"...volteo y veo una cara muy familiar, un amigo de mi trabajo que también está asignado ahí...se ve que estaba en una sesión de retroalimentación con un gerenciado suyo ...y no se como comenzó una conversación en la que me remontó a quien yo he sido durante este último tiempo...alguien a quien solían poner frente a la gente para inspirar a otros...
El muchachito con quien estaba mi amigo no me era del todo familiar y cuando me lo presentó, le dije..."No sé si te conozco" y el me respondió "Tu a mi no, pero yo a ti sí...tu me diste mi plática de inducción...y me inspiraste mucho...Recuerdo mucho lo que nos dijiste...."la la la la"
Lo que siguió diciendo no lo escribiré pero para mi fue un momento de casi no poder seguir hablando de la alegría interna que me dio esa frase del chico...¡¡Yo no he dado pláticas de inducción quizás al menos hace tres años...!!
¡Cazador cazado!
"Si algún día yo te inspiré...hoy tu me has salvado..." pensé mientras miraba a los ojos a aquel joven.
No sembré en tierra yerma, tuve el regalo de ver donde yo había hecho una muesca en un árbol de mi camino, como quien la hubiera puesto con la intención de "cuando vuelvas a pasar por aquí y me mires...te recordaré que nada ha sido en vano"
Y como esa frase del centurión romano a Jesucristo "No soy digno de que entres en mi casa...pero una palabra tuya bastará para sanarme"...
Fiu, una palabra a tiempo me devolvió a un lugar donde encontré de nuevo el valor --valor en todos sentidos-- =)
"Hoy por ti, mañana por mi" dice también ese dicho...
Inspira hoy a alguien...verás que en el movimiento de la vida, el Cielo no lo olvida.
Besos
Prana Pascual
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