Lunes, 26 de agosto de 2013
Los kabbalistas enseñan que dar con la
conciencia correcta puede de hecho ayudarte a sentirte revitalizado, energizado
y renovado. Nuestras pretensiones personales son la razón por la que terminamos
sintiéndonos exhaustos, vacíos.
Si buscamos recibir a cambio algo de
alguien, ya sea honor, apreciación o incluso un agradecimiento, limitamos la
energía infinita que podríamos recibir del universo.
¡Da sin esperar
nada a cambio y te abrirás a recibirlo todo!
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este tema, escucha la clase gratuita del día de hoy en la siguiente dirección:
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Yehuda Berg
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Elul 2013
Lunes 26 de agosto
¿Te amas? No tengas miedo de apreciarte y apreciar cuán único eres. Si la Luz te creó y puso
toda esa energía en ti, debes ser algo especial.
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Capítulo 22
Compartir con otros
En el último trabajo de Luz nos focalizamos en que pasa cuando tomamos mucha
energía de otra gente mediante practicar juicio y envidia, por lo que los kabbalistas
llaman mal de ojo. ¿Dónde fuiste capaz de identificar áreas de tu vida en los
que sientes carencia y entonces prácticas juicio hacia otros? Más importante
mente ¿llevaste a cabo tres acciones de compartir hacia alguien que te envidia
o te juzga? Yo sé que eso es algo incómodo pero también sé que los actos de
compartir revelan mucha Luz
Compartir con otros
Kabbalah nos enseña que las relaciones no son sólo una manera de conectar con
la gente, es realmente nuestro propósito, nosotros debemos sostener relaciones
para poder hacer las conexiones que venimos a hacer en esta vida ¿Por qué?
Porque es solamente través de las relaciones con nuestros amigos, con las
gentes que amamos, y con nuestros compañeros que nuestras características
reactivas son reveladas.
Recuerda que la gente en nuestra vida nos espejea lo que necesitamos corregir
en nuestras vidas. Y través este proceso de corrección, aprendemos a revelar la
Luz.
Entendemos que los dos tipos de recibir, el egoísta, y el pro activo,
desafortunadamente el deseo de recibir para nosotros mismos nos puede prevenir
de recibir. y recibir nos permite compartir con otros. Sería maravilloso si
verdaderamente pudiéramos ser incondicionales al compartir. Sin esperar nada a cambio.
La verdad es que razones por las que ponemos condiciones a los términos en los
que compartimos. ¿Porqué ponemos condiciones? Es muy simple: porque no queremos
compartir.
El verdadero compartir requiere esfuerzo. Requiere salir de nuestra zona de
confort. El verdadero compartir no tiene que ver con a nuestro humor, con nuestras
hormonas o con nuestras emociones y no siempre nos parece conveniente. Esto es porque el compartir incondicional
y verdadero viene del mundo del 99% mientras que nuestras emociones y nuestro humor
son parte del 1%. En ese sentido somos limitados. Los sentimientos nunca se
mantienen iguales. Somos volubles, un día somos felices, el otro no. Un día
decimos que estamos enamorados y al otro ya no. Muchos sentimientos cambian.
Así que La noción completa de nuestras relaciones y de compartir es que no tienen
su raíz en la Luz. Dar no es una experiencia de plano físico. Está enraizadas
en la Luz, así que lo que hacemos con ellas tiene que ser con consciencia.
La gente puede dar mucho. Pueden dar dinero, voluntariar tiempo, incluso donar
una ala entera de un hospital. Es posible que esa misma gente no tenga más
plenitud que nosotros. Puede sentirse amargos, resentidos, heridos, inseguros,
deprimidos y vacíos ¿Cómo es posible? Es una pregunta muy importante. ¿Cómo es
posible que una persona caritativa no experimente plenitud?
La consciencia de dar
Aprendemos que diferentes maneras y motivadores, así como intenciones en el dar.
Recuerda que no podemos ver esta consciencia. No siempre es aparente. Tenemos que
estar dispuestos a ver el ala del hospital, la placa inscrita en la pared.
Podemos ver incluso cientos de personas que están acomodadas en el hospital.
Para decir que el donador fue egoísta, no sería justo. ¿Pero cómo es que la
gente que dio tanto puede seguir teniendo caos en su vida?
Kabbalah nos da una explicación profunda
La verdad es que no siempre damos con la consciencia correcta. Es posible dar
una donación por razones egoístas. Ponemos una placa porque queremos que todo
mundo lo sepa. Muchas veces damos por validación. Algunas veces damos para que
la gente nos apruebe. Algunas veces damos porque somos inseguros porque tenemos
presión de los pares. Damos porque queremos un tratamiento especial o
privilegios. Por lo que sea hay maneras de dar y razones por las que damos, que
no son siempre conectadas a compartir puro.
Cuántas veces nos sentamos en una iglesia y en un centro comunitario o en una
junta en donde pasan el sombrero alrededor y la gente empieza a poner cambio y
dólares en el colector. A veces nos molesta poner dinero ero lo hacemos por
presión.
Podemos dar monetariamente pero físicamente o emocionalmente, nuestra consciencia
esté basada en el deseo recibir para uno mismo. Esto explica porque kabbalisticamente,
no podemos hacer actos de compartir y no cambia nuestra energía y nuestra consciencia.
Damos y damos, pero no estamos plenos.
Es la famosa historia acerca de Yosef, el Santo Avaro. Todo el pueblo le
despreciaba porque él nunca compartía ni daba un centavo a nadie. Cuando estaba
a punto de morir, la sociedad enterradora le dijo "es tiempo de dar,
porque si no das, No te vamos a enterrar en el cementerio. Te vamos a dejar a un
lado del camino y simplemente vamos a apilar un montón de rocas en ti. El dijo
no me importa. Hagan lo que quieran.
Poco después de su muerte, un líder espiritual en el pueblo empezó a tener
docenas de requerimientos de dinero de un pueblo de gente pobre. El no entendía
porque de repente habían empezado surgir estas solicitudes al mismo tiempo.
Ellos le decían, he estado recibiendo dinero por 10, 20,30 Años. Pero ya no me
está llegando ese dinero. El sabio se dio cuenta que esto está solicitudes coincidían
con la muerte de Yosef el avaro, y empezó a hacer preguntas a la gente "Tenías
alguna interacción con Yosef?
Se dio cuenta que cada persona del pueblo en algún punto de sus vidas, había
necesitado dinero, lo que los había llevado con el santo avaro. Y que le había
sido muy amable con ellos. Se sentó y les escucho en sus problemas. Ellos le
podían decir de sus vidas y porque necesitaban dinero. Pero justo cuando
pensaban que iban a recibir ayuda, Yosef empezaba gritarles, "¿ustedes
piensan que yo los voy a dar todo?" Y los lanzaba afuera. Pocos días
después, en un sobre aparecía debajo de la puerta con la suma exacta de dinero
que estaban pidiendo. Aunque nadie hacía la conexión porque Yosef había estado
tan enojado y los había pateado fuera. Éstas historias colectivamente mostraron
una asombrosa imagen. Yosef había estado compartiendo con todo el pueblo pero
nunca quiso su reconocimiento, aún después de su lecho de muerte. Después de su
muerte, la gente empezó a llamarlo Yosef el santo avaro.
La historia de Yosef tiene un corto epílogo de que te también quisiera
compartirles. Cuando Yosef arribó al cielo, le preguntaron ¿Qué significa para
ti estar en el cielo con algunas de las almas más grandes que han vivido? El
dijo ¿Sabes qué? Es una bendición impresionante. Pero nada se compara con la
sensación de alegría y plenitud que solía sentir cada vez que deslizaba un
sobre abajo de la puerta de alguien.
Yosef siempre se aseguró que la razón de
dar no era acerca de tener un ego elogiado. De hecho él aparecía como si fuera
un malvado, egoísta, para que su ego se doblegara. El no quería el reconocimiento
que construyera ego. Todo lo que quería la experiencia de placer de ser capaz
de ayudar a otros anónimamente. Es realmente difícil dar en este mundo sin
esperar algo a cambio, alguna satisfacción al final. Y es muy difícil encontrar
oportunidades cuanto podemos dar sin agenda anexa. Pero Yosef encontró la
manera.
Esto no quiere decir que el dar verdadero tiene que ser anónimo. No tiene que
ver con eso, pero si las razones detrás de ello. El compartir puro no está
ligado a las ganancias que vamos a recibir de qué tan populares nos podemos
volver, o tener una agenda oculta. En tanto estemos compartiendo solamente por
crear alegría y bendiciones a otros, estamos en perfecta alineación con la Luz
del Creador.
¿De quién es el dinero?
En verdad, no se trata acerca de nuestro dinero. Todo lo que tenemos es nuestro
solamente porque para manejarlo, lo que hace un administrador. Aún si tenemos
billones de dólares en nuestra cuenta, no es realmente nuestro, nosotros
solamente administramos el dinero del Creador. Esa es nuestra función. El
dinero es energía. Lo que intercambiamos es energía. La pregunta es ¿Cómo
estamos manejando esa energía? Después de todo, cada vez que usamos dinero
nosotros estamos dejando ir algo que pertenece al universo, así sé que hay que
hacerlo sabiamente.
Hay una historia de un kabbalísta que siempre que alguien tenía un problema
financiero, el los mandaba con una persona que era un estudiante rico que les
ayudaba. El estudiante rico siempre daba a las personas suficiente dinero para
ayudarles. Pero día este estudiante empezó a preocuparse acerca de cuánto
dinero estaba dejando ir, así que decidió dejar de dar por un tiempo. Esto
parecía una decisión prudente. Hasta que un jovencito, enviado por el kabbalista
estaba en una necesidad desesperada de ayuda financiera, pero en lugar de
ayudarle, el estudiante rico dijo "¿Sabes qué? No puedo ayudarte en este
momento? Poco a poco el estudiante que usted solía tener mucho dinero empezó
volverse pobre y el joven a quien había dado la espalda, empezó a volverse cada
vez más rico. Finalmente, el ahora estudiante pobre, fue con su Maestro le
preguntó "¿Qué pasó? ¿Por que perdí todo?"
El Maestro dijo, "el dinero nunca fue tuyo. El Creador te daba ese dinero
porque tu misión era administrar ese dinero para poder ayudar a otros. El día
que decidiste no compartir el Creador tomo esa bendición lejos de ti y se la
dio alguien más."
Así como el estudiante rico, administrar es lo que todos tenemos que hacer, administrarla
energía del Creador. En este caso, está en forma dinero. Si nosotros sentimos
un orgullo no vamos a ser capaces de recibir la plenitud que el Creador tiene
para nosotros. Porque no importa cuanto tengamos en estar el balance de la
cuenta, nunca será suficiente. Una vez que cambiemos nuestra consciencia nos
demos cuenta de que sólo administramos, nos abriremos a nosotros mismos el
experiencia de la plenitud en todas las áreas de nuestra vida.
Dar verdadero
No podemos enfatizar más que no se trata del acto físico de dar el que es tan
esencial. Es la consciencia que hay detrás, el cambio en nuestro entendimiento
de dar. Hay mucha gente que da reactivamente, mucha gente que da sin pensarlo.
Pensamos que la espiritualidad es acerca de ser bueno, de ser amable pero
cubrimos la verdadera consciencia. Y por eso podemos seguir sintiendendo caos.
Nuestro propósito en la vida es dar como el Creador, infinitamente.
Cuántas veces te encuentras diciéndote a ti mismo "Doy demasiado, estoy
exhausto". La verdad es que no es posible cansarse de dar. Si te sientes
así después de dar, entonces es que no lo hiciste realmente con la consciencia.
Si tienes una agenda escondida de recibir para ti mismo, por lo que sientes
vacío y fatiga. Cuando das sin egoísmo vas a sentirte satisfecho.
Hay una historia bonita acerca de una carta dirigida a Di-os, escrita por un
niño que vino a la oficina postal. Un empleado postal, no sabiendo exactamente
qué hacer con la letra, la abrió y la leyó. "Querido Di-os, mi nombre es
Jimmy, tengo seis años de edad. Mi padre ha muerto mi madre está teniendo
tiempos difíciles para mantenerme a mi hermanita y a mi. ¿Podrías por favor
mandarnos $500 dólares? El empleado postal estaba conmovido. Mostró la carta a
sus compañeros de trabajo, y todos ellos juntaron unos cuantos dólares cada
uno, y juntaron la cifra de $300 y se los mandaron a la familia. El niño
escribió otra carta Di-os, agradeciendo la infusión de efectivo, pero terminó
con esta petición "la próxima vez podrías mandarnos el dinero directamente
a nosotros? Si se lo mandas a la oficina postal ellos deducen $200!!
Trabajo de Luz
Es difícil dar así como es difícil abrir espacio dentro de nosotros para dejar
que otros nos den. Muchas ocasiones nosotros queremos dar, pero no queremos
aceptar de nadie más. ¿Te abres a ti mismo para recibir sin agenda? ¿Sabes cómo
decir gracias?
Pensamos que alguien que nos da un
regalo está esperando algo a cambio. Una persona que no quiere recibir, detiene
el flujo de la Luz tan rápido como alguien que no quiere dar. Así que mantenlo
simple, encuentra un lugar en ti mismo para dar, y cuando alguien te de, di
"gracias" y acepta el regalo con ningún sensación de deuda.
Imagina que nunca te fuera permitido dar a un amigo o compartir con alguien.
¿Qué se sentiría?¿Cómo sentirían tus amigos y no les permitieras darte nunca
nada? Escribe en tu diario como sería si no pudieras compartir con otros, y
como podrías predecir que se sentirían esas personas cercanas a ti en esas circunstancias.
Crea lo que llamamos un registro de dar. En un lado, escribe las maneras en que
tú das a otros en las últimas 24 horas. Del otro lado escribe las maneras en que
has permitido otros que te den. Ahora puedes ver cuánto tiempo has dedicado a
compartir incondicionalmente con otros y cuánto has dedicado a recibir
incondicionalmente. Una buena meta puede ser tomar al menos la mitad de lo que
hacemos dirigido a ayudar a otros.
Aspiramos a ser unos “mejores nosotros”, las mejores versiones que podamos ser.
Por eso debemos estar dirigiéndonos constantemente. Venimos este mundo hacer
potencialmente como el Creador. En nuestras elecciones, en nuestras acciones
nos pueden prevenir de alcanzar este fin, o propulsarnos a volvernos lo que
venimos a Ser.
Living Kabbalah system de Yehuda Berg