En una ocasión Rav Ashlag dijo: "las personas no valoran la espiritualidad porque piensan que no se requiere ningún esfuerzo, y que en cualquier momento que deseen involucrarse en la espiritualidad, pueden tener éxito.
Sin embargo, la verdad es que se necesita un gran esfuerzo. Cuando me levanto a la media noche a estudiar, lo primordial para mí es el esfuerzo, no la comprensión."
Sin ir en contra de nuestra naturaleza invirtiendo esfuerzo para superar los obstáculos, la Kabbalah simplemente no funciona.
Hoy, haz algo incómodo. Utiliza la experiencia para fortalecerte y llevar a cabo tu compromiso de mejorar tu vida.
Yehuda Berg
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elrincondesusu.files.wordpress.com/2007/12/ha... blog de Susana Hoggan
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Hace varios años, conocí a una chica inglesa muy bonita llena de talentos y de virtudes que le habían sido como regaladas por las hadas desde su nacimiento como a princesa de cuento. La llamaré "A".
Era una chica muy inteligente, con ese perfil que nos puede sorprender porque obtiene buenas notas en la matemático y en lo humanístico de igual manera, y parecía que su comprensión no tenía horizontes cercanos desde ninguna orilla en la que te pararas a buscarlos.
Era buena para la música (buena violinista) y era buena para las artes. Ví una vez el retrato que hizo de su esposo y era espectacularmente fidedigno.
Tuve la fortuna de hospedarme en casa de su madre, una hermosa casa antigüa cercana a Hyde Park, de pisos de madera que crujian al caminar, llena de libros, pinturas y objetos de valor artístico. Conversando con ella --que me tomó mucho cariño afortunadamente-- me decía que la hija que más le preocupaba era ella. Yo no comprendía porqué me lo decía, a mi me parecía un dechado de perfección, pero aprendí mucho de la respuesta de esta dama.
Ella me explicó que las otras dos hijas eran talentosas en algunos temas, en otros no, y eran quizás menos bonitas, pero era notable que esa aparente carencia era lo que hacía que pudieran haber desarrollado mucho más foco y energía en lo que habían elegido para hacer en la vida y que por ello eran éxitosas, tanto en su vida profesional como afectiva, sin embargo, "A" era tan absolutamente buena para todo que nunca nada la emocionaba lo suficiente porque todo lo dominaba rápido, entonces nada la retaba a entregarse apasionadamente.
Para mi en ese momento fué una revelación y ahi comprendí que la bendiciones que recibimos sólo las podemos activar a través de esforzarnos en hacerlas magníficas, en llevar nuestro talento a la mayor escala posible, ahí donde ya no nos es regalado, ahi donde ya no es sencillo, ahí donde sólo la dificultad, puede potenciar la felicidad de nuestra recompensa.
El esfuerzo es un regalo. No lo rehuyas.
besos,
Prana Pascual