Hoy es el quinto día de la tercera semana del Omer, que son diecinueve días.
Humildad en Compasión
Pocas veces nos ponemos a reflexionar que la compasión, no por sí misma, resulta humildad, y sin embargo esta es una faceta que la vuelve una virtud genuina, no una trampa para sentirnos mejor con nosotros mismos (en términos de ego o auto-complacencia).
Hay muchos experimentos hechos por estudiosos de la psicología en la que es muy claro que en el fenómeno de mostrar compasión, entran muchos otros mecanismos de nuestra mente, entre ellos el compararnos con la persona a quien vamos a mostrar o no compasión.
Por nuestra mente, casi de manera imperceptible sucede una comparación que es la que al final de cuentas hace que pensemos "merece o no merece compasión"...¿Me parece que es alguien como yo que está enfrentando una desgracia...ok extenderé ayuda...me parece que es alguien que se ganó su propia desgracia, entonces no le extiendo comprensión alguna. Comparamos, "yo he salido de esas mismas solo...entonces no creemos que sea digno de ningún apoyo adicional".
Es curioso pero somos compasivos selectivos porque nos comparamos...somos más o menos que esta persona..."se ha esforzado tanto como yo o no...ha pasado tantas pruebas como yo he pasado o no...ha desperdiciado recursos si o no..."
Muchas racionalizaciones para dar una moneda, extender una mano, regalar una pieza de comida, explicar algo a alguien...
La humildad lo que aporta es que no sumemos altanería y juicio a nuestra acción compasiva.
Saber que nadie está recorriendo el mismo proceso que el otro, pero cuando aparece la sensación de ser superior y que por eso ayudas nos desconecta de algo muy imprescindible: nosotros siempre estamos recibiendo ayuda, energía, recursos de algo más grande...si soy inteligente no es porque soy mejor, es porque tengo una responsabilidad de hace buen uso de un regalo, es decir, nos aparta de la Gratitud de lo que hemos recibido quizás hasta sin merecer.
La humildad siempre me ha parecido una virtud "simplemente- compleja" y de verdad algo a lo que aspiro y no llego del todo a lograr, porque este mundo es cognosible en gran medida a partir de comparar...y sin embargo una persona y otra nunca son en esencia comparables porque nadie sabe lo que cada quien tuvo que afrontar, ni estás dentro de la cabeza de nadie, así que bueno, este es un trabajo de mucha consciencia.
Si vas a dar algo, no lo estés midiendo tanto ni evaluando si quieres o no darlo, o lo das o no lo das pero no puedes inyectarle tanto juicio a tu compasión, ni humillar a nadie en el trance.
Este es un trabajo intenso de cada día. ¿Estás dispuesto a trabajarlo el día de hoy?
Prana Raquel Pascual