Martes 02 de juno de 2015
"Confía que el Universo está trabajando para tu mayor bien, guiandote en la dirección que necesitas ir."
Los eventos espirituales ocurren casi exactamente de la misma manera que los eventos físicos lo hacen. Por ejemplo, cuando marcamos un teléfono, esperamos obtener algún tipo de respuesta en el otro extremo.
En el plano espiritual, sucede lo mismo: Cuando oramos o meditamos, estamos marcando una dimensión superior. Aunque es posible que no oigamos al receptor que contesta, tenemos que saber que cada vez que nos acercamos con sinceridad en la oración, nos escuchan.
Además, cada vez que hacemos un verdadero esfuerzo por ser más conscientes y hacer actos de compartir, estamos asisitidos Divinamente con ese fin.
Hoy en día, práctica estar abierto al Universo. Confía que serás escuchado y que la Luz del Creador está trabajando para tu mayor bien, guiándote en la dirección que necesitas ir.
Karen Berg
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Ayer escuché una clase interesantísima de Ruth Rosemberg desarrollando la clase de la porción de la semana Beha Alotcha, Elevarse.
La porción puede parecernos tan "sin sentido" si lo leemos solo como "una historia", sin la guía de los Maestros Kabbalistas para decodificar por qué hablar del tabernáculo que se construyó en el desierto para tener un "templo portátil" en el cual la Luz del Creador descansara y llevarla con ellos en el transcurso del camino del desierto etc etc.
La porción nos habla del encendido de la Menorá (el candelabro) y cómo es que debía hacerse este a través del canal del Gran Sacerdote, en aquel momento el maravilloso Aaron (lo menciono así porque es verdaderamente un ser que me causa una resonancia cada vez que leo de sus acciones).
Habla de cómo el encendió la menorá de la manera exacta como Moisés le dijo y que a su vez el recibió las indicaciones del Creador. Ese punto es importante, lo hizo tal cual, sin cambios, sin poner su estilo o modificar ninguna de las instrucciones. Esto nos habla de la pureza de ser canal de la Luz. No metió su propia agenda, dejó llegar la Luz sin bloqueos, sin sus interpretaciones. Aarón es la energía de la Paz.
La energía de la paz es la totalidad de la Luz, la habilidad de bajar
luz sin interrupciones sin disturbios, que fluya sin problema en todas las
secciones de la vida.
Pero hay un punto específico que quiero desarrollar en este día y es la Luz que no cambia. La vela del medio debía estar siempre encendida, en correspondencia a una vela encendida siempre en Mundos Superiores...
Nos pregunta Ruth, ¿A qué se refiere este tema de la Luz que nunca se apaga, la Luz que no cambia?
Estoy maravillada porque es tan simple, pero confieso que estuve escuchando la clase con una especie de inquietud de decir "¿Qué es eso que no cambia oh Di.os mio, a veces puedo recibir más o menos Luz o Di.os? ¿¿Qué hago yo para hacer esto???
Explica el Rav Berg a través del Ruth:
Esta porción nos dice que hay una fuerza permanente de Luz siempre
brillando y sin embargo, mientras tanto, nosotros estamos muy capturados en el proceso.
¿A qué se refieren cuando dicen esto?
A la importancia que le damos a nuestra historia, a las circunstancias que nos rodean. Situaciones
en la vida, la gente con la que nos topamos, que las cosas "ya no las vemos iguales", las relaciones por ejemplo, la conexión con la persona, "ya no la siento igual", "el sabor no es igual".¿Qué quiere decir que no es igual?
¿Perdio algo? Cuando decimos que nuestra experiencia "ya no es la misma".
La luz es permanente y no cambia, pero si tu "no te sientes igual" ¿Es que todo empeoró?
Si te das cuenta que todo es consciencia, todos estos cambios en la vida no tienen que ver con una variación en la Luz, pero sin embargo, son eventos que serán
relevantes con respecto a nuestra conexión con la Luz en la medida que les demos relevancia con respecto a cumplir con nuestro TIKUN, el que no cambia a lo largo de nuestra vida. Nunca es otro, ¡¡Siempre es el mismo tikun!!
Y como siempre, de una manera clara y elegante, El Rav a través de Ruth desentraña lo que hasta ese momento parece no docodificable en nuestra mente:
Hay una fuerza que existe en el universo que nunca
cambia, La Fuerza que no cambia: En nuestra vida siempre hay eventos, cosas pasando. Nos quedamos en la historia que acontece..."me pasa, me duele, me hizo, me dijo" etc.
Asi como en la Torah, la historia literal no es la que debe captar más nuestra atención ni distraernos del significado profundo...
La vida nos presenta "n" cantidad de circunstancias y problemas...siempre varía, siempre hay personajes que vienen y que van...La pregunta que de verdad nos debemos hacer es ¿Cómo es que esto es relevante para cumplir con mi
tikun (corrección)?
Todo lo que pasa eventuamente no va a importar, a menos que esté en mi
consciencia que es para ayudarme a hacer mi tikun
La elección que haga, todo eso, la historia que me digo, todo al final del día es relevante si con ello hago mi tikun...
Esa es la perspectiva que no debemos perder JAMÁS de vista: Mi tikun no cambia, lo demás si cambia, pero mi tikun no, siempre es el mismo.
¿Para qué lo queremos cumplir? Para merecer la Luz que ya se nos dió y que no cambia
El unico cambio
del que podemos hablar son las acciones que hacemos para merecer la Luz que
existe ya en nosotros, hacer nuestra corrección para merecer la Luz que YA TENEMOS.
Pregunta ¿Recuerdas cual es tu tikun? ¿Lo sabes? ¿Es una prioridad cada día de tu vida?
Es probable que no y es probable que con eso estés solo con la vista fija en tus circunstancias, en la historia, pero pierdas de vista que lo único relevante de lo que acontece, es cómo lo usas para cumplir con tu tikún y merecer la Luz que no cambia.
No se a ti, pero a mi me dió una claridad de recordar... es verdad, es verdad, me clavé en el cuento en el ego de "me hicieron y me dijeron", pero eso solo es relevante en la medida que lo entiendo como ¡La oportunidad de hacer mi tikun!
Nada que hagamos en el mundo que no tenga esa consciencia de corrección de ese tikun específico cuenta
Nada. Ni aún hacer lo correcto sin consciencia.
Impresionante. ¿Qué vas a hacer con esto Comunidad? A trabajar Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Beha Alotcha, Ruth Rosemberg, Centro de Kabbalah Internacional.