En la historia de Vayigash, Yehuda llega a comprender que su
padre, Yaakov, y sus hermanos no son quienes deben ser sus protectores; en
lugar de ello, debe serlo él mismo. Por lo tanto, la Luz única que se despierta
para nosotros en esta porción es la de comenzar a vernos como protectores.
Rav Shimón bar Yojái dice es que no podemos esperar que un alma
sea la protectora como él lo era en su época, sino más bien que nuestra
responsabilidad es ser pequeños protectores hoy en día. Ninguno de nosotros
será Rav Shimón bar Yojái y dirá: “Gracias a mí no habrá sufrimiento en este
mundo”; nuestro trabajo espiritual por sí solo probablemente no podrá, tal y
como Rav Shimón bar Yojái lo hizo, proteger al mundo entero. Pero aún así
tenemos que empezar a vernos como protectores del mundo.
Rav Berg, decía siempre: la conciencia lo es todo. Por lo tanto,
¿cómo nos vemos a nosotros mismos? ¿Nos vemos como protectores de este mundo?
Una de las cosas más importantes que podemos aprender a partir del dolor y las
tragedias que vemos a nuestro alrededor en este mundo es motivarnos más que
antes para convertirnos en mejores protectores. Tenemos que ver nuestra vida,
lo que hacemos, las conexiones que hacemos y preguntarnos: ¿Qué acciones no
debo permitirme o de qué manera tengo que motivarme para volverme un protector
más fuerte de nuestro mundo? Esto tiene que ser una conciencia y un pensamiento
significativos que cada uno de nosotros necesita tener acerca de sí mismo.
En Shabat Vayigash, tenemos la oportunidad de
despertar en nosotros dicha consciencia.
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual - sinopsis de Traer protección a este mundo. Michael Berg
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