Sarah y Avraham hicieron muchas cosas en sus vidas; algunas dieron frutos a largo plazo y se podría decir que otras, objetivamente, fallaron.
Ellos tuvieron miles y miles de estudiantes, y no muchos se quedaron con ellos hasta el final.
Pero ¿Cómo lo vio Sarah? ¿Sarah pensó que había desperdiciado la Luz y la energía que invirtió en todos estos estudiantes?
No, Sarah tenía con ella sus años, su vida
y su energía. Ella sabía que cada porción de energía que invirtió desde el
momento que inició su trabajo espiritual en este mundo hasta el momento en el
que se fue, estuvo siempre con ella. Si una persona o una situación no se manifestaba
de la manera en la que ella deseaba, era algo secundario; no era importante
porque sabía que esa Luz era de ella, que esa energía era de ella, ella la
reveló. Por lo tanto, ella se apropió de todos sus años.
Cuando Sarah dejó este mundo, está escrito que ella tenía todos sus años porque sabía que nunca hubo un instante desperdiciado en su vida. Ella sabía que la Luz no se disipa y que la energía nunca se va.
Nuestro trabajo en este mundo es hacer todo lo que podamos para revelar la Luz, ayudar, cooperar y compartir de cualquier manera. Si manifestamos energía y despertamos Luz, si se nos da sabiduría y algo para compartir, esa energía será nuestra para siempre y sabemos que se manifestará en algún lugar, sin preocuparnos dónde, en tanto tengamos claro que esa Luz está con nosotros.
Nos dicen
que Sarah vivió todos los días de su vida. Y el regalo de comenzar a vivir
nuestra vida del mismo modo, teniendo esta conciencia, lo recibimos en el
Shabat de Jayéi Sará.
Feliz domingo Comunidad
Prana Raquel Pascual
Fuente: https://kabbalah.com/es/articles/living-all-the-days-of-our-life/
Coach de Vida y Carrera - Psicoterapeuta Gestalt