LUNES, 2 DE ENERO DE 2011
Estás con un grupo de amigos o colegas de negocios. Todos están hablando, demostrando su pericia sobre un tema en particular, pero es evidente para ti que tú sabes mucho más que ellos sobre el tema. Sientes la presión de hablar y hacer alarde de tu conocimiento. Es natural. Lógico.
Sé ilógico el día de hoy. No hables cuando quieras corregirle las cosas a alguien. No digas una palabra. Reconoce la oportunidad espiritual en dejar ir la necesidad de tener la razón. Esto crea una abertura para que la Luz entre y puedas aprender algo valioso de la conversación.
Yehuda Berg
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Ups :) ¡¡Esta está buena!!
Esto me recuerda una porción de la Torah, que se llama "Yitro". No es la que estamos recorriendo ahora, pero tiene una lección que me parece muy aplicable a esta afinación. Y recordé dos puntos que te contaré:
Dicen que cuando los israelitas estaban caminando en el desierto (ya en el Éxodo), no les faltaba de comer, ya que caía el maná del cielo. Esta era una sustancia que no tenía una forma en particular, pero que tu le podías asignar el sabor que mejor te agradara, así que si se te antojaba un filete mignon, ahí estaba con el sabor más delicioso que se te pudiera ocurrir...pero bueno, esto pasaba si no estabas conectado a la realidad del 1% que el es mundo material, si así era no sabías esa potencialidad, tampoco la podías apreciar. Aplicandolo a la afinación te cuento:
Lo que explicaba el Rav a nuestros Maestros que esto relaciona también con que no depende de la persona que habla, sino del valor que tu le das. Hay que asignarle valor a todas las personas. Hay que elevar a las personas al 99%, el mundo espiritual, no verlas hacia abajo.
Explican mis Maestros: Cuando empiezas a admirar a todos, te bajas a ti mismo y elevas a los demás, pero entonces puedes aprender de todos. Ese es el secreto de la espiritualidad.
De hecho, esa porción --que ya no falta mucho para leer-- empieza con las palabras "Yitró escuchó".
Las primeras palabras escritas en la porción de la Torah, siempre contienen la esencia más profunda de la lección que nos viene a dar todo el "capítulo".
Yitro, era uno de los Consejeros del Faraón. Estaba al nivel de lo que ahora sería un Papa. De pasadita era padre de Tzipora, por tanto suegro de Moisés, y era un ser muy reconocido como su posición nos lo puede indicar. Y sin embargo, esta persona tiene una característica que a todos nos puede servir para aprender: El escuchaba. Escuchaba de verdad ¿Sabes por qué?
Porque Yitro genuinamente buscaba la verdad, no estaba en pos de defender a capa y espada lo que el creía sólo porque si, o porque eso fuera lo que le convenía, el realmente quería saber que era verdad y por ello tenía la facultad de escuchar profundamente y dar crédito si lo que encontraba era válido.
Así fue que no tuvo inconveniente de acercarse a su yerno y al ver que había sacado a los israelitas de Egipto, que habían abierto el mar Rojo, pero sobre todo, que habían vencido al ejército de Amalek (código para "la duda"), por lo que vió el verdadero valor en él y se le acercó para aprender. Eso lo demuestra: Lo escuchó.
Yitro no perdió dignidad, el también pudo compartirle muchísima sabiduría a su yerno, le enseñó de cómo leer sus caras y manos, le enseñó como apoyarse en gente que pudiera ser líder también y con ello, no morir en el intento de guiar a todos aquellos caminantes del desierto. De hecho, no se volvió como tal un seguidor, pero si aprendió, y eso lo hizo aún más grande.
Bueno, pues queda en cada uno de nosotros cómo vamos a aplicar esto en nuestra vida.
No olvides, la porción en que estamos es Vayechi, que significa "y vivió"...de aquí un dato interesante:
Los humanitos tenemos asignados un cierto número de palabras y acciones para hacer en el lapso de nuestra vida...cada que hablamos se nos "descuenta" de esa cantidad o.O... pum, te gastaste esas palabras...en mensadas oppps
...Salvo cuando haces acciones espirituales y de compartir, cuando hablas palabras de genuino dar, esas no van en tu cuenta, esas por así decirlo son "libres de cargo"...lo cual nos hace pensar que si pudieramos estar en ese modo todo el tiempo, podríamos manifestar nuestra inmortalidad...
...¡Sólo nos gasta estar desconectado de la espiritualidad! (que como sabes no es lo mismo que la religión, el alma, la consciencia de las acciones es la que determina si eres espiritual o religioso). No es si asistes a la iglesia, sinagoga, templo, mezquita, es si en tu diario actuar lo eres...ojo, hasta en el tráfico puedes ser espiritual opsss :)
Y bueno, hablamos de "gastarse", pero sólo como dato curioso, hablando de envejecer, el primer ser que envejeció como tal, fue Jacob. El era tan parecido a Abraham, que era muy fácil pensar que se trataba de la misma persona.
Aquí nos explica la Biblia Kabbalística que el proceso de envejecer, es una bendición porque te recuerda que el tiempo está pasando, y que aún hay muchas cosas por hacer espiritualmente.
Bueno, dspués de varios mensajitos colados entre el escuchar y aprender de todos, te dejo para que lo integres a tu día a día.
Cada uno somos responsables de nuestro camino...y tenemos 364 días específicamente del block de 2012 (más otros más HBSH) esperando ser caminados por nosotros. Que sea con buen paso. :)
¡Feliz día! Que no se nos pase en blanco.
Prana Pascual
Datos extraídos de la clase de Yitro tomada en el Centro de Kabbalah de la Ciudad de México.