Usualmente, las mejores cosas de nuestra vida nos ocurren cuando no las buscamos.
Hay una historia que habla de un hombre que se acerca al Rey David y le dice: “Dijiste que si no busco honor y respeto, si sólo continúo con mis asuntos, con lo que hago en mi vida, entonces el honor y el respeto llegarán a mí. Bien, estoy aquí para decirte que no funcionó. ¡Ahora soy un anciano y nunca tuve honor ni respeto!”.
El Rey David le responde: “Mientras huías de estas cosas, ¿cuántas veces volteaste a ver qué tan cerca estaban de ti?”.
Esta historia es un recordatorio de que la única manera de ser “alguien” es si hacemos que nuestras palabras y acciones reflejen la Luz del Creador que está en nuestro interior.
Sólo cuando estamos conectados con la Luz —con esa parte de nosotros que es creativa, proactiva y generosa— podemos ser alguien. De lo contrario, sólo somos un efecto, eso significa que sólo reaccionamos ante cualquier cosa que está en nuestra realidad. Puede que nos afecte lo que la gente dice sobre nosotros, las acciones de otras personas que influyen en nosotros e incluso nuestros demonios internos. En conclusión, ser un efecto siempre se trata del “yo”.
Sin embargo, si decidimos no enfocarnos en el “yo”, si colaboramos con los demás durante nuestro tiempo en esta Tierra, si sabemos que lo que seamos y hagamos debe ser, al menos en parte, para el beneficio de los demás, entonces podremos ser una verdadera fuerza motivadora en este mundo.
Karen Berg
_____________________
Esta semana estamos recorriendo la porción de Mikets que es generalmente reconocida como de soporte para la prosperidad económica.
En realidad el tema de la prosperidad es más un tema de dar, que de recibir.
En esta porción podemos leer del proceso de Yosef para convertirse en un Justo en Egipto después de haber sido vendido como esclavo. Sabemos que le pasaron muchas vicisitudes, entre ellas, haber sido encarcelado por haber rechazado tener relaciones sexuales con la esposa de su amo mientras estaba como esclavo de Potifar, haberse revelado como el que podía interpretar los sueños, incluso los del Faraón, ese famosísimo de las vacas flacas y las vacas gordas, etc.
Yosef, está ligado a la séfira de Yesod, que es prácticamente el embudo de toda la Luz antes de verterse a Maljut.
Yosef era shalit (el que
controla) be ha mazvir (el que reparte) dos atributos que el tenia. Hay que saber que Yosef
significa Agregar, Le Uzif seguir revelando, agregando.
La prosperidad es acerca de funcionar como un canal, la persona que da de lo que tiene, de lo que es y ni por un segundo se permiten pensar en ellos mismos porque saben que la Luz, les va a dar más.
¿Qué tan próspero eres? ¿Qué tan buen canal eres? Sin voltear para atrás para ver si ahora si, la fama y la fortuna ya están en tu puerta :-)
Feliz día, segundo de Januká.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Mikets 2012, Ariel Grunwald, Centro de Kabbalah.