Recepción de los Mensajes
Cada día, el universo nos envía a las personas que nos den mensajes. Pero con demasiada frecuencia, estamos empeñado en una meta o un destino y no escuchamos. En lugar de ello, decimos, "Él no sabe lo que está hablando", o "Oh, yo nunca la escucho." Y seguimos adelante y vamos y vamos, incluso si no estamos obteniendo los mejores resultados.
Hoy en día, vamos a practicar la apertura de nuestro oídos, la mente y el corazón a todo lo que estamos escuchando. Cualquier persona puede darnos un mensaje, porque el Creador trabaja a través de la gente. Incluso el niño más pequeño puede decir algo que puede ayudarnos a cambiar nuestra vida para mejor.
Cada día, el universo nos envía a las personas que nos den mensajes. Pero con demasiada frecuencia, estamos empeñado en una meta o un destino y no escuchamos. En lugar de ello, decimos, "Él no sabe lo que está hablando", o "Oh, yo nunca la escucho." Y seguimos adelante y vamos y vamos, incluso si no estamos obteniendo los mejores resultados.
Hoy en día, vamos a practicar la apertura de nuestro oídos, la mente y el corazón a todo lo que estamos escuchando. Cualquier persona puede darnos un mensaje, porque el Creador trabaja a través de la gente. Incluso el niño más pequeño puede decir algo que puede ayudarnos a cambiar nuestra vida para mejor.
Karen Berg
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Esta porción de la Torah es corta y si ves el Zohar, es prácticamente una página, y sin embargo tiene un enorme mensaje. Así nos los explica Ruth Rosemberg..."recuerden que cuando es más pequeño más concentrado está el mensaje, es como si fuera un jarabe."
Pues bien, aqui Ruthi nos explica de la incondicionalidad del Universo. La luz es estable, la Luz no cambia y siempre quiere darnos todo lo que pidamos...de hecho, está programada para darnos todo lo que deseemos aquí el tema es que a nosotros eso se nos llega a olvidar y nosotros no actuamos con esa misma incondicionalidad ni siquiera ante lo que deseamos, solemos ser cambiantes y pedir cosas que incluso se contravienen, o no mantenemos la chispa de algo que decíamos querer, o que cuando tenemos ya no apreciamos...y una larga lista de etcéteras.
Cuando estamos "bien y de buenas", como decimos en México y quizás en algunos otros países, estamos contentos y sentimos que estamos conectados a la Luz, somos muy espirituales y pensamos, "oh que maravilla, todo es bueno...que bonito esto de ser espiritual" y repetimos la frase "los bueno es bueno y lo malo es bueno"...y eso es cuando hay misericordia en nuestra vida...el tema es que hay dos maneras de recibir, una es esa, con misericordia pero la otra --y también es recibir-- la otra es con juicio ...¡Y si, también es Luz!¿De que nos habla Ruthie?
De ser abiertos e incondicionales y nos sólo pensar que la Luz es cuando todo marcha a las mil maravillas, sino cuando de verdad tenemos retos y pruebas...¿Ahí estamos abiertos? ¿Ahi creemos? ¿Ahí somos incondicionales a recibir los mensajes sea como sea que se vean?
Hay una frase de Michael Berg que dice que "la medidad de amor que uno tiene por alguien, es la medida en que lo amas cuando lo odias"...
o.O
¿Lo que lo amo cuando lo odio?
Todo tiene momentos en que se recibe con misericordia y todo fluye y es experimentado como unión, pero los problemas no dejan ser también de la Luz, también los retos y las desaveniencias lo son...¿Ya no lo amas entonces? ¿O dentro de tu molestia puedes no ser reactivo y saber qué lo amas?
Así es con la Luz...¿La amamos y somos espirituales y somos sus cheerleaders (porristas) cuando todo va bien...pero se nos olvida todo cuando es juicio?
Quizás jeje eso es un "poquitito muy reactivo".
La Luz es incondicional...¿Puedes serlo tu también?
Queremos ser como la Luz. Este es parte del trabajo...y claramente una parte MUY importante.
Feliz día Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase Matot de Ruth Rosemberg Centro de Kabbalah Internacional 2011.
Hay una frase de Michael Berg que dice que "la medidad de amor que uno tiene por alguien, es la medida en que lo amas cuando lo odias"...
o.O
¿Lo que lo amo cuando lo odio?
Todo tiene momentos en que se recibe con misericordia y todo fluye y es experimentado como unión, pero los problemas no dejan ser también de la Luz, también los retos y las desaveniencias lo son...¿Ya no lo amas entonces? ¿O dentro de tu molestia puedes no ser reactivo y saber qué lo amas?
Así es con la Luz...¿La amamos y somos espirituales y somos sus cheerleaders (porristas) cuando todo va bien...pero se nos olvida todo cuando es juicio?
Quizás jeje eso es un "poquitito muy reactivo".
La Luz es incondicional...¿Puedes serlo tu también?
Queremos ser como la Luz. Este es parte del trabajo...y claramente una parte MUY importante.
Feliz día Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase Matot de Ruth Rosemberg Centro de Kabbalah Internacional 2011.