MIÉRCOLES, 23 DE NOVIEMBRE DE 2011
La humillación es una de las formas más rápidas de destruir el ego. Recibe los momentos embarazosos como momentos de cambio acelerado.
Yehuda Berg
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Efectivamente, difícil de digerir, pero si pensabamos que la humillación no tenía ningún bien asosciado, nos equivocamos, podríamos decir que es el "quema calorías" energético...elimina la grasa espiritual ja ja ja ¡Ouch!
Esto que te digo, es a manera de broma, pero no deja de ser verdad, ya que nos explican los Maestros Kabbalístas, que el cuerpo hace que las cosas se confundan, que estemos defensivos.
El enemigo está dentro de nosotros y si nos decimos historias y pretextos a nosotros mismos, nunca podremos cambiar...pero, en vez de eso, si tenemos claridad, no nos damos excusas y hacemos el máximo esfuerzo de ver nuestros aspectosmenos luminosos, podrá haber una transformación....pero ojo...de esto que estamos hablando no es de sentirse culpable...curiosamente cuando te sientes culpable lo más seguro es que repitas la acción. Se trata de responsabilidad, si aún no se volvió responsabilidad, no hubo un cambio genuino.
Buscamos ser responsables, y para eso debemos buscar ver con claridad...ese fue el reto que nos pusimos cuando se eligió el árbol del conocimiento, del bien y del mal. La lucha nuestra de cada día es para lograrlo distinguir...que es bueno, que no.
¿Porque una humillación puede ayudar? Porque derrite capas de enfrente de tus ojos, que quedas indefenso y vulnerable. Nadie puede decir que es grato, pero de que ayuda a la claridad, ayuda.
Hay algo de Psicoterapia Humanista Gestalt (quiero aclarar el punto de Humanista, porque hace una diferencia importante en los temas, que hablar sólo de Gestalt) se nos explica de algo llamado "sabiduría organísmica", que es un entendimiento natural del organismo a expulsar o a cambiar lo que sea disfuncional, en tanto te des cuenta, si no, ahi se pueden quedar las características ad infinitum.
Si llegas al punto en que sientes la necesidad de cambiar, el organismo tiende a hacer por si mismo las modificaciones, incluso sin pasar por el reciocinio, es como una adaptación automática, un auto-ajuste como si fueramos girasoles que siguen a la Luz. No es un acto de un cerebro, es un acto de fotosensibilidad, deseo por la Luz. :)
Así mismo coincide con lo que la Kabbalah nos enseña --aunque lo mencioné arriba como una lucha-- en realidad sólo lo es cuando no tienes suficiente claridad. Nos explican los kabbalistas que cuando la negatividad es plenamente identificada, la Luz simpemente la erradica.
Ese es el punto con la humillación, pone un reflector que deja al descubierto algo de nosotros mismos, quizás mostrado de una manera exagerada, pero el tema es que no se pierda la oportunidad de ver lo que si me toca del asunto, ese impasse de calor que inunda y ruboriza el rostro, y tomar responsabilidad.
Si sólo te sientes herido en el ego, lamento decir que desperdiciaste la medicina.
Mmm me pongo a pensar en la porción de la semana y lo relaciono con el evento de la bendición de Jacob tomando el lugar de Esau...el ya había vendido la primogenitura por un plato de lentejas, pero después se enfureció y pensó matar a Jacob por suplantarle...la verdad, no había delito que perseguir ya que el mismo había dado el permiso de que Jacob tomara ese derecho, sin embargo, fue incapaz de tomar esa responsabilidad, y se amargó por años (creo que treinta y tantos) persiguiendo a su hermano por algo que en realidad...¡¡Nunca le había importado!!
Bueno...entendido el valor de la humillación, encontramos que a veces, nuestros regalos de Luz, pueden no venir en la envoltura esperada...pero no deja de ser Luz. Tratemos de tenerlo en consideración cada vez que la vida nos ponga en circunstancia incómoda, y sobre todo, recordemos...¿Porqué está esto en mi película? ¿De que no me he hecho suficientemente responsable? Y a tomarlo cuanto antes para cambiarlo.
Feliz día
Prana Pascual
