Viernes 19 de febrero de 2016
Dios nos hizo a cada uno de nosotros diferente para que podamos trabajar en equipo.
Karen Berg
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Hay algo que ocupa bastante tiempo de mi observación profesional, y es la de porque aún cuando nos damos cuenta de las cosas, no nos damos a la tarea inmediata de solucionarlas y por el contrario, seguimos dejando pasar el tiempo --ese recurso precioso y no renovable-- en el convencimiento de que "así es la vida".
Hace unos días me contaba una paciente de una des-conexión que le sucede y le vuelve a suceder, y le vuelve a suceder y me dice con su gran simpatía..."Pero ya lo hago consciente, al menos ya no me desconecto sin darme cuenta".
Por supuesto nos reímos, y ciertamente es un avance ante ser completamente ciego de que eso sucede, pero eso no es suficiente para mi y se me queda en la mente ¿Cómo poder romper nuestros círculos viciosos que a fin de cuentas nos producen tanto sufrimiento después? ¿Describir el látigo hace que duela menos el golpe? Ouch, yo creo que no. No es suficiente. Todos tenemos alguna fuente de dolor, por no decir varias, pero saberlo no parece ser suficiente.
La respuesta que yo he obtenido a lo largo de el trabajo con la Kabbalah es que lo único que realmente ayuda, es ordenar y desear intensamente lo que puede brindarnos ese orden (de poner orden, no de mandar a alguien a hacer algo). Como lo hacemos al leer las oraciones de varias de las conexiones kabbalísticas: leemos en el orden del alef bet para ordenar nuestra consciencia.
Escuchamos que la verdad nos hará libres, pero el tema es que no sabemos bien identificar la verdad, es de las certezas que más nos están ocultas en este mundo...¿Qué es verdad y qué no? Uy, muchas veces depende del punto de vista, o del color del cristal con que se mire, así que aunque no me parece que no sea válida la frase, pero observo que algo más identificable en la vida humana, es estar en orden.
Me podrás preguntar ¿En orden de qué? En el orden de Dar y después Recibir.
En el orden de primero merecer y después pedir.
En el orden de hacer espacio antes de meter algo a un lugar ya ocupado.
Orden de terminar una relación antes de iniciar otra.
Orden de ganar antes de gastar.
Orden de respetar lo que es de otros.
Orden en hacer el esfuerzo de ponerse una meta y cumplirla antes que seguir haciendo desidia y esperar que las cosas pasen por milagro.
Orden para saber que la restricción es la mejor manera de recibir bien, no que arrebatar o acelerar el tomar la satisfacción será la que nos sacie.
Hay muchos ejemplos de orden, pero uno que es importante es tener certeza de que el Cosmos, es más potente que el Caos, la Luz más fuerte que la oscuridad, el problema es que nuestros cinco sentidos nos siguen jugando la mala pasada de hacernos creer que lo que no vemos de inmediato es que no existe o que no pasará jamás. Que si hoy tolero e incluso disfruto la soledad y me pongo en orden yo internamente, podré tener mejor pareja que teniendo un "mejor esto que nada".
Orden orden orden, porque si no, cuando la oportunidad llega, no estamos listos y eso si que es un dolor inmenso de experimentar.
Te invito a que veas donde no estás en orden y te pongas en acción de inmediato. Y de inmediato es YA. Si necesitas ayuda de alguien más pídela, pero toma acción YA.
Shabbat Shalom al ser visibles las primeras tres estrellas en el firmamento.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt
