jueves, 16 de noviembre de 2023

Los pozos de Isaac

 


Pocas veces hablamos de Isaac el Patriarca y de sus hechos en el mundo. Normalmente nos detenemos más a revisar las historias de Abraham y de Jacob y apenas pasamos por encima de la historia de Isaac.

Isaac se casó a los cuarenta años con Rivka (Rebeca). Ella había nacido sin útero y fue hasta que Isaac hizo un acto fuera de su propia naturaleza, orar por ella habiendo sentido el dolor que para ella representaba no poder ser madre (algo que ahora denominaríamos empatía). Recordemos que Isaac representa la energía de recibir, así que dar o ver por el otro no es tan sencillo para alguien que representa la columna izquierda del sistema de la Luz.

Después de que Isaac pudiera tener ese acto de compartir, ella pudo concebir milagrosamente a unos mellizos, Jacob y Esav (Esaú) quienes peleaban ya dentro del vientre materno.

Otra tarea muy representativa de Isaac fue ser un excavador de pozos. Se dice fácil pero en un desierto es un trabajo duro y me imagino que no siempre de fácil éxito. Por supuesto al lograr un poco, en una región donde el agua es tan preciada, esto desataba batallas, los pastores de Gerard (el nombre del lugar) que luchaban por cada uno de los pozos nuevos que Isaac excavaba.

Al excavar pozos, Isaac intentaba restaurar el poder del agua que había estado presente antes del pecado de Adán y del diluvio; el lado negativo había intentado llevarse.

Di.os se apareció a Isaac en un sueño asegurándole que estaba protegido. Casi inmediatamente después Abimelec acudió a él buscando la paz:

Independientemente de cuántos obstáculos se interponen en nuestro camino, de lo vulnerables que nos sentimos; si estamos conectados con la Luz del Creador estamos protegidos y tendremos éxito en nuestros proyectos.

La determinación de Isaac de seguir excavando se refleja en la determinación con la cual seguimos excavando en nosotros mismos buscando la luz que existe en cada uno de nosotros.

Una vez que Isaac y Abimelec hicieron las paces, los sirvientes de Isaac vinieron a decirle que habían encontrado agua, entonces Isaac fue capaz de restaurar el poder del agua que había estado presente antes del pecado de Adán y del diluvio.

Esto es algo que vamos a ver, las generaciones después de Adán y de Eva, son una continuidad humana por hacer la corrección de esas faltas que surgieron al ser creada la naturaleza humana.

Tu y yo estamos en esta generación actual. Seguramente no somos la excepción, además de nuestros procesos personales, también tenemos nuestro grano de arena en la gran trayectoria humana.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basad en la Biblia Kabbalista 

Imagen https://es.wikipedia.org/wiki/Isaac#/media/Archivo:Isaac_a_Lover_of_Peace.jpg

martes, 14 de noviembre de 2023

La luz o la sopa de lentejas

 


La porción de esta semana, Toldot, contiene la famosa historia de los dos hermanos gemelos Yaakov y Esav. Aunque ellos tenían los mismos padres, la similitud que compartían terminaba allí. Yaakov era puro, un tsadik (un alma justa), un canal de Luz y energía positiva. Por otra parte, su hermano Esav era negativo, malvado, egoísta y amargado. Un canal de energía negativa. Su abuelo, Avraham, acababa de morir y Yaakov hizo un tazón de sopa de lentejas para reconfortar a su padre, Yitsjak. Esav entró, justo después de regresar del campo, hambriento tras haber dedicado el día a cazar. Esav olió la sopa de lentejas y le dijo a Yaakov que daría cualquier cosa por ella, así que cambió su derecho de nacimiento, su primogenitura, por el placer momentáneo de un tazón de sopa de lentejas.

Esto nos obliga a preguntarnos: ¿cómo pudo Esav hacer tal cosa? ¿Intercambiar algo invaluable por algo tan insignificante y de tan corta duración?

La lección de esta semana es muy poderosa para todos nosotros, ya que este es el tipo de cosas que hacemos diariamente. ¿Por qué Esav hizo esto? Porque no se dio cuenta de lo que estaba perdiendo. Todo lo que podía ver era la gratificación inmediata. Él estaba consumido por su deseo de comida; no pensaba en nada más.

¿Con cuánta frecuencia intercambiamos nuestra Luz por energía de corta duración? Cedemos ante la ira, el juicio, los temores y las inseguridades. Lo que la Luz quiere darnos, el derecho de nacimiento de nuestra alma siempre es mucho más grandioso que cualquier placer de corta duración.

A veces, en tan sólo un momento, nuestro deseo por algo se siente tan fuerte que nos domina. Pensamos: “Qué no daría en este momento por amor, una bebida, una pizza, un plato de sopa de lentejas…”. Si nos permitimos ser manejados por nuestro vacío o necesidad, ¿cómo esperamos manifestar las bendiciones que son el “derecho de nacimiento” de nuestra alma? Ya lo hemos escuchado antes: la vaca quiere alimentar al becerro mucho más de lo que el becerro quiere comer. La Luz quiere darnos mucho más de lo que nosotros deseamos recibir. Nuestro derecho de nacimiento no es sólo nuestro potencial para recibir más, sino nuestro potencial para hacer, compartir, dar y marcar una diferencia. Mientras más activamos el derecho de nacimiento de nuestra alma, más significado y plenitud traemos a nuestra vida.

Fragmentohttps://www.kabbalah.com/es/articles/light-versus-lentil-soup/

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt