miércoles, 6 de diciembre de 2017

El poder de la autoestima

Estudiando la porción de Vayeshev escuché una clase de 2014 en la que Ariel contó una historia que no es generalmente la que tiene más prioridad para estudiarse en esta semana, y que sin embargo me pareció muy trascendental.

Sabemos que Yosef era el hijo consentido de Jacob. Era el hijo primogénito de Rachel y no solo eso, era el que tenía la misma naturaleza de su padre, recordemos que en el mundo del 99% ambos son carrozas de la Columna Central, uno de Tiferet y otro de Yesod.

Sin embargo, en la historia del 1%, la historia del texto, Yosef resultaba ser muy incómodo para los hermanos, ya que por ser el preferido, Jacob lo tenía supervisando el trabajo arduo que si hacían el resto de ellos. Yosef era el menor de todos y sin embargo era el que estaba revisando si trabajaban o no etc.

No solo eso, les contaba sus sueños en los que ellos se inclinaban frente a él...la verdad es que si parecía algo antipático, para ser honestos. :-)

Por ello en alguna ocasión que fueron a llevar los rebaños lejos, todos los hermanos conspiraron contra él, pensaron matarlo pero Reuben propuso no mancharse las manos de sangre y solo venderlo como esclavo. Yehuda fue quien llevó las ropas ensangrentadas a Jacob y le dijo que su hijo había muerto ...y después de eso vio que su papá no se recuperaba de la noticia, y no se recuperaba y no se recuperaba.

Yehuda entonces decidió irse a casar. Puede parecer extraño que en su momento más oscuro tomara una determinación como tal y sin embargo, la historia responde a que Yehuda se sintió tan mal de esta acción, tan culpable, sintió que había caído tan bajo, que pensó que ya no tenía esperanza alguna, y que quizás la única oportunidad para él, era tener hijos que tal vez, pudieran traer algo bueno a este Mundo, que revelaran algo.

Lamentablemente esto no fue así, tuvo dos hijos uno llamado Er, (Despertar), y después uno llamado Onan, pero ninguno de los dos fueron luminosos, por el contrario, fueron altamente negativos y ambos murieron pronto. Después tuvo un tercer hijo llamado Selá, que significa "una pregunta".

La lección de esta vivencia de Yehuda es que si de acuerdo a tu consciencia tu no tienes bendiciones, no estás conectado a la Luz, que no tienes esperanza, que caíste tan profundo y que jamás podrás salir de ahí, y ya no tienes conexión con la energía de la vida y estás sin solución ni valor alguno...aunque tuviera 100 hijos ninguno podrá estar conectado a la fuente de bendiciones.

Esto nos habla de el poder de un canal, tanto para lo positivo como para lo negativo. 

Yehuda se tenía en tan mal concepto a sí mismo que sus hijos tampoco pudieron revelar Luz, no pudo canalizarles nada bueno.

El canal, el conducto tiene que ser de vida. Si de acuerdo a tu consciencia no tienes el mérito, así será toda tu descendencia, nada que venga de ti tendrá valor, y con ello no solo nos referimos a hijos sino a todo lo que tu puedas manifestar en este mundo.

En el momento en que tu te tienes en tan bajo valor , que no eres suficiente, que eres negativo, malo y sin luz, sin apreciación por ti mismo, así se revelará todo lo que hagas.

¿Comprendes el mensaje? Me parece importante decirlo, por si andas adicto a tu baja auto estima y ya no quieres ni siquiera presentar batalla a esa enorme negatividad.

Selá, el nombre de este tercer hijo es: ¿Tengo esperanza aún? Por eso ese hijo se llamó así y la tuvo, y Selá si estuvo conectado a las bendiciones.

Cuando abrió su corazón, abrió la posibilidad de recuperar valía, (tikvá), en ese momento nació este hijo que no murió y que si estaba conectado con la vida.

En este mundo no podemos manifestar nada que no creamos de nosotros mismos. Si no tienes auto estoma o si la tienes, eso surge de ti manifestado en este Mundo.

¿Qué puedes aprender de este pasaje?

Te dejo reflexionando como me quedé yo misma al escucharlo. Me parece tremenda lección espiritual, espero tu también lo creas así.

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Vayeshev 2014 Centro de Kabbalah Internacional.
Imagen
https://lamenteesmaravillosa.com/aumentar-la-autoestima-en-1-mes/

martes, 5 de diciembre de 2017

Dificultad vs Caos


Tenemos que cambiar nuestro sistema de creencias, lo que nos hace felices es enfrentarnos a las dificultades, ojo, esto no es una recomendación de buscar adrede el caos, sino que muchas veces enfrentar situaciones difíciles (dificultades) es lo que realmente nos pone por encima del CAOS.

Un "reto /dificultad" y "el caos" no necesariamente es lo mismo, no son sinónimos: yo puedo estar teniendo que enfrentar una situación que me demanda crecer o que me va a exigir que enfrente un miedo, y eso no es necesariamente un caos, puede representar dificultad, pero no es algo descontrolado o fuera de mi alcance, es simplemente una situación que demanda más de mi, punto.

Caos es cuando hay desorden, cuando una circunstancia es errática y con temas no atendidos, problemas antiguos que debieron resolverse antes, o situaciones, decisiones que no tomamos, miedos que hemos dejado que se vuelvan terrores, conversaciones que no hemos enfrentado, cerillos que dejamos hacerse incendios.

Caos es cuando ya no hay opción, cuando se perdió esa oportunidad y ahora se tienen que enfrentar las cosas ya manifestadas en su totalidad y en donde como dice el dicho mexicano, "nos sale más caro el caldo que las albóndigas", es decir, la solución ya raya en lo absurdo, pero ya es la única viable...si es que aún la hay.

En esta porción se nos habla de una especie de retroceso de Jacob.

Después de que ya había sido nombrado Israel, se pone cómodo, deja de estar tan alerta al proceso y es entonces cuando pierde su inspiración divina cuando desaparece su hijo Yosef, y aún él teniendo tanta clarividencia no puede captar que su hijo seguía vivo y se permite entrar en una profunda depresión.

Por eso verás que se le vuelve a llamar Jacob. No se da cuenta que el proceso de su hijo tenía que ser ese para volverse el gran proveedor de la Tierra.

Así nos pasa a veces a nosotros, dejamos de ver las posibilidades, las opciones, nos volvemos reactivos a la situación y en vez de tomar el toro por los cuernos, le huimos.

¿Hay algo a lo que constantemente "le des la vuelta" por no enfrentar?

Hay muchos problemas que atendidos en ciernes serían hasta bonitas lecciones de nuestra capacidad de resolver problemas, pero dejándolos crecer son los demonios que nos roban la paz.

¿Que reflexionas de ti mismo con este respecto? ¿Estás frente a una dificultad que te pide crecer o ya estás en caos?

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual

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