Esta semana terminamos el libro de Bamidbar o Números que es el que nos conecta con Zeir Anpin, las seis dimensiones que conforman el alma. De ahí en adelante, el año entra al Mundo de la Manifestación, de Maljut.
¿Qué hemos aprendido hasta ahora?
Pareciera que de la etapa de crisálida, no quedara otra opción más que mutar y actuar de maneras distintas en esta "anormalidad renovada", cada quien de acuerdo a su eclíptica (el curso del Sol durante el año) cada uno tenemos nuestro mapa de posición.
Escuche a un astrólogo decir que este periodo de confinamiento y en general el año 2020 es un año de un llamado a la Madurez Colectiva.
Yo pienso que las generalizaciones nos sirven para nombrar procesos colectivos, pero que definitivamente hay algo muy personal en el proceso.
Es como si fuera un elevador, muchos están esperándolo, pero no todos logran subir al mismo tiempo. Suben los que estaban más cerca, los que tuvieron la oportunidad de irse acercando anticipadamente y otros esperarán otro poco a que venga nuevamente, pero también avanzan.
Lo cierto es que la experiencia ha estado disponible para todos, y deseablemente no nos dejará sin modificación.
¿Hemos subido nuestra consciencia personal en este peregrinar por el desierto?
Algunos quizás reajustamos lo que nos resulta realmente importante, y dejamos de perseguir los sueños del ego y las cosas que nos resultaron poco esenciales.
¿A ti que te ha pasado?
Creo que esta última semana de Bamidbar podemos preguntarnos ¿Qué es esencial para mi alma? ¿Qué llevaré conmigo y que dejaré en el desierto?
Hoy te quiero invitar a una pausa de reflexión ¿Qué dejarás atrás y que llevarás contigo?
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
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