viernes, 13 de marzo de 2020

No delegable



¿Qué es el Becerro de Oro? ¿Qué representa?

Entre otras cosas es una idolatría, pero no en la forma burda en que pensamos de adorar a un muñeco de piedra, si, claro que eso puede catalogarse desde cierto punto de vista como idolatría, pero eso puede no sernos muy significativo a niveles personales. 

La idolatría es una cesión de responsabilidad más sutil y por tanto más difícil de identificar en nuestras vidas.

Siempre que preguntamos a otro ¿Qué hago? Y genuninamente cedemos el poder y la responsabilidad de la acción, eso, es una forma de idolatría.

El pueblo que esperaba a Moisés quiso hacer ese Becerro para tener a quien delegar su responsabilidad de elegir y decidir de acuerdo con su consciencia.

Es cierto, todos podemos consultar a alguien, eso no es lo que está mal, pero NO SE PUEDE pedir que alguien me dirija la vida, eso no es válido espiritualmente hablando. 

Nadie te puede decir qué tienes  que hacer, puedes preguntar a gente con experiencia, a gente con sabiduría cómo les parece que lo que podrías hacer, lo que has decidido, pero nunca deja de ser tu decisión, no puedes después regresar a reclamar si algo no sale como quieres si tú mismo no te lo apropiaste.

Madurar espiritualmente es hacerse cargo de tu propia vida: ESO no es delegable.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Ki Tisa 2014

jueves, 12 de marzo de 2020

Un filtro de consciencia



Encontré esta frase en la clase de Ki Tisa 2009

"Toda la gente va a tener que enfrentar sus miedos tarde o temprano, porque es imposible tener satisfacción si no pasas por ahí.

 Si alguien tiene miedo de no tener dinero, habrá que cambiarlo, si alguien tiene miedo a no casarse, superarlo. 

La oportunidad del miedo es despertar a tener deseo de conectarse con la abundancia, de tener deseo verdadero de apreciar y de convertir el miedo en vasija."

¿Por qué estamos hablando de miedo en esta porción?

Recordemos lo que nos cuenta:

Estando en el desierto, después de haber experimentado milagros a su favor, los israelitas llegaron frente al Monte Sinaí. Ellos pensaron que podían acompañar a Moisés al monte, pero aunque este abogó por ellos, El Creador le dijo que aún no estaban listos, así que subió solo y pidió que lo esperaran.

Y así fue, pero como suele pasar en los humanos, la desesperación y la impaciencia y el empezar a generar ideas catastróficas, empezaron a hacer nido en ellos. 

Y no solo eso, tuvieron una mala influencia: escucharon a los Erev Rav (la multitudes mixtas que salieron con ellos de Israel pero que no eran seres espirituales aún) que les empezaron a inyectar miedos de que se quedarían solos en ese desierto, que habían sido abandonados, y entonces, ya muy cerca del límite de tiempo en que debía volver Moisés, los israelitas actuaron reactivamente rompiendo la restricción, y construyeron una idolatría que ahora conocemos como "El Becerro de Oro".

La oportunidad de los israelitas era poder mantenerse firmes y en restricción, aún sin estar en presencia de Moisés, de madurar espiritualmente, pero fallaron.

El punto que quiero abordar, es el de que toda situación que nos genera opiniones fuertes y sentimientos intensos: situaciones sociales, crisis masivas, opiniones anónimas que llenan los canales de comunicación, son una oportunidad para no perder centro y crecer...O --lamentablemente-- caer presa de las posturas extremas, de las actitudes intransigentes, de la ausencia de reflexión y de la destructividad.

En este momento vemos como nuestra lectura de la semana está alineada con lo que se espera de nosotros AÚN.

 Si queremos hacer la corrección general de consciencia: Se espera que no seamos reactivos, sino reflexivos, mantenernos en balance. Ser maduros.

Hoy día, TODOS vamos a tener muchas oportunidades de volvernos REACCIONARIOS, sorprender a nuestros congéneres con conductas u opiniones más VIRULENTAS de lo que en realidad pueda ser constructivo a largo plazo.

Ojo, no descalifico ninguna lucha social ni ninguna precaución contra un brote de enfermedad, pero recordemos: toda trampa del Satán TIENE ALGO DE VERDAD, por eso prender fuerte en nuestro ánimo, pero no necesariamente hay que irse al extremo del pánico o de la furia para solucionarlos.

Te lo quiero dejar para que lo medites y no para que te paralices. Para que sepas que en la historia de la humanidad, nunca nada ha sido BLANCO Y NEGRO, y que te cuides de las malas influencias con un filtro de consciencia. 

La historia demuestra que las acciones de las masas pueden tener mucho margen de error por no tener matices.

Mantente despierto, no te vayas con la corriente sin reflexionar.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Ki Tisa 2009