lunes, 9 de diciembre de 2019

Ejércitos de Ángeles

A veces, pensamos que toda la batalla la estamos llevando es "aquí y ahora", pero en realidad, la vida es también de causa-efecto, así que aunque nos encante pensar que todo el tiempo es hoy, en este juego de la vida humana, también juega lo que siembras para ver que es lo que cosechas.

Jacob toda su vida se salió de su zona de confort haciendo restricción, siempre hizo esfuerzos extra para lograr algo que nos explican los kabbalistas con el siguiente término: Crear ejércitos de Ángeles.

Este sábado de acaba de pasar escuché el término "todo es neutro", refiriéndose a los eventos de la vida, se me hizo bastante claro. 

Yo usualmente lo menciono como "los eventos no tiene valencia" que viene a ser exactamente lo mismo, no es ni positivo ni negativo, pero resulta que los que inyectamos positividad o negatividad, somos los seres humanos y a eso se refiere crear ángeles, porque los humanos si inyectamos INTENCIÓN que es lo que al final del día crea valencia positiva o negativa y es lo que  hace que intervengamos en nuestro propio destino.

Con acciones de compartir verdadero, de restricción, de esfuerzo por lograr, de paciencia etc, se inyecta valencia positiva. Con actitudes de carencia  ira, con tristeza, envidia etc. por supuesto lo que sucede es que se inyecta negatividad.

Esta semana, Jacob tenía que confrontar por fin la enemistad de años con su hermano Esaú. 

No se podía ser el gran canal de Luz que estaba destinado a convertirse, teniendo tal pendiente de conflicto, tener a alguien a quien ni siquiera pudiera volver a ver ni a hablar...y peor aún su propio hermano gemelo, así que esta semana está llamado a resolver dicho conflicto, pero gracias a que había creado ángeles durante toda su vida, sus causas, estaban destinadas a tener efectos positivos (a eso se refiere ese ejército de ángeles, a las valencias positivas de sus actos), pudo tener un buen final.

¿Tú tienes ejércitos de ángeles positivos, negativos o no tienes suficientes aún para ayudarte a ganar tus batallas? 

Pues si no, a trabajar.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta


domingo, 8 de diciembre de 2019

Mantenerte en tu Centro


En esta porción llamada Vayishlach, es en la primera que sale el nombre Israel, es decir, que se manifiesta con nombre propio el concepto de mente sobre materia, elegir la espiritualidad por sobre del mundo del 1% o mundo material. 

Justamente la historia de Jacob y su hermano Esaú, nos habla estos dos gemelos teniendo una pelea que dura años por sus naturalezas tan diversas. 

Notemos, son gemelos con naturalezas diversas, tal como se ve el mundo espiritual y el material y como aparecen ante nuestros ojos, nos cuesta diferenciarlos porque se ven aparentemente iguales para nuestros sentidos pero en el espiritual existe una convicción clara de que hay un orden inteligente que rige el mundo y que sincronizarnos con él, siendo afines, funciona perfectamente; por otra parte, la realidad material con las interferencias de nuestro ego, vive constantemente pareciendo abrupto y caótico. El espiritual tiene un sentido que nos es diáfano y el otro nos es confuso e incomprensible.

Jacob y Esaú se pasaron una vida lidiando, siendo diferentes, llevando vidas separadas eligiendo caminos totalmente apartados. Representan dos realidades completamente diferentes, pero en esta historia Esaú represente el prototipo el concepto la energía de la negatividad, de la columna izquierda, el deseo de recibir para sí mismo y nuestra necesidad de batallar con la aparente ausencia de Luz. Es constantemente lidiar con ello.

Jacob en cambio, es el patriarca que representa las cualidades de la columna central, es decir, de la restricción y la espiritualidad como un trabajo que no es solo compartir o desear, sino ser dueño de sus causas y por tanto de sus efectos, de balancear los puntos de vista, de poder demorar la satisfacción de los impulso y de merecerlos.

Esa semana podemos trabajar estos atributos, estar en nuestro centro, confiar en el proceso sin estrujarlo o querer comer el fruto verde, balancear nuestros puntos de vista y esforzarnos por lo que queremos, sin querer manipular el resultado. 

En el mundo espiritual, pones todo lo que está de tu parte y dejas que se manifieste, no lo exiges ni pateas el árbol para que caiga la fruta.

¿Te sientes preparado para lograrlo? A practicar Comunidad.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera / Psicoterapeuta