domingo, 28 de julio de 2019

Los viajes de la vida


Masei es la última porción del cuarto libro y por tanto la que consolida y recibe toda la luz de las pasadas porciones.

Masei, está en la Torah, y es una porción larga, sin embargo no aparece en el Zohar sino que su energía está distribuida a lo largo del Libro del Esplendor y se relaciona con las 42 paradas que hicieron los israelitas en su viaje por el desierto después de su salida de Egipto.

¿Qué nos puede proporcionar esta semana? A ver, reflexionemos:

La vida es un viaje, y en ese viaje hay estaciones, en algunas nos quedamos más tiempo que en otras, pero cada una tiene su naturaleza y su particularidad.

Nuestra vida es así, tiene etapas, tiene momentos, en algunos permanecemos más que en otras, unos lugares los disfrutamos muchísimo, y de otros queremos salir corriendo, aunque a veces no sea posible.

Recuerdo algún viaje real en carretera en que se me descompuso el auto, pero cuando digo "descompuso" fue, de verdad "mal", no había manera de mover mi coche y tenía que esperar a que en aquel pueblito, alguien tuviera la capacidad de echarlo a andar, pero claramente no era el cambio de una manguerita, era de verdad una reparación mayor, así que tuve que quedarme al menos tres días en ese sitio que definitivamente no era mi destino, pero que en ese momento se convirtió en un deber estar, ya que el percance me obligó a quedarme en "puebloquieto", ya que no podía abandonar ahí al cochecito y después volver por él. 

Así que estuve en ese lugar "contemplativo", por llamarlo de alguna manera poética, observándome a mi misma sin desesperación (o con ella), aprendiendo de las veces en que la vida nos dice simplemente "para", y esto no es una sugerencia, es PARA de una manera imperativa.

Así podremos observar que nuestra vida no es estática

Ciertamente en algunas personas es un movimiento vertiginoso y en otros más calmo, pero de que hay cambio, eso es indiscutible.

Los viajes de los que hablamos no solo tienen que ver con lugares físicos, sino con tránsitos emocionales y de aprendizaje que no podemos perdernos si queremos completar las asignaturas que venimos a asimilar en nuestro trayecto humano.

¿En que estación estás? Quizás debas cultivar paciencia o quizás debas aprovechar para ir haciendo ya las maletas para salir en breve...lo que es verdad, es que esta vida es un viaje y no hay nada que no esté destinado a cambiar...más tarde, o más temprano. Asimilémoslo. 

Feliz domingo

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach

sábado, 27 de julio de 2019

Tu tripulante



¿Qué te dices a ti mismo?

Hablando en esta semana de cuidar nuestras palabras me gustaría hacer un foco muy específico a una manera de hablar que es especialmente peligrosa...

¿Cómo te hablas a ti mismo?

¿Qué te dices a ti mismo?

Las palabras más peligrosas son las que están en nuestra cabeza dándonos instrucción o haciéndonos ruido y dejando inaudibles las verdaderas palabras de nuestra alma.

Muchas veces podemos verbalizar estas palabras con sonido, literalmente emitiéndolas con nuestra boca, pero otras vez es una voz en nuestra cabeza a la cual estamos tan habituados, que ya ni siquiera nos damos cuenta que "nos está hablando".

Esa voz nos dice una sarta de cosas y conceptos, que como suceden en nuestro Universo personal, nos parece que no puede ser mentira, que no hay que atender como palabras ajenas sino como algo que me dice "mi yo interno".

Pero cuidado, hay una voz que no eres tú.

En realidad puede haber más de una voz en nuestras cabezas, por eso si se puede establecer un DIALOGO, ya que definitivamente no todas nos pertenecen. 

¿Recuerdas esa primera clase de Kabbalah que te dice que el Satán tiene un gran truco y es hacernos creer que no existe?

Pero existe, el ego no es algo que realmente nos pertenezca, pero es algo que si nos habita, y no solo eso, nos tripula, y hay que identificarlo so pena de que creamos que el / ella, es nosotros.

Cuando escuches tus pensamientos, no siempre creas que eres tú.

Muchas veces será tu tripulante hablando fuerte y claro. Hay otra voz, la que nos enseña la Kabbalah, la voz de tu alma que dirá que desconfía de esa instrucción.

Todas las voces inmovilizantes o que nos descalifican, o que nos hacen dudar, puede ser de esta fuerza que si existe que se llama Satán.

Más vale que recuerdes que si existe porque si no estás realmente vulnerable y a su merced. No es una voz que no puedas retar, pero curiosamente muchas veces simplemente estamos abandonados a su poder y decimos la tan frecuente frase..."no puedo"...

Mucho cuidado, puedes ser el secuestrado de esa negatividad y pensar que es algo inherente a ti...Cuidado. Observate, ahora mismo observate mientras lees esto. Identíficala y mantente atent@, solo así podrás decidir escuchar o no.

Si tienes problema con el concepto Satán, puedes pensar en un inconsciente, algo fuera de tu control, pero por favor, no por el nombre, dejes de atender estas instrucciones destructivas que no elegirías usar para ti mismo...si no fuera porque el volumen de esa voz es tan ALTO. ¡¡Presenta resistencia!!

Shabbat Shalom

Prana raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach