martes, 20 de marzo de 2018

El potencial no aprovechado


Hay un concepto muy interesante que se relaciona con nuestro estudio de preparación para Pesaj que nos habla de por qué los israelitas tuvieron que pasar por la corrección de ser esclavos, y esto, abreviando un poco (un mucho), viene de pasados en los que Adán y Eva tuvieron la caída de la consciencia, la desconexión que representó construir Torre de Babel, la generación del Diluvio, pero hay algo muy interesante que ha tenido interpretaciones religiosas de mucho peso e influencia aún en la postura política de las Iglesias a través del tiempo con respecto a los métodos de anti-concepción y es acerca de el desperdicio de semen que Adán tuvo durante su periodo de 130 años separado de Eva. 

Pues si, esas chispas de luz que no tuvieron vasija y que cayeron en las klipot (capas de negatividad) crearon a lo que también se llama Los Hijos del Hombre, que somos nada más y nada menos que los que andamos todavía por aquí haciendo corrección...oh diantres.

Pero entendamos con más profundidad este concepto, como nos lo explica Ruth Rosemberg. En realidad, el tema de chispas de luz desperdiciadas no es un tema de concepción de bebés como tal, sino del concepto de desperdicio de POTENCIAL.

Todo aquello que tenemos y que no usamos adecuadamente, es luz desperdiciada. Los talentos, las capacidades e incluso claro está, los recursos con los que contamos, tiempo, dinero, salud, energía que no usamos para propósitos de creatividad, son chispas que se desperdician y caen en la negatividad. Esto por supuesto abarca un espectro más amplio de comprensión. 

Una cosa es cierta, no todos los espermas aunque caigan en vasija están destinados a ser los ganadores en la carrera de la fecundación, solo el mejor, el más fuerte es quien generará un cigoto.

Ruth aquí nos invita entonces a revisar dentro de nuestro trabajo de introspección previo a Pesaj, si realmente estamos haciendo el mejor uso de nuestras semillas, no solo revisar las que desperdiciamos olímpicamente, sino aún revisar en lo bueno, si no pudiera estar siendo mejor.

Es bueno ejecutar un trabajo contratado de 9 a 6...¿Pero es realmente nuestra mejor opción o podríamos ser más luminosos en otro tipo de ocupación? No hay respuesta buena ni mala para eso, hay respuesta bien reflexionada. Ojo.

Tenemos una buena relación...¿La desarrollamos realmente a su máximo potencial de creatividad? 

Ya tenemos un talento innato...¿Lo llevamos a nivel de maestría o nos conformamos con lo que sale bien sin esfuerzo?

Esto nos abre un campo mucho más rico de exploración previo a nuestro trabajo de liberación para Pesaj.

No solo revisar lo negativo que hacemos, sino donde no aprovechamos lo bueno, o no lo suficiente. El espectro de potencial sin cubrir.

Yo lo encuentro interesantísimo ¿Tú? ¿Qué puedes hacer con esta perspectiva aún no explorada de limpieza?

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2018
Imagen https://hellodoktor.com/pregnancy/getting-pregnant/conceive-closer-look-eggs-sperms/

sábado, 17 de marzo de 2018

Escuchar con nuestra alma


Muchas de las personas en el desierto que crearon y construyeron el Tabernáculo, el Mishkán, no tenían entrenamiento ni conocimiento en las áreas en las que estaban trabajando (carpintería y orfebrería, por ejemplo). Sin embargo, de algún modo, cuando comenzaron a trabajar descubrieron cómo hacerlo. Hay una sección del Zóhar, en la porción Nóaj, que nos dice que cuando estas personas que tenían el deseo único de cumplir con su trabajo comenzaron a hacerlo, los objetos comenzaron a enseñarles qué hacer. Por ejemplo, el oro comenzó a decirle cómo hacer un pectoral a la persona que debía hacerlo y la madera comenzó a decirles cómo construir las paredes del Tabernáculo a quienes debían construirlas. 

Estas personas no estaban literalmente escuchando voces, sino que, de repente, dentro de su mente y corazón, sabían qué hacer.

El entendimiento que recibimos de esto se relaciona con la porción de Vayikrá, la cual comienza con: Vayikrá El Moshé, que quiere decir: “El Creador llamó a Moshé”. La voz del Creador comenzó a hablarle a Moshé mientras nadie más podía escucharla. Moshé está con todos y entonces, de repente, escucha el llamado desde el Mishkán y el Creador le dice exactamente qué hacer. ¿Qué significa esto? Y, aún más importante, ¿qué lección hay para nosotros?

Los kabbalistas enseñan que si la prioridad de un individuo en todo lo que hace es revelar lo que la Luz del Creador quiere de esa situación, entonces recibirá las instrucciones exactas sobre lo que debe hacer. No obstante, si somos sinceros con nosotros mismos, la prioridad número uno de la mayoría de nosotros es recibir Luz y bendiciones para nosotros mismos, aunque querer la bienaventuranza o la Luz que éstas puedan traer al mundo esté muy cerca de ser la número uno.

Pero hay un problema con eso, ese camino no facilita la revelación. No permite que la esencia de las cosas nos hable. Todo lo que está en este mundo nos habla… ¿te imaginas si pudiésemos escuchar lo que nos dice? Entonces, siempre sabríamos cuáles son las palabras y acciones correctas. Por ejemplo, cuando estemos en medio de un acuerdo comercial, éste nos dirá exactamente qué hacer. Pero tenemos que ser capaces de escucharlo.

¿Cómo podemos comenzar a escuchar los mensajes que están en todas partes para nosotros? 

El Baal Shem Tov enseña que todo en nuestra vida —desde nuestro negocio, familia, libros de conexión hasta los muros de nuestra casa— nos quiere decir algo. Podemos recibir esos mensajes, pero sólo de un modo. A través de la preparación personal antes de cada acción, por ejemplo, decir: “Tendré esta importante conversación con mi hijo. ¿Qué quiero lograr? No que tenga una mejor idea de mí ni que me escuche, quiero que ocurra lo que sea mejor para su alma”. O cuando estemos en un trato de negocios, no debemos pensar en qué ocurrirá por nuestras razones egoístas, más bien, sólo querer que se se revele la bienaventuranza o la la Luz que puede traer a este mundo.

Cuando esa es nuestra prioridad, cuando lo que verdaderamente queremos de una situación es lo que la Luz del Creador quiere y nos preparamos según eso, entonces la parte interna de todo comienza a hablarnos; no al oído, sino al alma. Y luego, descubriremos en cada situación, conversación y evento lo que la Luz del Creador desea que hagamos.

Por lo tanto, cuando la porción Vayikrá comienza hablando sobre la voz del Creador que sólo es escuchada por Moshé, también nos habla de la voz que todos debemos escuchar. Estamos destinados a llegar a un estado en el que seamos, como dice el Midrash, ángeles y mensajeros que tienen la fuerza de hacer lo que la Luz del Creador quiere que hagamos en este mundo. 

En el Zóhar dice que los carpinteros y los orfebres no tenían el deseo de quedar bien por la realización de su trabajo. Sólo tenían una prioridad: que el trabajo fuese exactamente como la Luz del Creador quería que fuese y que revelase Luz y bendiciones en este mundo. Y luego, dice el Zóhar, la madera y el oro comenzaron a hablarles, les dieron instrucciones para que terminaran su trabajo.

Shabbat Shalom Querida Comunidad

Prana Raquel Pascual

Texto e imagen Michael Berg
https://www.michaelberg.net/es/articles/escuchar-con-nuestra-alma