martes, 1 de noviembre de 2022

Tránsitos planetarios

 


La porción de la semana que estamos recorriendo se llama Lej Leja, que de manera simplista podemos comprender como Vete o Sal de cierto lugar. 

Lo que sucede en esta porción es que El Creador da la instrucción a Avram (aún si la letra H o Hei en su nombre) para que saliera de la casa y ciudad de sus padres, es decir, de sus influencias primeras para dar lugar a una nueva etapa en su vida. 

Podremos comprender que no hay nadie que salga de su hogar paterno/ materno, que se enfrente al mundo y que pueda seguir viviendo igual, sin cambios. Es un gran tránsito de la dependencia infantil y juvenil, a la incipiente madurez que da el comenzar a hacerte cargo de ti mismo.

Avram no era un niño, pero ciertamente estaba en un medio restrictivo de normas limitantes y de creencias un tanto cuanto supersticiosas. Se sabe que su papá era un gran idólatra y que esta fue la gran diferencia que se estableció entre ambos.

A su salida de esa población, Avram ya tenía 99 años, es decir que desde que nació hasta ese momento, ya había tenido 99 retornos solares y una infinidad de tránsitos planetarios que le habían estado preparando para estar listo en algún momento,

Este es un punto interesante que quiero comentar el día de hoy.

Muchos de nosotros solo consideramos la carta natal para pensar en nuestro proceso espiritual, pero, no se puede considerar "proceso" sin movimiento, y la carta natal aunque es una especie de impronta en nuestro destino, experimenta mucho movimiento e influencias en el transcurso de los años. Eso es algo que debemos tener en mente, especialmente cuando pensamos en la instalación de la certeza en que la vida irá cambiando y que no siempre experimentaremos las cosas de una manera fija e inamovible, sino que tendremos muchas modalidades de percepción que nos darán oportunidad de enriquecer nuestros puntos de vista.

¿A qué me refiero? 

A que una carta natal es la referencia que se marca como una muesca en un sistema planetario en movimiento. Naces con los planetas en ciertas posiciones, pero posteriormente esos planetas en el sistema seguirán teniendo tránsitos sobre de este esquema "fijo" natal, influyendo de diferentes maneras al ir girando sobre la circunferencia.

Esto se llaman tránsitos planetarios por casa astrológica y que además, van haciendo aspectos (ángulos) con respecto a los planetas de nuestra natalidad, y de ahí, veremos periodos de cambios en los que experimentamos de una manera que en cierto sentido podríamos llamar "fatal" (fato=destino, no necesariamente en la acepción de "malo", sino de pre-destinado) como van afectándose distintas áreas de nuestra experiencia vital ya que irán "activándose" al toque de estas visitas planetarias.

Lo que llamamos planetas en tránsito son los que se encuentran en este momento en una determinada posición en el espacio, afectando cierta área de tu espacio de referencia por nacimiento.

En su recorrido por el zodiaco afectan a tus planetas natales, apareciendo épocas de crisis y oportunidades personales, así como afectación en tu psique.

Para ver los tránsitos de los planetas debemos utilizar las efemérides o utilizar un programa de astrología, o consultar con un astrólogo profesional, y mirar la posición de los planetas superiores en un año o más, en el pasado, presente o futuro.

Esta es una vista dinámica de la natalidad, la cual nos obliga a un Lej Lejá cada cierto tiempo, ya que hoy quizás tienes Plutón transitando en tu casa 8, pero en unos años estará en la 9 dando otro tipo de vivencias, oportunidades y sensaciones, y posteriormente, en años, cambiará a la casa 10 y así sucesivamente, volviendo variada la experiencia de la humanidad encarnada.

Hay que considerar, que hay muchos actores: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno, Urano y Plutón, tan solo por mencionar lo que se denomina "planetas", y que cada uno de ellos viaja a diferente velocidad por la elíptica: Puedes ver la tabla (no exacta sino aproximada), de cuanto tiempo es lo que dura un cierto planeta por casa astrológica (es decir por cada escenario de la vida, el hogar, los proyectos, la salud y el trabajo, los socios y la pareja etc.).

Pues bien, si alguien comprende esto, sabe que la vida es un libro con ciertos capítulos, y debe estar dispuesto a ser el personaje que le demande las nuevas oportunidades y pruebas de estos tránsitos. 

¿Has notado como tu vida --aunque tiene ciertas constantes--, ha cambiado también sustancialmente desde que naciste hasta ahora?

Notarlo y saberlo puede dar luz en tu proceso evolutivo.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Imagen https://grupovenus.com/ayudatransi.htm



domingo, 30 de octubre de 2022

Dos caminos

 


Dice en la porción Lej Lejá que Avraham viaja desde la tierra donde nació, pero el Creador no le dice hacia dónde va. Sabemos, en retrospectiva, que el Creador lo estaba enviando a lo que en aquel entonces era conocido como la tierra de Canaán, hoy en día conocida como Israel. Era el lugar a donde Avraham necesitaba ir para poder ascender a su siguiente nivel. Y los kabbalistas nos relatan la historia detrás de la que conocemos; Avraham va a una realidad de trabajo espiritual que está más allá de la naturaleza.

Mientras se prepara para su viaje, el Creador dice: Lej lejá […] el haárets asher areca, “Vete […] a la tierra que Yo te mostraré”. El Creador, como dijimos antes, no le dice a Avraham a dónde debe ir, solo le dice que empiece con el viaje. Los kabbalistas enseñan que a medida que Avraham caminaba, llegaba a diferentes tierras; uno es un lugar llamado Aram Najaráyimdonde dice que él ve que las personas están comiendo y bebiendo de forma desorganizada y sin orden. Avraham no sabe si es allí donde tendrá que descansar y ora al Creador y le pide que no fuera ese el lugar donde debía permanecer.

Avraham continúa caminando y llega a la tierra de Canaán, donde dice en el Midrash que vio a las personas que sembraban cuando era debido, y recogían la cosecha en el tiempo correcto; el trabajo en el campo era organizado. Él oró al Creador para que fuera ese el lugar donde pudiera asentarse, y sabemos que por supuesto fue allí donde permaneció.

Los kabbalistas enseñan que cada individuo tiene delante de sí 32.000 caminos posibles, de los cuales ninguno conduce a una conexión con la Luz del Creador. Además de esos 32.000 caminos, hay otro llamado Óraj Jayim, el Camino de la Vida.

Por lo tanto, muchos de nosotros cuando vemos nuestro trabajo espiritual debemos ver que la interrogante no es “¿Nos estamos transformando, estamos haciendo el trabajo espiritual o nos estamos conectando?”, sino más bien “¿Cuán exactos y serios somos con respecto a nuestro trabajo espiritual?”. Creo que algunos de nosotros entendemos que el camino espiritual es uno general y relativamente ambiguo; al compararnos con la persona que éramos hace años atrás, o con otras personas que conocemos, podemos ver que por lo general nos encontramos en el camino correcto con transformación y conexión, pero es ambiguo.

No obstante, la verdad es que no es así. Existen 32.000 caminos similares frente a todos y cada uno de nosotros. Son muy similares y parecen ser los correctos, lo que los kabbalistas llaman Óraj Jayim, el Camino de la Vida, pero no lo son. El número 32.000 no es una coincidencia. Si tomas este número y lo divides entre los años de vida de una persona, y luego lo divides entre los días, el resultado sería aproximadamente dos caminos por día (32.000 dividido entre aproximadamente ochenta años).

Por ende, la enseñanza aquí es que cada día de nuestra vida recibimos la oportunidad, o la apertura, dos veces al día para desviarnos solo un poco. Así que, si cada día, cuando surgen los desafíos y las pruebas, tenemos cuidado de no desviarnos, y atravesamos 32.000 pruebas en nuestra vida, tanto en este mundo como en el siguiente, entonces estamos conectados con el Camino de la Vida.

Conclusión, cada día tenemos que estar atentos a que elijamos el camino más afín a la Luz.

Extraído de El Centro de Kabbalah Internacional

Michael Berg

Publicado por Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

https://www.kabbalah.com/es/articles/maintaining-precision-our-spiritual-work/