lunes, 22 de junio de 2020

Los amigos enemigos

El libro de Números (mismo que estamos leyendo ahora), refleja las situaciones más difíciles de nuestra vida humana, y continuamos leyendo esto en Jukat que es la porción que seguimos esta semana.

Hay algo interesante al respecto y es que pasamos de Korach (Koraj) que era el año 2 de la travesía en el desierto de los israelitas, y de pronto "amanecemos" en el año 40, así, como en un abrir y cerrar de ojos, la última etapa de recorrido de los israelitas caminando en el desierto.

Así nos lo explica Ruth Rosemberg: De lo más fascinante es que son los mismos problemas, aún siguen llorando por lo mismo, quejándose siempre de algo, son el mismo tipo de procesos ligeramente diferentes pero la diferencia en ellos es mínima.

Esto es algo que debemos reflexionar, porque aunque la vida está llena de opciones, nuestra naturaleza reactiva suele abrazarse a los problemas pasados, a los reclamos de lo que no fue, de "lo que me hicieron", "lo que me dejó atorado en un trauma", de "lo que me dijeron que yo era y me creí y jamás volví a retar".

¿Cuántas veces no, la vida es simplemente variaciones sobre del mismo tema porque no logramos ser lo suficientemente distintos?

Entonces es cuando tienen que venir los amigos-enemigos (según el color del cristal con que los miremos: las enfermedades, la muerte, las tragedias, los eventos fortuitos que son los que dan un giro a la situación que muchas veces nosotros somos incapaces de gestionar voluntariamente...

Un mal matrimonio se resuelve a veces por una infidelidad y un abandono...no es que fueras feliz pero tampoco te animabas a terminarlo correctamente y entonces viene "el infortunio" que te libera, pero que tampoco disfrutas, porque ahora que ya no es infelicidad conyugal, se volvió ante tus creencias "infidelidad y engaño"...total, la libertad te sabe amarga porque no la buscaste por ti mismo. 

Otro ejemplo: Una situación de rencor añejo que ahora viene a solucionarse cuando llega la enfermedad y la muerte...finalmente muere la persona a quien siempre se recriminaba y resulta que ahora se olvida todo y solo se recuerda:  "Tan bueno que era"...pero en vida no podías perdonarlo, no podías apreciarlo...

Una vez más, los amigos enemigos son los que cambian la posición de las piezas en el tablero, pero como tú no haces el cambio voluntariamente, saben muy amargo.

Cuántas cosas dejamos para que lleguen los amigos enemigos a solucionar, pero cuando lo solucionan nos sentimos estafados, violentados, y la vida sigue siendo solo un valle de lagrimas.

Te lo digo de corazón; todos podemos pasar por esos eventos pero si no hacemos nuestra parte de transformarnos pro-activamente, solo podremos vivirlos como 40 años (o más) de deambular por el mismo desierto.

Hay que vivir voluntariamente, hay que modificarnos voluntariamente, si no, los amigos enemigos siempre aparecerán en el camino para hacernos tratar de cambiar de rumbo...involuntaria y dolorosamente, como una gran roca en el camino.

No lo eches en saco roto.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2019
Imagen https://protestantedigital.com/print/12938/Usos_multiples_de_una_piedra_en_el_camino

domingo, 21 de junio de 2020

Hacer un balance espiritual


Cuando los israelitas aún estaban en Egipto, el Faraón ideó un plan cuando percibió la amenaza de que estos comenzaran a pensar en la libertad: su respuesta fue aumentar su carga laboral para que no tuvieran tiempo para pensar en rebelarse contra él, sino que “Intentó distraer sus corazones de toda contemplación con la aguda constancia del trabajo que jamás cesaba”.

La senda de los rectos trata los factores principales que hacen que una persona no encuentre el verdadero objetivo de la vida.

Escribe que el problema más básico es que uno puede verse tan absorbido por sus actividades que nunca encuentre tiempo para hacer una pausa y evaluar la dirección que está tomando su vida. 

Esta es una de las tácticas principales del iétzer hará (la inclinación al mal), ya que sabe que, si uno se tomara un momento para analizar sus acciones, se daría cuenta que necesita hacer cambios drásticos. Entonces, lo vuelve tan ocupado que no le queda nada de tiempo libre para pensar en la dirección de su vida.

De la misma forma, el iétzer hará nos envía todo tipo de distracciones para que estemos constantemente ocupados, al punto que nunca podamos tomar una pausa y observar la dirección general que está tomando nuestra vida. 

Un observador, al notar esto, declaró escuetamente: “No es lo mismo hacer cosas que lograr cosas”. 

Puede que alguien esté extremadamente ocupado pero que, si se fijara en lo que está logrando, se desilusionaría, porque sus logros no son lo suficientemente importantes. Una persona que se encontró a sí mismo en este dilema lo expresó con gran claridad: “Estoy muy ocupado, pero en ocasiones me pregunto si lo que hago hará alguna diferencia en el largo plazo”.

Para superar los esfuerzos del iétzer hará para que nunca analicemos la dirección de nuestra vida, La senda de los rectos sugiere enérgicamente que la persona haga un jeshvón hanéfesh, un ‘balance espiritual’ cuya función es recordarnos nuestros objetivos reales y que evaluemos si vivimos de acuerdo con ellos o si los hemos perdido de vista al vernos atrapados en la infinidad de detalles que nos distraen. 

Feliz domingo Comunidad

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta

Basado en https://www.aishlatino.com/tp/i/la-luz-de-la-tora/Hacer-versus-lograr.html

Imagen http://agenciadeaprendizaje.net/tiempo-de-balances/