jueves, 11 de junio de 2020

Buscarle tres pies al gato


Es interesante mencionar acerca de esta porción en que Moisés envía espías, hubieron dos que dieron testimonio positivo de la Tierra de Israel, dos que trajeron solo los hechos. ¿Hay un árbol? Si, hay un árbol. ¿Hay gigante? Si, hay gigantes, pero sin extra poner extra de su cosecha para disuadir o espantar. Dos de doce.

Uno de ellos, Caleb ben Yefuné fue uno de los que dio un testimonio positivo.

Hay quien puede pensar que Caleb, era hijo de alguien llamado Yefuné, ya que la palabra BEN, quiere decir "hijo", pero en realidad yefuné quiere decir "quitarme a mí mismo".

Caleb decidió separarse y ver las cosas diferentes. Era el jefe de la tribu de Yehudá.

Cuando los otros diez empezaron a compartir que había pasado, él quería calmar a la nación y dijo, si podemos ir, si podemos conquistarla, pero los demás decían, no, no podemos manejarlo, se mantenían en el "no podemos y empezaron a condenarlo".

El decía "por favor escúchenme: esta tierra es muy muy buena".

El Creador dijo "Caleb tiene un diferente clase de espíritu, y el va a recibir todas las bendiciones".

Como es que Caleb no estuvo afectado como los demás, no estuvo reactivo como el resto de los jefes de las tribus y eso le permitió ver con claridad.

Me pregunto cuantas veces nos hacemos bolas a nosotros mismos por estar contandonos las mil versiones, inventando lo que podría ser en lugar de solo describir lo que es.

¿Tienes una situación así? ¿Estás buscando los tres pies al gato, aunque sepas que tiene 4? :-)

Simplifica ¿Cuales son los hechos? Decide a partir de eso, no metas extra sufrimiento a tu versión de las cosas.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2017

miércoles, 10 de junio de 2020

Leche y Miel



Imagínate que te es conferida la responsabilidad de evaluar una situación que será de impacto para todos tus congéneres, para toda tu comunidad. De tu veredicto se definirá si se hace algo, o no, para que todos gocen de los beneficios, todo dependiendo de lo que digas tú.

Imagina que estás en ese lugar de responsabilidad y autoridad, y que cuando ves la situación, notas que es muy buena para todos, pero que para ti tiene un costo a nivel personal, algo que interpretas como una pérdida.

Piensa que en ese momento, tienes un acceso de egoísmo, y te niegas a perder tu privilegio o tu beneficio y entonces haces oídos sordos y niegas el acceso a todos los demás a ese bien, solo porque crees que a ti no te conviene.

Ese tipo de conducta lo vemos a diario en nuestras vidas, desde el que no quiere colaborar con un pago extraordinario por mejoras en su edificio hasta en países donde rige la conveniencia y el capital político.

Esos fueron los espías, los que negaron a los integrantes de Israel a entrar a la Tierra Prometida cuando ya habían llegado ¿Por qué? Porque a ellos no les convenía, porque ya no serían necesarios como líderes de las tribus del desierto.

Esto lo vemos aún en nuestros día, constantemente, gente actuando solo por sus propios intereses.

En la Torah nos cuentan que estas personas que no pudieron ver por el verdadero bien común, finalmente murieron en el desierto.

Lo interesante no es la historia escrita por sí misma, sino la coincidencia de lo que podemos ver o actuar en nuestra propia vida e historia humana, donde con tal de no ceder, podemos actuar por mera conveniencia y egoísmo. 

Y así fue como esa generación, no pudo entrar a la tierra "de leche y miel".

Recordemos, en la lectura, Israel no es un lugar terrenal; en el código, Israel se refiere a una representación de una consciencia de amor incondicional y dignidad humana y de el poder de mente sobre materia a la que aspiramos llegar algún día como evolución de este grupo de almas...y sin embargo, aún seguimos deambulando por el desierto de las conveniencias personales.

Reflexionemos.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt