miércoles, 5 de febrero de 2020

El pan del cielo



En esta porción pasan muchos milagros a los israelitas, uno de ellos, nos conecta con la energía de prosperidad y el sustento y con ello me refiero, al pan del cielo, el maná.

Una vez atravesado el Mar Rojo, llegar a las aguas de Marah y que se volvieran dulces, también llegó el momento en el que los israelitas tuvieron hambre y fueron a decirle esto  a Moshe.

¿Qué fue lo que sucedió? El Creador les dio lo que hemos oído mencionar cómo "El Pan del Cielo", el conocido maná que era una sustancia que podía tomar el sabor de lo que pensaras.

Se les indicó que cada uno tomara una medida de un omer (antigua unidad de medida que equivalía más o menos a 1300 gramos) por cabeza, no más- Hubo quien desconfió y tomó más, para finalmente darse cuenta de que si no se comía en el día que se recibía, se echaba a perder.

En realidad no había necesidad de abusar, para todos había y era diario.

Para las gente más espiritual y con más certeza, aparecía justo a las puertas de su tienda, pero para los que no creían o no confiaban, más lejos caía y tenían que salir a buscarlo.

Esta porción nos habla de la certeza y la confianza en la Luz, y de cómo nuestra mente racional nos puede jugar una mala pasada haciéndonos incapaces de recibir aún cuando vemos que está ahí el satisfactor.

Reflexionemos: ¿Donde caería tu maná? ¿Afuera de tu tienda o tendrías que salir a buscarlo?

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta



martes, 4 de febrero de 2020

Poder recibir la solución


La porción de Beshalach es en gran medida el inicio de un proceso de la gente en general, ya no estamos hablando solo de personajes específicos que llevan el peso de la carga de la historia o de la restricción, sino que en este caso, si se les pidió a los israelitas tomar acciones para salir de Egipto, por ejemplo, tuvieron que marcar sus puertas, tuvieron que hacer pan para el viaje, el que llamamos Matzá o pan ácimo. 

En cierto sentido fue Moisés y Aarón con ayuda de HaShem quienes los libertaron, pero algo si hicieron: siguieron instrucciones al pie de la letra aunque no las hayan liderado por sí mismos.

Esta porción tiene esa particularidad, habla de como relacionarnos con la Luz y con nuestro propio proceso, por eso se considera que se liberan y después vuelven a ser perseguidos y cuando ya están en una situación límite.

Veamos a que me refiero con esto: cuando ya estaban fuera, comenzaron a quejarse de todo, y a reclamar que sería mejor haberse quedado de esclavos.

Esto no es broma ni es extraño, es como nos sucede a los humanos, que después de que ya se soluciona algo, resulta que extrañamos el problema;  Ya lograse el divorcio y ahora empiezas a extrañar a la dama o caballero en cuestión...solo porque estar solo tiene su reto, entonces tu memoria olvida todo lo que antes era insoportable y empieza el añorar. Por fin dejaste ese empleo horrible que te explotaba y te marginaba..."uy pero tenía trabajo, quizás mi jefe odioso no lo era tanto" :-O  "Por fin salí de la Universidad, uy que miedo ¿ahora que voy a hacer...?"

No es que realmente quieras volver, es que no sabes como estar en los nuevo, ni tienes convicción de que puedes tener mejores circunstancias, por eso los humanos tenemos tanto vicio por lo que nos hace daño, porque bien lo expresa el dicho, creemos esa idea de "Más vale malo conocido que bueno por conocer", y ese tipo de mentalidad ha arruinado varias vidas.

El propósito de este proceso, que se les concede libertad y luego se los persigue, es que los israelitas aprecien la Luz. 

Es una porción muy humana, pero no por serlo, debiéramos quedarnos atrapados en ello.

¿Qué harás distinto?

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Basado en clase de Beshalach El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen Google