lunes, 27 de enero de 2020

Nuestra mente subconsciente



Estamos recorriendo la porción llamada Bo en la que acontecen las tres últimas plagas de Egipto, antes de la liberación de la nación israelita, misma que siempre deberemos entender en este blog --decodificando--como la gente que hace el trabajo espiritual.

Nos explica Eitan Yardeni:

En esta porción, El Zohar habla aquí de las diez coronas, el Zohar básicamente está hablando de las diez Sefirot de la negatividad. 

De la misma manera que la Luz del Creador se canaliza a través de los diez niveles de iluminación llamados Sefirot, desde la sefirah más alta, Keter, hasta la más baja, Malchut, que es nuestro dominio, el mundo del 1%, (el mundo material) tiene una estructura exactamente paralela pero en sentido inverso, es decir a las diez Sefirot  de impureza- Misma estructura pero en lugar de ser de pureza, es de impureza.



Cuando estamos en nuestro propio Egipto personal (los patrones negativos que nos controlan), es cuando estamos gobernados por las diez Sefirot de la impureza. Nuestro objetivo es liberarnos de esas diez Sefirot de impureza y entrar en las Sfirot o al nivel de iluminación de PUREZA.



Más específicamente, el Zohar habla de tres Klipot. Como sabemos, klipah es la traducción de la palabra "caparazón", la fuerza negativa que cubre nuestra alma. Así que hay tres cascaras o caparazones, que en el código se mencionan como es "el primogénito de Faraón", "el primogénito del sirviente de la doncella" y "el primogénito del ganado". 

Los tres representan las Klipot o las fuerzas negativas en el nivel de Keter, Chochmah y Binah. "Faraón" no era más que un nombre en clave para el nivel más alto de negatividad, el nivel más alto de klipah, en el nivel de Keter.

¿Donde debemos de poner atención para poder liberarnos de estas capas de negatividad en las que todos estamos en mayor o menor medida cuando nacemos en este mundo físico?

En nuestra mente subconsciente que es de donde emanan los patrones de pensamiento en el que todos somos esclavos. Esta mente es la que nos hace tener ciertas reacciones, ciertas respuestas, ciertas acciones que nos hacen sentir desconectados o entrar en conductas de caos.

Nuestra mente subconsciente en su mayor parte está gobernada por las Klipot y el espíritu impuro: ciertas respuestas, ciertos temores a las situaciones, vienen de ese sistema limitado de creencias.

¿Donde hay que trabajar? En nuestra mente subconsciente que en tantas áreas de nuestra vida, nos resulta limitante y la vivimos como un bloqueo.

Este es el foco para poder liberarnos genuinamente de los patrones negativos. 

¿Identificas ya tus patrones negativos? ¿Eres necio? ¿Eres soberbio? ¿Eres perezoso? ¿Eres desidioso? ¿Eres iracundo? ¿Eres permisivo?Muchas maneras de manifestar. Identificar y trabajar en ellas, eso te irá liberando.

Feliz lunes Comunidad ¡A trabajar!

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Basado en clase de Eitan Yardeni 2006


domingo, 26 de enero de 2020

La cárcel imaginaria



Estamos en la porción llamada Bo, y en ella se experimentarán las tres últimas plagas, que dicho sea de paso son las que representan los niveles espirituales más altos, Binah, Jojmá, y Keter, es decir, la intensidad de cada una de ellas era aún más fuerte que las siete de la semana pasada (de las cuales hemos hablado en otros años del blog, por si estás interesado en saber cuales son).

Esta porción nos habla de como tomar nuestra libertad a un nivel más elevado.

Es muy interesante que hasta la libertad tenga niveles: puedes estar sometido literalmente (Di.os no quiera), o puedes estar caminando aparentemente libre en un campo de flores, pero si tu mente esté en batalla y con confusión, esa libertad es ilusoria.

Aparentemente el que va caminando a su propia "voluntad" es libre, pero si en su mente tiene creencias que le limitan, desorden, caos y confusión, no es un candado físico, pero uno más sofisticado que le ata de una manera más sutil, menos perceptible pero indiscutiblemente lo esclaviza.

Es fascinante desde la perspectiva del estudiante que quiere aprender, ver cuantas plagas tienen que venir al Faraón y a Egipto y que no cambiaba nada. 

En el más básico de los niveles tenemos que pasar "n" veces por la misma  lección para cambiar. En su caso, su economía fue destruida, la gente moría y aun así, él volvía a su gran creencia de no los dejar libres a los israelitas, cada vez olvidaba el sufrimiento y su corazón volvía a endurecerse, tanto, que hasta el último momento los persiguió hasta el Mar Rojo y fue cuando el mar se abrió.

Hay una razón de por qué el Faraón no cambio sus maneras a su estado natural: no era alguien que quería cambiar y después del caos que experimentaban, le volvía al deseo de recibir para si mismo. 

¿Cómo lo vemos nosotros en nuestra propia vida?

Cuando vamos por los problemas de la vida y esto no nos garantiza que estamos asimilando la lección, es una "claridad" temporal y volvemos a las andadas. Se olvida por completo.

¿Te has visto en una situación así? Momentos en los que estás en la gran convicción de que no volverás a caer, a elegir ese camino pedregoso, esa situación disonante, esa merma en tu energía...y cuando menos lo esperas ya estás nuevamente en tu calabozo mental?

Reflexiona. Esto lo experimentamos todos en mayor o menor grado. ¿Cual es el patrón que debieras poder trascender?

Feliz domingo

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2017