miércoles, 4 de diciembre de 2019

Los cuatro pasos que nos debes olvidar


Hoy vamos a regresar a una de las lecciones más básicas pero que más se nos olvidan cuando somos estudiantes de Kabbalah: Las cuatro fases de la creación.

Toda manifestación, todo recibir con merecimiento tiene que pasar por estas cuatro fases para que la Luz pueda revelarse:

1)  La Luz da y la vasija recibe. No hay deseo por parte de la vasija, pero recibe.
2)  Despierta el deseo de la Vasija. La vasija empieza a desear la Luz después de haberla experimentado.
3)  Dar. La vasija despierta su deseo de Dar. La Vasija adquiere la esencia de la luz, y así como una taza adquiere la temperatura del líquido que le vierten y queda en ella algo del liquido que contuvo, así la vasija empieza a tener una esencia como la luz y querer compartir,
4) La Luz se retira para que la vasija pueda hacer su trabajo de dar y manifestar la Luz, es un momento que se siente oscuro, pareciera que es el peor momento, el de haber sido abandonado...pero es el momento en que de verdad hay que hacer restricción y no ceder a los impulsos de dejar de compartir o dejar de esforzarse, ese es el momento en que verdaderamente puedes ser como la Luz y hacer que nuevamente se retire el velo y la luz brille en tu vida.

Nosotros somos la Vasija, no lo olvides.

¿Estás en un momento oscuro? No puedes darte por vencido. 

No se trata de abrazarte más a tu ego o a la avaricia, es el
momento de seguir compartiendo de seguir esforzándote en
aprender en dar lo mejor de ti. Solo ahí, es Luz perdurable,
cuando te la ganas.

Alguna reflexión Comunidad?

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera / Psicoterapeuta


lunes, 2 de diciembre de 2019

Salir de Be'er Sheba


Estamos en la porción llamada Vayetzé y una de las cosas más notables que suceden en ella, es el sueño de la escalera de ángeles que tiene Jacob en su camino de Be'er Sheba (siete pozos) a Jarán (enojo), donde tuvo un gran despertar.


Uno de los conceptos más dominantes de esta porción, habla de salir de nosotros mismos, de ir un paso más allá de nuestra zona de confort.

Por supuesto salió después del evento de la bendición como primogénito que "robó" a su hermano Esaú, con ayuda de su madre Rivka. Tuvo que huir porque Esaú le mataría por ello.

La verdad, hay varias explicaciones al respecto de esto. Una de ellas que siempre me quedo pensando es que en realidad él no la robó, ya que el mismo Esaú se le vendió por un plato de lentejas. Esaú no la apreció suficiente y simplemente un día de cansancio después de cazar, el hermanos cazador le pidió un tazón de sopa y Jacob le dijo que se lo daría a cambio de la primogenitura.

Sea como sea, Esaú no se puso a pensar si el había malgastado su bendición o no, simplemente se enfureció cuando realmente le dieron la bendición al otro, pero lo que es cierto es que si Jacob no hubiera salido de donde estaba, tampoco hubiera crecido como lo hizo.

Así nosotros.

La vida te ha estado enfrentando a lo involuntario, a lo irremediable, a lo que parece irreparable. Pues bien, quizás ha llegado el momento de moverse de lugar, ya sea físico o anímico.

Lo dejaré aquí para que lo reflexionemos.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera / Psicoterapeuta
Imagen 
https://www.chabad.org/library/article_cdo/aid/4451078/jewish/Beer-Sheva-Beersheba.htm