sábado, 16 de noviembre de 2019

Acerca de los consejos


En muchos sentidos, esta porción nos habla de que para poder ayudar a alguien, es necesario que esta persona quiera realmente la ayuda. Todos tenemos miles de consejos para repartir, pero eso no quiere decir que tenemos ni derecho de darlos, ni de exigir a nadie que sea como nosotros se los estamos recetando.

Uno solo pueda ayudar cuando la otra persona 1) quiere  escuchar (diciéndolo con términos kabbalistas, cuando hay vasija) y 2) cuando me preocupo realmente por la otra persona, estos son los dos requisitos indispensables antes de que pensemos que tenemos la solución que todos necesitan.

Si la persona no te pide ayuda, si no quiere escuchar, quiere decir que solo lo quieres decir por ti, por tu ganas de decirle algo que te llena a ti algo de tu ego, o desde una posición de "yo si sé" o de "Tu tienes que cambiar hacia ser como YO quiero que seas, o hacia donde a mi me conviene"

La manera genuina de querer a alguien, es quererlo tal cual es, aunque no sea como nosotros queremos, cualquier otra cosa es condicionar nuestro cariño o aceptación.

Por otra parte, ¿Cuántos de todos los consejos que damos durante el día los tenemos conquistados en nosotros mismos?

Los patriarcas que leemos en la Torah, se empujaban hacia su siguiente nivel de desarrollo personal y espiritual, quien no hace eso no puede aconsejar.

No podemos ayudar si nosotros no hemos conquistado ese mismo aspecto, si no hemos atravesado lo que la persona ha estado atravesando, solo así podemos tener la misericordia necesaria para entender empáticamente, por qué trance está pasando esa persona, si no lo sabemos podemos mantenernos acompañándolos pero con un respetuoso silencio.

Lecciones por aprender, cuanto antes mejor.

Shabbat Shalom Querida Comunidad

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera
Basado en clases de El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://www.vitalcoachingbarcelona.com/como-desarrollar-la-empatia-2/

viernes, 15 de noviembre de 2019

La mujer de Lot



El deseo es nuestra moneda en la vida, y el trabajo más importante es ¿Dónde la invierto?

En una semana en la que hay tanto que ver y tanto que aprender, el mensaje en el que me quiero detener ahora, es en el de la esposa de Lot, que en realidad, aparece prácticamente en un renglón del texto aunque en el Midrash haya más datos. Sin embargo, a pesar de que es muy breve la aparición,  ha dado para mucho que mencionar en la historia humana, y seguramente lo has escuchado como "volverse una estatua de sal".

Si uno revisa versiones de la Biblia verá que hay diferencias de cómo sucedieron las cosas, pero coincide en que Lot defendió a los Ángeles de los ataques de los habitantes de la ciudad, y también en que no solo se salió sino que trató de poner algunos peros y de salvar un pequeño pueblito llamado Zoar...de momento sin más detalles al respecto si se salva esa población.

Sin embargo, aún habiendo salvado esa población, ellos realmente no corren hacia allí sino hacia el monte, sin embargo, en la huida, la esposa de Lot no sigue la instrucción de no voltear a mirar la destrucción que se dio con una lluvia de fuego y azufre, y es cuando queda convertida en una estatua de sal.

Me quedo pensando en muchos momentos de mi vida en los que he tenido que dejar lugares o situaciones, por alguna razón y siempre he tenido en mi mente la frase "no voltees para atrás, porque te vuelves una estatua de sal".

Pienso que voltear para aferrarse al pasado es una gran trampa de quedar paralizado, de quedar atrapado en lo que fue y no en lo que puede ser, quedarse atado a lo que ya no tienen energía para dar más...y sin embargo es una de las posibilidades humanas, quedar en el allá y entonces. Un verdadero peligro.

¿Tu que reflexionas Comunidad? ¿A ti que te queda de la porción de esta semana? ¿Donde invertirás tu deseo, hacia tu futuro o lo invertirás en voltear para atrás?

Shabbat Shalom al vislumbrarse las tres primeras estrellas en el firmamento.

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach