viernes, 15 de noviembre de 2019

La mujer de Lot



El deseo es nuestra moneda en la vida, y el trabajo más importante es ¿Dónde la invierto?

En una semana en la que hay tanto que ver y tanto que aprender, el mensaje en el que me quiero detener ahora, es en el de la esposa de Lot, que en realidad, aparece prácticamente en un renglón del texto aunque en el Midrash haya más datos. Sin embargo, a pesar de que es muy breve la aparición,  ha dado para mucho que mencionar en la historia humana, y seguramente lo has escuchado como "volverse una estatua de sal".

Si uno revisa versiones de la Biblia verá que hay diferencias de cómo sucedieron las cosas, pero coincide en que Lot defendió a los Ángeles de los ataques de los habitantes de la ciudad, y también en que no solo se salió sino que trató de poner algunos peros y de salvar un pequeño pueblito llamado Zoar...de momento sin más detalles al respecto si se salva esa población.

Sin embargo, aún habiendo salvado esa población, ellos realmente no corren hacia allí sino hacia el monte, sin embargo, en la huida, la esposa de Lot no sigue la instrucción de no voltear a mirar la destrucción que se dio con una lluvia de fuego y azufre, y es cuando queda convertida en una estatua de sal.

Me quedo pensando en muchos momentos de mi vida en los que he tenido que dejar lugares o situaciones, por alguna razón y siempre he tenido en mi mente la frase "no voltees para atrás, porque te vuelves una estatua de sal".

Pienso que voltear para aferrarse al pasado es una gran trampa de quedar paralizado, de quedar atrapado en lo que fue y no en lo que puede ser, quedarse atado a lo que ya no tienen energía para dar más...y sin embargo es una de las posibilidades humanas, quedar en el allá y entonces. Un verdadero peligro.

¿Tu que reflexionas Comunidad? ¿A ti que te queda de la porción de esta semana? ¿Donde invertirás tu deseo, hacia tu futuro o lo invertirás en voltear para atrás?

Shabbat Shalom al vislumbrarse las tres primeras estrellas en el firmamento.

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach

jueves, 14 de noviembre de 2019

Automático

En la porción de esta semana pasan muchas cosas como ya lo hemos dicho. Una de ellas importantísima es que se da "la atadura de Isaac".

Cuando hablamos de esto estamos hablando de una clarificación expresa de lo importante que es la restricción en el trabajo espiritual, de hecho, que el trabajo espiritual es la restricción para ser completamente claros.

Sabemos los años que Abraham y Sarah pasaron sin poder concebir un hijo y cuando finalmente lo tuvieron --Isaac-- llaga Di.os con Abraham y le ordena sacrificarlo...

¿Que tipo de Di.os es el que te da y te quita? ¿No se dice que quien hace eso con el diablo se desquita?

En realidad, lo que se le pidió a Abraham es que no fuera automáticamente bondadoso. Y por su parte, Isaac, que tenía la naturaleza de recibir, se le pidió que abandonara esa naturaleza y simplemente dejara ir...su vida si era necesario. Y estuvo dispuesto...ambos pudieron retar su naturaleza básica y pasaron la prueba :-)

Lo que realmente trabajamos en la espiritualidad es nuestro automatismo. Aún hacer actos de compartir que hacemos porque nos sentimos cómodos con ello hay que retarlo: ¿lo haces porque quieres o por rutina?

Muchos momentos de nuestra vida se borran en la noche de los tiempos porque son tan automáticos, tan inconscientes que ni siquiera alcanza la energía que tuvieron para mantenerse en la memoria. 

Nosotros no queremos ser automáticos, queremos ser conscientes.

Esa es también la energía de esta semana.

¿Qué tal eres para vivir con intención o que tan automático eres?

Reflexiona y haz algo al respecto.

Prana Raquel Pascual
Psicoterapia Gestalt & Coach
Imagen https://www.abc.es/motor/reportajes/abci-coche-automatico-conduce-este-modo-201604171421_noticia.html