lunes, 26 de agosto de 2019

La palabra clave: Continuidad



Todas las personas que estamos alertas de nuestro camino de vida, seguramente nos habremos preguntado más de una vez...¿Habré equivocado el camino? ¿Debería haber seguido una senda distinta?

Esta es una pregunta muy difícil de responder.

Hay una clave que nos da Rav Ashlag para saber si estamos haciendo la decisión correcta en un camino o no, explica Michael Berg.

"La palabra que nos da la pista de si estamos en un camino equivocado o correcto es observar si tiene continuidad."

¿Has experimentado alguna vez esa extraña sensación de que por más que intentas hacer algo, un negocio, preservar una relación o un empleo, concretar algún proyecto...una vez iniciado comienzas a batallar con bloqueos más allá de tu voluntad

Puedes sentir que de tu parte estás poniendo toda "la carne en el asador", pero que algo cierra y cierra el camino casi como si fuera una maldición.

Prosigue Michael: "El camino equivocado no da frutos, no tiene continuidad y va a ser bloqueado completamente."

"Las elecciones que se conecten con el verdadero deseo  verán el fruto y esa es la única manera de ver que esa elección fue la correcta."

La única manera de saber si cada uno de nosotros está sembrando bendiciones es que las cosas tengan continuidad.

Sé que algunos conceptos pueden chocar de frente contra nuestro ego, por eso a mis pacientes y coachees les hago consultas como ¿Estabas preparado en conocimiento experto y en voluntad? ¿Estabas claro o confuso de tus objetivos y cómo alcanzarlos? ¿Pusiste todo tu foco sin distracciones para que sucediera? ¿Actuaste cuidadosamente y sin impulsividad? ¿Involucrase a las personas adecuadas en tu proyecto?...¿Tuviste señales de que algo andaba mal y no les hiciste caso? 

La verdad, puede que estas preguntas tengan todas respuestas positivas pero aún así algo casi como una mano invisible te impidió seguir es muy posible que la senda no fuera para ti, punto.

Se que es un tema que puede causar ruido, pero a veces es más obvio de lo que parece y es solo nuestro ego el que se niega a reconocerlo: No era para ti.

¿Qué puedes aprender de tu experiencia personal al respecto Comunidad? 

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach

Inspirado en plática de Michael Berg El Centro de Kabbalah Internacional (las letras en itálica son citas)


domingo, 25 de agosto de 2019

Repasando el Orgullo


Siempre que vemos una situación de dificultad debemos saber que no es la realidad total sino que esta situación negativa es solo la capa que revelará una gran bendición, pero esto solo sucede a partir de nuestra transformación del  deseo de recibir para nosotros mismos, eso es lo que nos permitirá abrirlo.

Recordemos que a qué se refiere el concepto llamado el deseo de recibir para nosotros mismos, esto es clave en el entendimiento de la Kabbalah. 

Podríamos caer en la simplificación inconveniente de nombrarlo "egoísmo", pero adquiere muchas tonalidades que a veces pasan invisibles en nuestro criterio y por eso también resulta difícil identificarla para cambiar. Afinemos:

En este periodo que nos acercamos a Rosh Hashaná y que tenemos la oportunidad de hacer un cambio antes, para no llevarnos cargas innecesarias al nuevo año, recordemos cuales son las extensiones del ego básicas, de las cuales se deriva todas los demás  formas de presentarse.

Sé que a muchos de nosotros nos parece que no tenemos ninguna, pero esta confesión es una prioridad para cada uno de nosotros más que para que alguien nos vea y lo sepa, para nosotros enterarnos de que no nos estamos haciendo ningún bien. He aquí las cinco extensiones:

Orgullo, Ira, Control, Juicio, Odio.

Hablemos del ORGULLO, detengamos ahí por hoy:

Orgullo: este puede presentarse de muchas maneras, pero una de ellas menos evidente que la altanería o la soberbia, puede verse como la vergüenza de ser visto como poco capaz, como fracasado, como incapaz de solucionar algo. Esta apoya muy malas decisiones con tal de "tapar el ojo al macho", o volvernos impermeables a aprender con tal de abrazarse a una idea que no es correcta, pero que demostraría que hemos estado equivocados. O a no recibir un buen consejo con tal de no aceptar que hemos estado haciendo algo mal. Fácilmente nos podrá conectar con Odio e Ira ya que sentirnos humillados suele llevarnos a una oposición fuerte hacia quien parece haber sido el agresor.

Por supuesto también tiene su lado asociado a cuando nos sentimos poderosos, cuando pensamos que no hay nadie que tenga nada que enseñarnos, que no requerimos de otro punto de vista porque ¿Para qué? Si ya nos sentimos completos. Este el orgullo altanero que mencioné antes, que puede maltratar a otros cuando se siente en posición de mandar o decidir sobre de otros. Puede generar dictadores, gente autoritaria. Personas necias, tercas que no cambian su opinión ni aunque vean que los está llevando a ellos y a la gente que de el o ella dependan al hoyo.

Es muy difícil ayudar a alguien que se cree que está bien aunque le vaya mal. :-(

Por supuesto una posibilidad balanceada de tener amor propio, pero como siempre, el equilibrio está en un punto muy delicado que fácilmente voltear los platos de la balanza hacia cualquiera de los aspectos destructivos.

¿Tu que reflexionas al respecto?

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach

Inspirado en enseñanzas de El Centro de Kabbalah Internacional