martes, 25 de junio de 2019

"Puertas corredizas"


Todos hemos vivido situaciones que interpretamos como injustas ¿Cierto?

No creo que nadie haya podido llegar hasta cierta edad y no haber experimentado el amargo sabor de que algo "no es justo" en su proceso. Algún rechazo, algún juicio, alguna acción o simplemente los eventos sociales que generalmente nos rodean: Esto no es justo.

Palabras que estarán en nuestra vida una y varias veces.

Pues bien, les contaré de la historia de Korach, el personaje de la porción de esta semana:

Korach era de la familia de Leví, sumamente inteligente, muy elevado y muy sabio, pero un día entró en una disputa con Moshé y sin entrar en este momento en más detalles, cuando se separaron, la tierra se tragó a Korach y a 250 personas que estaban pensando hacerle una revolución a Moshé.

¿Que podemos aprender de Korach?

Las razones que exponía podían ser incluso ciertas, incluso dignas de pararse a pensar, a cavilar sobre sus fundamentos; calibrar la verdad y la situación desde muchos puntos de vista...

¿Es que entonces no vale la pena pelear por una causa justa?

En realidad, todos tenemos alguna confrontación: Todos. Y a veces la razón parece perder la batalla. A veces la sensatez parece no ser la regla a seguir.

Aquí viene un punto que es MEDULAR de tener siempre en mente:

Recordemos que los argumentos del Satán siempre van a ser válidos. Son excelentes argumentos, especialmente para destruir otros argumentos que quizás debiéramos considerar. Si los argumentos de nuestro ego no tuvieran ese tinte de validez no sería tan problemático solucionarlos.

Los argumentos que Korach daba eran 100% verdaderos, tanto que los ángeles no sabían a quien darle la razón.

Hay una enseñanza aquí, muy difícil de asimilar pero que más nos vale masticar, deglutir hasta digerirla: Tener razón no quiere decir que necesariamente es algo que me corresponde.

Lo sé, lo sé es complicado asimilarlo pero de verdad que en esta vida no todos los caminos son los que debemos tomar y a veces sufrimos desvíos que no logramos comprender.

¿Viste alguna vez la película Sliding Doors (Puertas Corredizas)?

Todos vivimos con esa intriga..."¿Qué hubiera sido si hubiera subido a ese tren?" "¿Qué hubiera si hubiera aceptado es empleo?" "¿Qué hubiera sido si hubiera seguido con tal o cual persona...?

Lo que es cierto es que cuando algo sucede en tu vida con una contundencia implacable, sin opción ni siquiera a tu libre albedrío, muy posiblemente podrás comprobar más tarde que fue totalmente adecuado que algo se interpusiera en tu camino...

Lo que si, una vez que eso suceda, no necees, pero sin embargo toma otro camino y no dejes de empujar la piedra, no te quedes a llorar por la leche derramada...emprende la ruta nueva lo antes posible y trata de no voltear para atrás. 

Con suerte y sabiduría, un día comprenderás por qué se te cerró tan contundentemente esa puerta.

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach.
Apoyo en la clase de David Benzaquén El Centro de Kabblaha 2010



lunes, 24 de junio de 2019

Conectar con la abundancia


Esta semana a la porción habla de un señor llamado Korach, quien era el hombre más rico de todos los israelitas, ya que se había encontrado el tesoro escondido de Yosef.

Lo que sucede esta semana, es que su esposa le empieza a cuestionar del por qué Moisés era el líder y del por qué Aarón era el sacerdote.

Siendo que era el hombre más rico de todos, cuando su esposa le señalo esto, lo que le mostró fue "la carencia", la percepción de que algo "no es suficiente".

Aquí hay una afinación de nuestra consciencia muy importante: nuestra alma, lo que realmente desea es Luz, un crecimiento espiritual, sin embargo, puede haber una confusión importante y buscar el reconocimiento y logro material como si eso fuera realmente el alimento del alma.

Esta porción es una llamada para re-conectarte con la abundancia, no con la carencia ya que esta última está dominada por El Satán y de ahí caemos en la sensación de celos, de envidia, de mal de ojo hacia los que tienen lo que nosotros creemos merecer y no tenemos.

Esta carencia es la pequeña puerta que conduce a una gran des-conexión.

Esta semana podemos cambiar esa sensación. Saber que cuando me enfrento a algo incomodo estoy creciendo.


Queremos estudiar para poder estar conectados con la abundancia.

Feliz semana Comunidad


Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach
Apoyada en clase de Ariel Grunwald Centro de Kabbalah 2010