domingo, 24 de marzo de 2019

Cultivar Entendimiento


Sheminí significa “el octavo” en arameo.

Cuando el Kabbalah hablamos del número ocho debemos comprender que esto tiene algo que ver con la séfira llamada Binah, el entendimiento.

Una conexión con Biná nos ayuda a internalizar la información que absorbemos constantemente durante el día y a convertirla en un conocimiento que es entendido con nuestro corazón, no sólo con nuestra cabeza. 

Esta es la clase de entendimiento que necesitamos alcanzar para poder conectar con la Luz y ayudar a los demás a hacer lo mismo también.

¿Has visto cuántas veces sabes la respuesta correcta y eso no es suficiente?

Saber intelectualmente en el nivel humano generalmente no resulta suficiente para calmarnos o brindarnos la plenitud que necesitamos.

Por ejemplo: Sabemos que un empleo terminó "por algo"...pero no satisface suficiente a nuestro interior; sabemos que una relación que se rompe "es por algo", pero eso no detiene la sensación de vacío.

Alguien deja el plano físico, sabemos que era su hora, que ya sufría...pero que "todo pase por algo" no parece ser suficiente. 

Sufrimos un robo, una desgracia...decimos "todo pasa por algo" como una fórmula que nos consuele de lo que parece un lugar común, una frase "new age" que no llena pero "hay que decir algo". 

Personalmente no me gusta que me digan esa frase para consolarme (ni gusto yo de decirlo a nadie) si es que no hay trabajo interno aún para mencionarlo, prefiero guardar silencio hasta que la conexión se logre y esas palabras tengan peso propio y realmente se puedan entender...

La verdad es que esta conexión con un entendimiento superior se cultiva, no puede apurarse demasiado, y si no eres un alma elevadísima que de verdad no tenga sentimientos humanos, tendrás que pasar por un dolor generalmente emocional para procesar y llegar a realmente entender.

Pero si pasas por ese "sacrificio", y sigues frente a la situación con certeza de que algo ahí si está en el orden correcto y persistes buscando la conexión, lo lograrás.

Esta semana tiene este obsequio si podemos recibirlo: conexión con el entendimiento, así que prestemos atención. 

Feliz semana Comunidad

Prana Raquel Pascual

Texto apoyado en clase de El Rav Berg:
https://elcentrodekabbalah.com/enlinea/zohar/shemini
Imagen encontrada en https://ofminmaculada.org/la-palabra-todo/2655-el-fuego-del-amor-18


viernes, 22 de marzo de 2019

Elevarse


La porción Tsav comienza con este versículo: “El Eterno habló a Moshé para decir: ‘Ordena a Aharón y sus hijos diciendo: Esta es la ley de la ofrenda quemada…’”. En apariencia, toda esta sección sólo trata leyes muy técnicas sobre el proceso para realizar un sacrificio. Sin embargo, sabemos que cada sección de la Torá tiene una lección por enseñarnos sobre nuestro trabajo espiritual. 

Una de esas enseñanzas viene de Rav Avraham Yehoshúa Heshel de Apta, que explica este versículo en su libro Ohev Yisrael. Rav Heshel nos dice que si bien olá es la palabra usada para “ofrenda quemada”, su significado literal es: “ascender”. Por lo tanto, explica que este versículo y sección en realidad nos enseñan a ser una olá, es decir, nos muestra cómo elevarnos y qué hacer para que nuestra alma ascienda y se conecte con la Luz del Creador.

¿Cómo hacemos esto? Rav Heshel explica que la mejor manera de alcanzar este nivel de elevación es ver nuestra propia raíz y fuente espiritual. 

Escribe en su libro: “Tus ojos deben mirar por delante de ti”, lo cual significa que siempre debemos recordar nuestra fuente. La palabra hebrea usada para la frase “por delante de ti” es nojaj, la cual es un acrónimo en hebreo para nishmat col jai: “el alma de todo lo que vive”, para referirse a la fuente del alma de una persona

Además, la palabra nojaj es numéricamente equivalente a la palabra mazalá, y los kabbalistas explican que dicha palabra es la fuente espiritual que todos tenemos. 

Para explicar un poco mejor qué es mazalá, los sabios escriben que a menudo, cuando nos asustamos sin razón aparente, quizá es debido a que sentimos las cosas negativas que ocurren a nuestro alrededor y que, aunque nuestros ojos físicos no las vean, nuestra mazalá sí.

Toda persona tiene una fuente celestial con la que está conectada siempre. Y es a través de dicha fuente, o mazalá, que recibimos nuestra Luz espiritual. Es hermoso e importante saber que la conexión con nuestra mazalá personal es constante; ya sea que realicemos acciones positivas o negativas, nunca se rompe dicha conexión. Así pues, entender que siempre tenemos nuestra propia mazalá, o conexión con nuestra fuente, debería ayudarnos a elevarnos a nivel espiritual. 

¿Por qué? Porque reconocer y recordar que siempre estamos conectados con los Mundos Celestiales y con la Luz del Creador puede ayudar a abstenernos de realizar acciones negativas. Si una persona está consciente de su mazalá, se eleva cada vez más alto hasta estar completamente unido al Creador.

Asimismo, el Ohev Yisrael nos dice que en la primera frase de la porción Tsav dice: “Esta es la ley de la ofrenda quemada”, la palabra hebrea para “esta” es zot, y se refiere a mazalá. A través de esto, nos damos cuenta de que la belleza y la sabiduría que este versículo comparte con nosotros es que la ley para volvernos olá, espiritualmente elevados, consiste en entender que tenemos una conexión constante con los Mundos Celestiales y la Luz del Creador. Esta es una lección importante que debemos recordar, no sólo durante Shabat Tsav, sino siempre.
Michael Berg

Shabbat Shalom al observarse las primeras tres estrellas en el firmamento.

Prana Raquel Pascual
Texto https://www.michaelberg.net/es/articles/c%C3%B3mo-elevarnos-nivel-espiritual
Imagen https://es.kabbalah.com/elevarse-para-ver-lo-bueno