domingo, 12 de agosto de 2018

Empieza la búsqeda

¡Bienvenido Elul!

Amanecemos ya con la Luna en el signo de Virgo y con ello comienza "oficialmente" el periodo de preparación para Rosh Hashaná, el inicio del año nuevo del alma humana.

En Elul entramos a la preparación tal como quien va a tener que ir frente a un juez. Ni siquiera es frente a Di.os, El Cosmos es el Juez que mide en cada uno de nosotros, cuanta luz podemos manejar en el siguiente año. 

Este mes son días para estar listos, para poder medir nuestra vasija, que podamos estar listos para esa revelación.


Estos son días de cambio, de búsqueda del alma. De admitir y de confrontar a personas a quienes no confrontamos cuando era necesario, encontrar la negatividad que hemos permitido en nuestro proceso, lidiar con cosas que pueden limpiar mi vida.

Días de involucrarse en la conducta más espiritual que nos podamos involucrar, no en religiosidad sino en actitud curiosa de búsqueda interna. 

En estos días el Universo nos puede ofrecer soporte de estas cosas que no nos acordamos, y que debemos sortear e ir en el proceso de limpiar lo más posible antes de RH.

Es importante que captemos: negatividad no es necesariamente "maldad". Negatividad es oscuridad, donde no hubo revelación de Luz. 

Por ejemplo, si tuviste un evento muy doloroso en tu vida y aún no entiendes qué tenías que aprender y transformar de ello, ahí hay negatividad, no se ha encendido "el foco" de "para qué" y cómo salir de ahí más grande, más adulto, más maduro y más capaz de manejarte.

Todos esos lugares donde digas "no entiendo por qué..." Ahí puedes buscar. 

¿Por qué a mi ? ¿Por qué si o por qué no?

Virgo tiene unos ojos detallista y precisos que si hay una habitación limpia, puede encontrar el rincón en que se les olvidó pasar el plumero. Ve, no por criticar (en su estado más balanceado), sino para arreglar, para corregir y llevar las cosas a su estado más puro.

Comencemos la jornada para llegar ante el Cosmos claros y serenos y poder decirle:

¡¡Aquí estoy frente a Ti y Te digo: Deseo mucha más Vida!!

A trabajar Comunidad

Prana Raquel Pascual

Basado en clase de Ruth Rosemberg Shoftim, 2013
Imagen : http://www.mndelgolfo.com/reportaje/como-funciona-una-linterna/




sábado, 11 de agosto de 2018

Crear con nuestras palabras, Ver nuevos niveles de consciencia


La palabra Reé significa “ver”. ¿Qué significa ver? Ir a nuevos niveles de consciencia.

Cuando Moshé llegó a la frontera de la Tierra de Israel y dijo al Creador: “Permíteme continuar y ver la tierra”, usó la palabra Na, que significa: “Por favor”. Los kabbalistas dicen que Moshé sabía que cada vez que decía la palabra Na dos veces, la petición era concedida; por ejemplo, cuando quiso sanar a su hermana Miriam dijo la palabra Na dos veces.

La respuesta del Creador a Moshé fue: “No me hables, deja de pedirme esto”. Ya que, si Moshé decía Na una vez más, habría recibido el permiso para entrar en la Tierra de Israel. Así pues, si lo leemos literalmente, es muy curioso; pareciera que el Creador estuviese bajo el control de Moshé. Así no es como la mayoría de la gente concibe a Dios, a quien vemos como omnipotente. ¿Acaso no bastaba con que el Creador no quisiese que Moshé entrara en la Tierra de Israel para que efectivamente no pudiera entrar? ¿Qué diferencia habrían hecho las palabras que Moshé usara?

En la creación del mundo, el Creador puso en marcha un sistema; una parte muy importante de este es que nuestras palabras de verdad crean. Y si bien es cierto que, si el Creador hubiese querido cambiar la naturaleza y no permitir que Moshé entrase, aunque hubiese orado con la palabra Na dos veces, Él pudo haberlo hecho. Pero la manera en la que está estructurado el sistema espiritual —que el Creador no rompe a menos que sea extremadamente necesario— es que nosotros creamos con nuestras palabras.

Por lo tanto, si Moshé hubiese dicho Na dos veces, habría entrado a la Tierra de Israel. Esa es la naturaleza de este sistema y el poder de nuestras palabras. La mayoría de las personas piensan en la oración como una manera de pedirle cosas a Dios. No obstante, con esto aprendemos que la oración no es un modo de pedir, sino de crear. Y este es uno de los más grandes regalos que recibimos en Shabat Reé.

Hay que darnos cuenta de algo:

La cantidad de fuerza que tenemos cuando creamos con nuestras palabras de oración depende sólo de cuánto estamos conscientes de que la Luz del Creador está con nosotros. Y tiene que abarcarlo todo; no puede ser sólo cuando la necesitamos.

Fragmento del escrito de Michael Berg

https://www.michaelberg.net/es/articles/crear-con-nuestras-palabras