lunes, 26 de febrero de 2018

Identifica tu Becerro de Oro


La historia nos cuenta que los israelitas salieron de Egipto y después de una travesía, llegaron al Sinaí 
Moisés les dijo que se iba a desaparecer por 40 días y 40 noches y se fue a la montaña a meditar, los dejó solos ese lapso. La gente en ese momento estaba en un nivel de unidad amistad, plenitud, etc. conexión espiritual impresionante. La misión era mantener el estado por 40 días. 
Sin embargo --y muchas veces veremos un sin embargo cuando estemos contando esta historia--, cuando faltaban seis horas alguien dijo que necesitaban un nuevo guía y líder,  e inyectó la idea de que Moisés no regresaría. 
Se empezaron  a desesperar, se abrumaron y decidieron construir el becerro de oro.
¿Por qué un Becerro?
El Toro representa el nivel de Jojmá, pero el Becerro es un nivel prematuro de la conexión con la Luz. No es casual que sea un Becerro.
Era un aparato hecho de oro poseído por espíritus de distintas cosas podía hablar daba consejos, era como un gurú que daba respuestas.
La gente que incentivó a la nación a hacerlo eran los “Erev Rav”  que el Zohar nos lo dice como “la multitud mezclada” 
Ellos agarraron a toda la gente dijeron que Moisés se había ido, que los había abandonado e incentivaron a toda la nación a que hiciera este aparato que podía canalizar por ellos y que se transformó en un fuente de energía en este momento de carencia.
Este aparato, representa en nuestras vidas lo que son cualquier tipo de adicciones o dependencias a algo. Idolatría en cualquiera de sus manifestaciones. 
Esta en nuestro ADN espiritual, una inteligencia que nos hace convertir cualquier cosa en un becerro de oro por ejemplo “un amigo rico” . Quizás lo confronto menos que el amigo que no tiene dinero. Creo que el poder es el dinero de mi amigo, lo vuelvo mi becerro de oro. No voy a confrontar igual a alguien que según mi agenda es importante. 
Otro becerro de oro que todos tenemos es soñar que haríamos “si es que” Si yo tuviera tal o cual, y le doy el poder. 
En relaciones la otra persona, la transformo en el becerro de oro.  
Convertimos cualquier cosa en nuestro becerro de oro, un matrimonio horrible con miles de señales de que no debe seguir, primero los pequeños detalles y luego los enormes pero que ya eres adicto a ello y no puedes dejarlo. Es un becerro de oro.
¿Identificas tu Becerro de Oro? 
Te invito a no pasar de largo por esta lección

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Kabbalah



domingo, 25 de febrero de 2018

Elegir Ser


Estamos recorriendo la porción llamada Ki Tissa.

Aquí el Zohar habla sobre los israelitas y la multitud mixta, que en hebreo se llama Erev Rav. 

Dice la Torá --el Antiguo Testamento-- que a pesar de que los israelitas comieron la maná (que es la comida del cielo) durante cuarenta años, la parte de la grupo llamada "la multitud mixta", o el Erev Rav, realmente no comieron del maná. Comieron solo del sobrante y no podían disfrutar del maná real.

¿Qué era el maná?

El maná era comida que se manifestaba en un forma muy abstracta. Por lo general, la comida es un plátano, o una manzana, o una naranja, o un bistec ... pero aquí tenían comida con una forma extraña que venía del Cielo, de Arriba, que podría ser cualquier alimento que quisieran que fuera.

Era comida "venida del Cielo" y que aunque no era especialmente atractiva a la vista, podía ser lo que tu consciencia quisiera, un helado, un jugo o lo que desearan

Los israelitas --las personas que elegían estar por encima de la realidad del 1%-- pudieron elegirlo y comerlo...¿Qué pasó entonces a las Multitudes Mixtas?

¿Por qué el otro grupo de personas, la multitud mixta, no disfrutaba?

Los Erev Rav - son chispas de Luz, de energía, de personalidades que existen dentro de cada uno de nosotros.

Ellos son el aspecto de nosotros que se queja, que no puede ver lo bueno, que siempre espera que suceda lo malo, que no puede estar abierto a: "El bien vendrá".

Las frases de Erev Rav son: "No veo como esto va a ser bueno", "nadie tiene buenas intenciones", "¿Estoy seguro de que va a fallar"... "te lo juro que no se puede", "te lo juro que no puedo"...

¿Te suena familiar?

Y estoy hablando de todos los humanos, incluso los que estamos estudiando alguna espiritualidad (yo muy específicamente elijo la Kabbalah): todos tenemos el reto de batallar con chispas de Erev Rav en nuestra personalidad, cosas en las que "se nos atora" la certeza en alguna duda, y no logramos fácilmente des-afanarnos del ...."mmmm no, no creo que el orden pueda prevalecer por sobre del caos", y nuestra duda acaba modelando nuestra conducta y por tanto nuestra realidad.

Ahí hay que despertar.

Hay que pensar en esta elección entre el israelita y el Erev Rav,es una decisión diaria, así como el mamá caía diario.

¿Donde anda tu elección? ¿Eres más israelita o más erev rav?

Feliz domingo

Prana Raquel Pascual

Basado en clase de Eitan Yardeni  
Imagen https://sportadictos.com/2016/08/corredores-helado