martes, 2 de enero de 2018

El nivel de los pensamientos

Tenemos cinco libros de Moisés estamos empezando Shemot que quiere 
decir Nombres, y sin embargo, la traducción que generalmente se hace es la de Éxodo, porque habla de la salida de Egipto.


Egipto, la palabra original con que la que encontramos expresada en el libro es Mitzraim, la palabra no es en realidad un país, sino que viene de la palabra "angosto", indicando algo estrecho, de difícil paso, algo que nos habla en nuestro proceso de "no saber que hacer".

¿Cuantas veces el problema no es tanto la situación en sí, sino no saber que hacer con ella? Las dudas, la ignorancia, la confusión, eso es un exilio, muy distinto a lo que se vivía en el Jardín del Edén al principio de la Creación de la consciencia, ya que ahí, todo era lo que parecía, no había cortinas, no había apariencias, si algo olía mal, estaba echado a perder, si algo era hermoso, simplemente era bueno, no había mucho que pensar

Entramos a la emanación de Jojmá. Venimos de Keter, es decir, de la inspiración y el potencial más amplio, y entramos al potencial de pensar. 

Ahora, después de la salida de ese estado completo y perfecto, tenemos que batallar con disyuntivas tales cómo: "...quizás parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea", entramos a la dimensión en la que hay más de una alternativa y hay que elegir..pero... ¿Cual elección es la correcta? 

Pensar nos ofrece la posibilidad de salir de los problemas, y sin embargo en este nivel, también es donde nos hacemos más "bolas" y nos confundimos más: ¿Es el tiempo correcto? ¿Debo decirlo o no? ¿Soy la persona correcta o no?

En este momento nuestra tarea es identificar ¿Qué se va a requerir de mi para poder manifestarlo después?. Todo esto, pasa por mi cabeza, todas esas ideas.

Jojmá es el proceso de digerir pero a nivel de pensamiento. Este libro nos conecta con la habilidad y la capacidad de ver que es lo que nos está bloqueando en el camino espiritual. Nos invita a ser conscientes de cómo nos expresamos, de qué nos hace expresarnos cómo lo hacemos.

Muchas veces con solo expresar Cómo nos expresamos y por qué nos expresamos así de algo nos da mucha guía de cómo estamos pensando las cosas, desde qué perspectiva y nos da luz sobre que cambios podemos hacer para enfocar distinta una situación.

Tus pensamientos son el germen de tus emociones, palabras y acciones. Vale mucho la pena prestar atención a ello.

¿Estás listo?

A trabajar

Prana Raquel Pascual

Basado en clase de Shemot Ruth Rosemberg 2017
Imagen https://www.psicoactiva.com/blog/como-derrotar-los-pensamientos-deseados/















sábado, 30 de diciembre de 2017

La segunda certeza.

En la porción de Vayejí, cuando Yaakov se prepara para dejar este mundo, le da a cada uno de sus hijos una bendición y una profecía. Mientras hablaba, recibió una profecía sobre uno de sus hijos, Dan; Rashí y lo kabbalistas dicen que la profecía es sobre Shimshón (Sansón), una gran alma que vino a este mundo mucho después de que Yaakov lo dejara. La visión que Yaakov tuvo fue que Shimshón sería quien al final daría fin al dolor, el sufrimiento y la muerte en este mundo, quien sería el canal para el Final de la Corrección. Pero la profecía continuó, y Yaakov vio que algo malo le ocurriría a Shimshón, que le arrancarían los ojos y moriría. Luego dice: Leyeshuasjá Kivisí HaShem, “Espero, deseo, el despertar de la Redención del Creador”.

Es importante entender exactamente qué ocurrió aquí. Yaakov tuvo visiones sobre cada uno de sus hijos. Mientras iniciaba a recibir la profecía de la tribu de Dan, comenzó a ver el futuro y se emocionó al ver que existiría esta gran alma, Shimshón, quien pondría fin al dolor, el sufrimiento y la muerte en este mundo. Pero luego la visión continuó y Yaakov dijo que en ese momento podía ver que estaba equivocado; no sólo Shimshón no sería el alma que provocaría el Final de la Corrección, sino que también tendría una horrible muerte. Y luego, justo después de eso, las siguientes tres palabras son: Leshuatjá Kiviti HaShem ; le dice al Creador: “Estoy esperando el Final de la Corrección, la Redención Final”.

Esta visión de Yaakov nos enseña un secreto muy importante. El Zóhar dice, y los kabbalistas enseñan, que ninguna Luz puede ser revelada en este mundo sin un despertar de deseo y luego la espera de la revelación de esa Luz. 

Los kabbalistas enseñan que la revelación completa de cualquier ayuda verdadera de la Luz del Creador siempre crea una onda. 

Hay una certeza, el despertar de la vasija que creemos que se manifestará en nuestra ayuda, y luego desaparece. Entonces, si en el fondo logramos mantener la certeza, la segunda vez, la Luz se manifestará. La Luz, las grandes bendiciones, nunca se manifestarán ni en la vida de ningún individuo ni en el proceso colectivo de este mundo sin una onda, es decir, un despertar de certeza, una pérdida de la base de esa certeza y luego un nuevo despertar de esa certeza.


Todos sabemos, por supuesto, sobre la importancia de la certeza y decimos cada día en nuestras conexiones que esperamos que la Luz del Creador nos ayude y se manifieste tanto en nuestros desafíos individuales como en los globales. Pero lo que tenemos que aprender sobre esta visión y profecía de Yaakov es que la manifestación y la ayuda de la Luz nunca pasarán por una sola certeza. Ningún regalo ni gran ayuda, y ciertamente tampoco la completa revelación de la Luz del Creador en este mundo, serán provocados por sólo una certeza. Habrá certeza, se perderá y, luego, cuando tengamos certeza nuevamente, será revelada la Redención Final.

De esto aprendemos que lo más probable es que, si es importante, no alcanzaremos la manifestación de la Luz por la que hemos despertado certeza con la primera certeza. Perderemos esa certeza y luego tendremos que recordar presionarnos a subir la montaña y despertar certeza nuevamente. Luego, Leshuatjá Kiviti HaShem, podemos despertar verdadero deseo, verdadera certeza y manifestar gran Luz en nuestra vida y en este mundo.

Leo esto y me quedo reflexionando de las muchas veces que queremos una manifestación casi mágica y que cundo no vemos, dudamos y perdemos nuestra confianza.

Eso no es certeza, eso es mero deseo de recibir para nosotros mismos a conveniencia. ¿Puedes mantener la certeza aún cuando las cosas no pasan e tus tiempos sino en los que realmente está el escenario listo y TÚ, estás listo?

Lo que yo sé es que la certeza no es un evento de una sola ocasión sino una corriente estable y durable en el Orden, lo que no podemos es dejar de jugar nuestra parte en el juego de la Creación, ser pro-activos y confiables en nuestra propia corrección.

Una golondrina no hace el verano. ¿Cuantas veces tendremos que pasar una misma prueba para pasarla? Creo que suficientes como para que sigamos deseando pero ya no estemos personalmente asustados de si pasa o no la situación. Es un balance que es muy difícil de conseguir desear pero ya no estar angustiado de si pasa o no pasa y nosotros hacer lo correcto una y otra vez porque estamos convencidos de que así es como es nuestro tikún.

Personalmente me alegra saber que no se espera de mi perfección sino trabajo permanente, eso lo puedo hacer, lo puedo lograr. Y así será. Espero que ese también sea tu caso :-)

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual
Basado en http://www.michaelberg.net/es/articles/la-importancia-de-presionarnos-avanzar-hacia-el-segundo-nivel-de-certeza