jueves, 2 de noviembre de 2017

La Consciencia de Sodoma y Gomorra

Hay un concepto muy interesante que nos expresan nuestros Maestros extraída de esta porción: El verdadero éxito no es que yo sea exitoso, sino que la gente que está a nuestro alrededor lo sea.

Imagina lo que es pensar y desear en satisfacer las necesidades de otros de la misma manera que quieres cubrir tus propias necesidades, igual que las tuyas, con la misma pasión.

Recordemos el texto: En esta porción Abraham decide practicarse la circuncisión, esta operación en la que se refleja que no nacemos perfectos, sino que hay que hacer acciones de transformación intencional para llegar a nuestra mejor versión, aun si son difíciles, incómodas y a veces dolorosas.

Después de esta intervención vino un momento de mucho dolor físico, en el que Abraham podría haberse "guardado en sus habitaciones" hasta sanar, sin embargo, el se sentó afuera de su tienda esperando que llegara alguien, que hubieran viajeros a quienes poder atender y con quienes compartir, sin embargo El Creador ese día "sacó el Sol de su estuche" y provocó un día caluroso en extremo por lo que nadie estaba en movimiento. Sin embargo --ante el intenso deseo de Abraham-- aparecen tres ángeles a quienes él atiende, dicho sea de paso, los ángeles que se dirigían a Sodoma y Gomorra para destruirlo por sus bajezas.

Ligando la historia: Hay un nivel de consciencia que tenemos que identificar y transformar cuanto antes, que es "que nos duela que otros tengan", que nos importe más --que nos duela más-- que otros tengan (independientemente de si nosotros tenemos o no) que nos pese el bien ajeno. 

Podemos creer que a nosotros no nos pasa eso tan asqueroso, pero siendo sinceros, a veces nos lastima el éxito, la felicidad, el logro, la riqueza de otros y nos amarga y nos llena de envidia. Recuerdo que así lo reconoció un paciente que claramente identificaba que "la felicidad ajena le llegaba a "estorbar"  :-(

Esa es la consciencia de Sodoma y Gomorra, recordemos que además de muchas otras aberraciones en la conducta de esos pueblos, algo muy descriptivo del tipo de consciencia que ahí reinaba, era que un motivo de condenar a otros era la hospitalidad, estar dispuesto a ayudar a otros y compartir, eso era razón de condena de muerte de quien practicara esas conductas.

Regresemos entonces a nuestra auto-reflexión: Si nos pusiéramos una balanza a nosotros mismos, ¿Hacia donde se inclinaría? ¿Hacia la consciencia de compartir y ver por los demás o hacia la consciencia de Sodoma y Gomorra que se siente amenazado y dolido de ver el éxito y la plenitud ajenas? Sé sincero, no sirve de nada auto-engañarse más que de perder la oportunidad de corregir.

A trabajar Comunidad

Feliz día

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Vayerá 2012 Centro de Kabblah Cd de México

https://www.enlacejudio.com/2017/05/21/sodoma-y-gomorra-la-tora-nos-ordena-no-seguir-a-las-masas/

lunes, 30 de octubre de 2017

Dar propósito a nuestros deseos.

El deseo es nuestra moneda en la vida y el trabajo más importante es ¿Dónde lo invierto?

La semana pasada la lección fue:

“Ve hacia ti mismo, anda a buscar dentro de ti para convertirte en la persona en la que viniste a ser.”

Solo los niños chicos y la gente que ha perdido su mente hace algo sin propósito, sin embargo ¿Cual es ese propósito?

Poder revelar nuestra divinidad y compartirla con otra gente.

Nuestros Maestros nos explican en dos preceptos que parecen similares, el propósito de lo que tenemos por hacer:

- Amar a nuestro prójimo (amigo) como a nosotros mismos
 y / o la otra manera de comprenderlo
- No hagas a otros lo que es desagradable para ti.

Algo interesante en este punto es que al estar el deseo involucrado, se vuelve clave conducir esa energía del deseo a través de dichos preceptos, que son los que pueden conducirnos a un lugar, donde no solo seamos observadores pasivos de la vida y tampoco destructores de ella.

Si solo fuéramos observadores pasivos del Mundo, probablemente la especie humana ya estaría extinta. No somos ni los más rápidos, ni los más ágiles, ni los que tienen mejores sentidos de olfato, vista etc., pero somos la especie que puede transformar su entorno y --agraciadamente-- también su interior.

El deseo es lo que puede hacer que alguien se pare a sembrar un campo entero, quiera descubrir la cura para algo, planee unas vacaciones de experiencia para otros, cocine un platillo exquisito, construya una máquina que resuelva problemas ...claro que si ese deseo está dirigido bajo esos dos preceptos, puedes realmente aportar al Mundo y a tu prójimo. Si olvidas ese propósito, te puedes volver un destructor o alguien que pase por encima de los demás inmisericordemente.

El deseo no es lo que está mal en si mismo, pero es diferencial para la resultante, con qué propósito es que lo tiñes.

El deseo es el que puede manifestar una Creatividad en un mundo material en el que habitamos.

¿Cómo manifiestas tu la divinidad para ti y para otros en este Mundo mientras vives esta experiencia espiritual, al tiempo en que habitas en este cuerpo humano?

Esta pregunta es clave para el resto de tu vida, y también del porvenir de todos nosotros como Humanidad.

Prana Raquel Pascual

Basado en clase de Vayerá 2012 Centro de Kabbalah CDMX 
Imagen encontrada en http://www.ethozgroup.com/ways-older-generation-creative-millennials/