viernes, 24 de marzo de 2017

Crear Shabat.

La porción de Vayakehel/Pekudei comienza con una discusión sobre Shabat, el séptimo día de la semana, el momento en el que se revela la mayor Luz. 

Todas las bendiciones que atraeremos a lo largo de la semana reciben su energía de Shabat. Por lo tanto, la porción comienza con las siguientes palabras: “Estas son las cosas que el Creador ha mandado a hacer”. Se usa la palabra laasot, que puede ser traducida como “hacer”; pero esta palabra en realidad tiene un significado completamente diferente, significa “crear”.

En la porción anterior, Qui Tisá, está escrito que los israelitas guardan o protegen la Luz de Shabat, Laasot et haShabat, pero, de nuevo, la palabra laasot no significa realmente “hacer”, sino “crear”. Y en el Midrash dice que si una persona se conecta con Shabat de manera apropiada, no se trata de que siga las órdenes de Shabat y reciba su Luz, sino que la persona crea la Luz de Shabat.

El Ramjal dice que el libre albedrío es el regalo más grande que el Creador nos da, lo cual significa que en realidad lo que hacemos es crear la realidad. Estamos creando herramientas espirituales y acciones espirituales. Esto nos revela lo que el Creador nos quiere decir con Laasot et haShabat. Algunos creemos que estas energías de Shabat y la Luz existen, y que nuestro trabajo es conectar con Shabat y la Luz existente. O que cuando leemos el Zóhar, su Luz existe y nuestro trabajo es conectar con ella. 

Sin embargo, lo que el Midrash y el Ramjal nos dicen es que eso no es verdad. Este es un entendimiento increíble. El Arí habla del hecho de que en la Torá están escritas muchas acciones que, si las realizas, tendrás largura de días; “Si haces esto, tendrás esta bendición. Si haces aquello, tendrás esta recompensa”. No obstante, muchas personas realizan las acciones espirituales y no obtienen la Luz ni las recompensas que la Torá dice que dichas acciones nos darían. ¿Por qué?

Porque ahora podemos entenderlo de manera más profunda. Cuando entramos en Shabat y en nuestra conciencia la Luz existe y nuestro trabajo es conectar con esa Luz existente, entonces en realidad no estamos conectándonos, porque no estamos creando el Shabat. 

Debemos iniciar Shabat diciendo que hoy no hay Luz de Shabat y que nuestro trabajo es crear, con nuestra conciencia, entendimiento y deseo, un Shabat que exista. Luego, podremos atraer la Luz de Shabat.

Ocurre lo mismo con el Zóhar. Cuando abrimos el Zóhar, la mayoría de nosotros piensa que su Luz existe y que sólo tenemos que conectarnos con ella. Pero no, en realidad hay un paso antes de eso, y si no la creamos, no podremos atraer esa Luz.

Tenemos que crear las herramientas espirituales e investirlas con energía y Luz para luego poder sacar Luz de ellas. 

¿Qué significa libre albedrío? Que si no decidimos crear una nueva herramienta hoy, no existirá aunque haya sido creada ayer. Mientras no la creemos, no existirá para nosotros; los Tefilín no son Tefilín, Shabat no es Shabat, el Zóhar no es el Zóhar.


No ocurre muy a menudo que Moshé reúna a todos los israelitas, pero en Shabat Vayakehel/Pekudei lo hace. ¿Por qué? Porque les está enseñando una lección fundamental sobre el trabajo espiritual. Podemos usar las herramientas, pero no están allí. No existen porque no las creamos. El Creador nos dice que antes de siquiera pensar en usar las herramientas espirituales y ser capaces de recibir sus beneficios y Luz, tenemos que crearlas primero.

Michael Berg

Fragmento del escrito e Imagen http://www.michaelberg.net/es/articles/crear-shabat


jueves, 23 de marzo de 2017

La reunión de las Montañas

En esta semana recorremos dos porciones y de estas sacamos una lección enorme que podemos aprender del Monte Sinaí.

Cuenta Rabi Yoshi, cómo fue decidido que fuera el Monte Sinaí en donde se llevara a cabo la revelación de la Luz de la Torah.

Se dice que hubo una discusión entre muchas montañas en la que todas pedían que sobre de ellas se diera la revelación de los Enunciados. Había incluso dos que eran especialmente grandes, el Monte Tabor y el otro llamado Monte Carmel, mismos que se despegaron de la tierra y fueron a discutir donde se llevaría a cabo la revelación de la Torah.

Al final, el elegido fue el Monte Sinaí, el más pequeño y que estaba ahí mismo en su lugar y que no decía nada por ser elegido.

Salió una voz del Cielo que dijo: claramente todos los que vinieron son más altos y más lindos, y de hecho hicieron el esfuerzo de venir para ser parte...entonces  ¿Por qué el Creador no los eligió? 

Sabemos que cuando tenemos agenda de algo, cuando somos nosotros los que queremos tener el protagonismo, estamos manejados por el ego.

Las montañas altas venían pensado en que eran mejores, fue con orgullo y eso fue lo que las perdió.

Así mismo, la caída del hombre es el orgullo y el ego.

Una persona que tiene orgullo y ego, no importa lo alta, elevada o exitosa que sea, cuando se tiene ego, cae más bajo que la persona más baja.


Sinaí tiene el mismo valor numérico que HUMILDE.

¿Cómo esta semana podemos ser más humildes de corazón?

Si nos damos cuenta que en realidad no sabemos nada, que nada es nuestro mérito sino nuestra oportunidad quizás podamos ser un poco más humildes y pequeños de orgullo.

A trabajar Comunidad

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Vayakel Pekudei impartida por Ariel Grunwald, Centro de Kabbalah México

Imagen http://dapinopino.blogspot.mx/2011/03/una-de-mis-primeras-ilustraciones-con.html