domingo, 22 de febrero de 2015

Domingo 22 de febrero de 2015 Lo que de verdad necesitas

Domingo 22 de febrero de 2015

Conseguir lo que queremmos no siempre nos hace felices, pero conseguir lo que necesitamos siempre nos ayuda a crecer.

Karen Berg
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Desde la psicoterapia Gestalt, uno de los principales puntos a descubrir es "qué necesitas", así de llano y de simple aparentemente, pero de dificil en la práctica, porque habitualmente lo tenemos muy confundido con "lo que quiero", con "lo que me gusta", con "lo que se me antoja", con lo que "deja de doler" etc etc etc.

En realidad lo que necesitamos es del Alma desde la Kabbalah y desde la Gestalt se considera desde la sabiduría organísmica.

Un ejemplo sencillito de sabiduría organísmica es una papa guardada en un lugar oscuro que detecta (organísmicamente) un rayo de luz y empieza a tener brotes hacia ese lugar, Un día cuando la descubres, ves una plantita completamente "chueca" pero viva, totalmente orientada hacia ese atisbo luminoso que le permitió consolidar las sustancias de la vida si no con total plenitud si con la mayor disponible bajo sus circunstancias.

Así los humanos, per somos un poquito más complejos y empezamos a confundir la necesidad organísimica con otras cosas.

Un dia, en una sesión con una paciente, explorabamos ¿Qué necesitas?...¿Pero qué necesitas? ¿Pero que necesitas? Y si, estaba resultandonos muy complejo avanzar porque es poco común que hagamos es aidentficación tan específica...

Y las trampas de la mente entraban a decir cualquier otra cosa.

Un maestro de Ética en la psicoterapia humanista, nos dijo una vez, "a veces llegamos confundir en el proceso el satisfactor con la necesidad. Necesitas que te demuestre atención, que te está mirando la otra persona, que estás en su campo de visibilidad de interés, y lo que le dices es "ya nunca me traes flores"...

Para el sujeto se vuelve sumamente confuso...parece que lo que estás pidiendo, lo que necesitas...¡¡Son flores!! ¿Capicci? ¿Viste cómo se armó el equívoco? 

Pero tu no necesitas flores sino atención, pero al no saberlo articular "atención, amor, cariño etc", acabas disminuyéndo la solicitud a "flores"...mismas que el puede traerte sin necesariamente llenarlas del significado que tu esperas, entonces recibirás las flores con gran frustración ...porque esa NO ERA LA NECESIDAD

Un ejercicio mundano de detacción de necesidades es ir con esa misión a una tienda departamental donde corras el riesgo de que todo se te antoje.

Ve con esta pregunta en la mente: ¿Lo necesito o se me antoja?

Verás que con eso en mente es factible que salgas sin ningún artículo de la tienda, o quizás uno o dos, y cosas menores de farmacia o de alguna índole no muy sofisticada, porque a decir verdad....Nadie necesita un Rolex, ni un Ferragamo, ni un Boss...deseas, quieres...lo que necesitas es ropa que te abrigue cuando hace frío, zapatos que te protejan los pies de la inclemencia de un piso rocoso. Necesitas alimento, nutrientes, no necesariamente pizza hawaiana. Necesitas calcio, no necesariamente haagen daaz, y así y así.

Y en la vida también; necesitas crecer (e identificar) ante un reto, no pleitos todos los días, necesitas estar a la altura de un proyecto, no angustiarte inmisericordemente sin acciones en claro para abarcarlo, necesitas dedicar atención a alguien, no solo darle un juguete para que se calme, necesitas respetarte a ti mismo, no necesitas hacer berrinche para tratar de conseguirlo.

¿Me explico lo complejo de desentrañar lo que necesitamos?

Pero si no lo hacemos, estamos atendiendo a la rama, no a la causa raíz.

Es complejo, vale la pena.

Feliz domingo Comunidad

Prana Raquel Pascual

sábado, 21 de febrero de 2015

Sábado 21 de febrero de 2015 ¿Para qué estamos aquí?

Sábado 21 de febrero de 2015

¿Para qué estamos aquí?
 
Consciencia diaria por Karen Berg

Hay una historia que habla de un ladrón de bancos que se ve muerto a tiros en medio del gran golpe. Poco después se encontraba al pie a las puertas del Cielo, donde se encuentraba un maravilloso ángel que le dije: "Yo soy tu ángel, tu mensajero. En realidad, soy algo así como un genio, y todo lo que quieras, sólo pide y te será dado. "

Y el ladrón de bancos, dice, "Wow, esto es genial! ¿Sabes que? Quiero un poco de alcohol. Y vamos a ver, yo también quiero tener algunas mujeres hermosas a mi alrededor. De hecho, quiero hacer todo lo que se me antoje y tener un gran momento!.


Y entonces, puf, el chico mira a su alrededor y que está en el medio de una fiesta fabulosa. Así que ahí está, de fiesta un día, dos días, tres horas ... hasta que él dice, "Hey, ángel, espera un segundo. Hay algo que falta aquí. Ya he terminado con todo esto. Quiero probar otra cosa ".
El ángel dice: "Claro, no hay problema. Qué es lo que quieres hacer? "
Y el tipo le responde: "¿Sabes qué? Creo que quiero robar un banco ".
El ángel dice: "¿En serio? Bueno, no hay problema. Escoja un día, una hora, siempre que lo desee, e ir en y robar todo lo que gustes del Banco ".
El hombre niega con la cabeza. "Hey, espera un minuto. Tu no entiendes. Esa no es la forma en que funciona. Tu no tienes que saber a qué hora o cuándo lo voy a hacer. No hay emoción si el banco sólo me permite robar. Tengo que tener los policías que me sigan. Tengo que estar preocupado de ser atrapado. Tengo que sentir la adrenalina corriendo ".


El ángel dice: "Oh, bueno, lo siento, pero eso no sucede aquí. Aquí puede obtener lo que quieras, absolutamente sin compromisos. ¿Quieres un helado, es tuyo. ¿Quieres mujeres, son tuyas. ¿Quieres sexo, lo tienes. Lo que quieras, lo consigues de inmediato ".
El hombre respondió: "¿Sabes? No me gusta este lugar. Yo prefiero ir al infierno"


Y el ángel le dice: "¿Y dónde crees que estás?"
Obviamente, esto es sólo una historia, no una descripción exacta de la otra vida. Pero lo que sí nos recuerdan es que a menudo pensamos que si podemos conseguir lo que queremos, estaremos encantados. Nos olvidamos de que hemos elegido venir aquí a esta vida para poder ganar nuestra realización: para aprender, crecer y transformar. Nos olvidamos de que este mundo físico fue creado para darnos la oportunidad de convertirnos en seres que comparten, como nuestro Creador, y no sólo receptores pasivos de su bondad. Y olvidamos, también, que el aprendizaje para compartir incondicionalmente es el boleto a la degustación de la generosidad del Creador.
 


Karen Berg