lunes, 24 de abril de 2023

Décimo octavo día del Omer


 Netzaj de Tiferet

Persistencia en Compasión

Tener compasión un día es cosa buena. Ser constantemente compasivo aún mejor, pero pensemos con mayor curiosidad aún: ¿Qué nos puede decir la persistencia combinada con la compasión y el balance?

Recordemos que Tiferet no solo representa la compasión, sino que es el justo medio, es el equilibrio donde no estás ni generando lo que llamamos pan de la vergüenza (la vergüenza de recibir sin hacer nada a cambio o no merecerlo, que cuando llevamos a demasía hace que quien recibe se ponga finalmente en contra del que da, que exija como quien merece y si no, se enfurezca) ni tampoco estás siendo escaso de comprensión.

Lo pienso y digo: Educar a alguien para su propio bien aunque le sea desagradable de inicio, buscar que pueda valerse por sí mismo es sembrar a futuro. Hacer que la persistencia de la compasión trascienda los límites del tiempo.

El mundo es además de animales, plantas ecosistemas, es la red de nuestras relaciones interpersonales, eso es la vida en realidad. Ser justo con persistencia me parece una meta compleja pero loable.

Es una energía que verdaderamente tendrá ecos en el tiempo. La esperanza de quien educa quizás es que en el otro también crezca la semilla de la justicia y pueda ejercerla también con maestría. Si así fuera el mundo, todos seríamos justos en lugar de ventajosos, en lugar de sentir que debemos estar a la defensiva podríamos descansar en la confianza. Les comparto una historia que se cuenta en el país Sudán, pero quien sabe cual sea su origen verdadero, lo que sabemos es que lo que dice es verdad:

El sembrador de dátiles

En un oasis en el desierto, se encontraba un anciano de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.

Un joven mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio al anciano, que parecía cavar en la arena.

Tras saludar al anciano, le preguntó con curiosidad: -«¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?».

-«Siembro» -contestó el viejo.

 -«¿Qué siembras aquí?».

-«Dátiles» -respondió el anciano mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-«¡Dátiles! El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor».

–»No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos».

El joven dijo al anciano: -«Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y sólo cuando son palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no te deseo ningún mal, pero tú eres ya anciano y sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.»

El anciano contestó: -«Joven, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto.»

 -«Me has dado una gran lección. Déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste» – y diciendo esto, le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-«Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, tú decías que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.»

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Historia vox populi  e imagen encontrada en https://pedrorodriguez2.wordpress.com/2018/05/22/el-sembrador-de-datiles/


domingo, 23 de abril de 2023

Décimo séptimo día del Omer


Tiferet de Tiferet

Compasión en Compasión

La compasión, para ser verdadera viene de una raíz en la que no se está actuando por deber ni por culpa, y tampoco por una conveniencia en la que estemos ganando algo por actuar "bien", es decir por ninguna de las tres causas frecuentes por las que hacemos las cosas. La compasión que viene de una genuina empatía que ni exagera ni se genera en la apariencia de ser bueno es la meta de hoy.

En la Compasión en Compasión comprendes que alguien está en cierta circunstancia y que no es del interés de tu ego ponerte a analizar de que manera esta persona "se ganó lo que le pasa", sino simplemente actuar desinteresadamente por su bien.

Normalmente los humanos tenemos la tendencia a explicarnos intelectualmente es decir, con juicio, por qué el señor que limpia parabrisas se merece estar donde está o porque cada persona se ha ganado los males que lo aquejan. No quiero decir que no participen, quiero decir que eso no es l que buscamos enfocar.

Me acuerdo mucho de un libro llamado "Gracia y Coraje" de Ken Wilber y Terry Killam, esposa de este último. El libro es parte del diario de ella durante su enfermedad de cáncer y los comentarios de el entrelazados con sus reflexiones. Recuerdo mucho que ella expresaba mucha molestia cuando la gente con muy poca empatía se acercaba a decirle que seguramente estaba enferma porque algo de ella estaba enojado consigo misma. A ella le parecía muy fuera de lugar que tras de estar atravesando un proceso de enfermedad tan doloroso, además hubiera gente que tuviera sus comentarios "inteligentes" (muy superficiales y faltos de sensibilidad) que además de todo se atrevían a acusarla de no estar siendo capaz de curarse y que seguramente ella tenía algo dentro de si misma que se lo provocaba.

Vamos a decir que "tal vez si...PERO: ¿Qué te da la valía personal de ponerte a explicarle a alguien que "le tiene que echar ganas" o  afirmar "que es que ella debe tener mucho odio hacia si misma" o esas cosas pseudo-inteligentes que hemos oído en algún podcast. ¿No sería más empático simplemente ofrecerle el apoyo que (si te sea requerido) o una amistad incondicional, en vez de estarle explicando y queriendo quedar bien con tu super explicación?

La compasión en compasión no viene del ego y es por tanto una característica que genuinamente es compleja de trabajar, pero que nos daría un diferencial como humanidad.

Trabajemos Comunidad.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Imagen Gracia y Coraje https://latam.casadellibro.com/libro-gracia-y-coraje-en-la-vida-y-en-la-muerte-de-treya-killam-wilber/9788488242259/479820