domingo, 4 de diciembre de 2022

La batalla nuestra de cada día

 


Hoy, en una conversación casual, surgió la observación de una joven que dada su historia, ha tenido que crecer con mucha rigidez en su estructura de personalidad, lo cual la hace aparecer como una persona algo soberbia y de difícil acceso. 

Estas características la han vuelto alguien que genera fácilmente resentimiento y rencor dentro de sí, dos de los sentimientos que hacen cerrar más nuestra vasija y ser incapaces de crecer o de recibir nuevas ideas o aprendizajes.

Curiosamente, lo que más necesitaría esta chica, es ser humilde y flexible en esta etapa de su vida, pero su historia hasta hoy, la ha enseñado que la severidad de juicio le ha dado una cierta protección, así que le cuesta trabajo pensar que la estrategia de adaptación y crecimiento que ha usado hasta hoy debe cambiar.

Esto nos pasa mucho a muchos, valga la redundancia. 

Crecemos con ciertas pautas que nos hacen creer que lo que vivimos "allá y entonces", es el único mecanismo válido para salir adelante en la vida, y resulta que con el paso del tiempo, nos encontramos con que, si seguimos sin abrirnos, tendremos raquíticas herramientas para un mundo que nos demanda ser más amplios en nuestras perspectivas y en nuestros enfoques.

Esto lo quiero asociar a la porción de esta semana:

En la primera parte de la historia en la porción de Vayishlaj, Yaakov decide que es tiempo de regresar a casa y encontrarse con su hermano Esav luego de bastantes años. 

La lucha que existía entre Yaakov y Esav -explican los kabbalistas- en realidad no era una pelea entre dos hermanos, sino más bien una lucha entre energías existentes; energías que cada uno de nosotros siente cada día. 

Yaakov representa la Luz, nuestra alma, la parte de nosotros que quiere cambiar y crecer, mientras que Esav representa el otro lado: el Deseo de Recibir para Sí Mismo, el aspecto que quiere mantenernos donde estamos o que incluso quiere que retrocedamos. Y en esta porción está el pináculo de esa batalla.

Todos vivimos con nuestra inclinación a negarnos al cambio, a no ser receptivos a nuevas opciones, a no aprender de lo que otros pueden decirnos, o estar cerrados a nuevos modelos de comportamiento. 

Todos somos en nuestro interior, nuestro Yaacov y nuestro Esav y libramos la batalla nuestra de cada día, y solo estando al tanto de ello y con las herramientas de la Luz, podremos salir victoriosos.

¿Estás consciente de quien es quien en tu interior?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Texto en itálicas: https://www.kabbalah.com/es/articles/drawing-the-assistance-of-the-angels/

Imagen https://cambiopolitico.com/arte-del-siglo-xix-el-pensador-de-auguste-rodin/123606/


viernes, 2 de diciembre de 2022

Una revelación para la humanidad

 


La porción de Vayetsé comienza con Yaakov que se encuentra en un lugar muy oscuro. Su hermano Esav lo quiere asesinar y debe escapar de casa. Incluso dice que mientras se iba, le robaron y le quitaron todo lo que tenía. Así pues, literalmente lo dejan sin nada y corriendo por salvar su vida.

Ese es el primer versículo de la porción Vayetsé; Yaakov deja todo lo que es bueno, que es representado por Beersheva, el lugar en donde vive, y va a Jarán, una palabra que el Zóhar explica que significa oscuridad y juicio.

Luego, algo ocurre y Yaakov se transforma desde esa oscuridad de Jarán, del juicio, hacia el siguiente versículo, donde dice que llega a un lugar (HaMakom), duerme allí y, de repente, tiene una gran revelación de la Luz del Creador. 

Esta revelación es histórica porque no es solo una revelación personal específica para Yaakov; es una revelación para la humanidad. La Luz y las bendiciones reveladas en ese momento cambiaron el curso de la historia de la humanidad. Por eso, claramente es muy importante entender qué fue lo que cambió la conciencia que Yaakov tenía en el primer versículo de la porción, cuando estaba en un lugar de carencia total y oscuridad, a una conciencia en la que la Luz del Creador en Su totalidad le fue revelada.

Michael Berg

Algo que es importante de estudiar Kabbalah es que no es un estudio pasivo, es un estudio que nos demanda acción certeza y tener ojos para ver y oído para escuchar.

A veces vivimos con suma ansiedad los momentos del tiempo: el pasado nos agobia como si aún fuera hoy, el futuro nos resulta incierto y lleno de riesgos imaginarios y en el presente no estamos por estar mirando a alguno de los otros lugares espacio-temporales.

A veces nos suceden cosas que no hacen sentirnos muy dudosos de todo y sin sentido o propósito.

Yaakov lo comprendió en ese momento, de pronto comprendió que las cosas desagradables que nos suceden tienen su propósito, que hay niveles diferentes de entendimiento de la realidad, que el mundo es vasto y prospero pero que hay que generar mérito y vasija y se puede estar en prosperidad y en orden con la vida.

Entender eso de corazón sería un inmenso regalo para recibir en este Shabbat

Prana Raquel Pascual

Fuente https://www.kabbalah.com/es/articles/the-creator-s-three-blessings/